Quedan escasos días para encontrarnos en la que se ha convertido en una cita obligada en Valencia para pequeños y medianos ahorradores que buscan atractivos en el sector de las inversiones y las finanzas, a la vez que intentan sorprenderse con alguna novedad en materia de inversión. Y yo aprovecho estas líneas para presentarles algo alternativo que se convertirá en una propuesta novedosa en Forinvest 2012. Porque, como dice el título de este artículo, el sol sale todos los días (a pesar de los tiempo económicos que corren), hoy más que nunca la inversión en energía solar se presenta como una verdadera oportunidad para el pequeño y mediano inversor.
Cada vez son más los ahorradores en España que, a nivel particular, apuestan por este tipo de inversiones que el sector las califica de alternativas, pero que en la actualidad son más que populares. Y los motivos por los que creen en esta inversión son muchos, pero yo solo describiré los cuatro principales.
En primer lugar, estamos ante una inversión que ofrece una alta rentabilidad. El pequeño ahorrador, a través de la compra de una serie de equipos fotovoltaicos ya instalados por la compañía promotora (habitualmente en grandes superficies sobre los tejados de naves industriales), se convierte en un pequeño productor de electricidad renovable. El inversor va a obtener unas rentas mensuales por la venta de la energía producida por su instalación a la Compañía Eléctrica que opera en la zona, y esto le va a generar una rentabilidad estimada del 10% anual para los próximos 25 años.
Esta alta rentabilidad se obtiene gracias al actual marco normativo que garantiza la venta de la electricidad que produce la instalación solar durante la vida útil de la misma. Durante los primeros 25 años, será a un precio determinado por ley, y a partir de ese año y hasta su durabilidad (estimada en 35-40 años), el propietario continuará vendiendo su instalación al precio que se establezca en el libre mercado. De esta manera, el inversor obtendrá una “renta vitalicia” que irá percibiendo de manera mensual.
El segundo motivo para apostar por esta inversión es la seguridad. Esta alternativa de inversión, vinculada al actual conjunto de leyes que regulan el sector eléctrico español, posibilita que sea altamente segura. Y tanto es así, que el pequeño inversor es capaz de conocer todas las variables que entran dentro de la palabra rentabilidad y que están controladas, acotadas o reguladas por ley (coste, producción, tarifa de venta de electricidad y horas de compra de la energía).
En relación al factor seguridad, (que quizás es lo que en la actualidad el ahorrador más demanda alejándose de los riesgos que pueden presentar otras inversiones expuestas a la volatilidad de los mercados), cabe señalar que el mejor termómetro capaz de trasladar seguridad a la inversión en energía solar es el sector financiero.
En la actualidad, empresas como Parques Solares de Navarra poseen acuerdos preferenciales con las principales entidades del país que permiten financiar las inversiones en energía solar a través de condiciones especiales (líneas ICO Economía Sostenible). Hoy en día, la falta de financiación es uno de los grandes problemas de la actual situación económica España, pero la seguridad de la inversión en energía solar es capaz de esquivar esta cuestión.
Y la siguiente pregunta obligada que nos podemos formular es la siguiente: ¿para quién está recomendada esta inversión? ¿Puedo participar en la misma? ¿Es exclusiva de un pequeño grupo de grandes fondos de inversión? La respuesta es sencilla y se centra en una cifra: 6.000 €. Cualquier ciudadano de a pie, a partir de esta cantidad, puede participar en este tipo de instalaciones de la mano de Parques Solares de Navarra. De hecho, la energía solar es conocida como la energía “social” por excelencia, porque es la única del sector de las renovables de la que puede participar el ciudadano.
A estas tres característica (rentabilidad, seguridad y accesibilidad), podemos añadir una cuarta y no menos importante: la aportación medioambiental de la inversión. Y no está de más señalar que, además de obtener una rentabilidad de nuestra inversión que ronda el 10% anual, nos podemos sentir bien porque invertimos nuestro capital en una actividad que contribuye a la sostenibilidad del planeta y lucha contra los efectos devastadores del poderoso cambio climático.
En la medida en que apostamos por este tipo de inversiones, reducimos la gran dependencia energética que España tiene del exterior y nos apoyamos en fuentes de generación eléctrica limpias e inagotables.
Una inversión con importantes ventajas fiscales aplicables en su Declaración de la Renta.
La inversión en energía solar es especialmente recomendable para aquellas personas que necesiten diversificar sus inversiones o busquen un beneficio fiscal a aplicar en su Declaración de la Renta o Impuesto de Sociedades.
Tanto es así que la inversión en energía solar permite una serie de desgravaciones fiscales que aumentan su atractivo frente al pequeño ahorrador. Por esto mismo, es posible deducirnos todos aquellos gastos que se desprenden de la actividad de la instalación, así como amortizar el valor de la inversión en los próximos 10 años.
En el caso de tramitar una financiación para realizar la inversión, las ventajas fiscales aumentan ya que los intereses de del préstamo solicitado desgravan en nuestra Declaración de la Renta.
También es especialmente destacable la posibilidad de devolución de IVA que presenta la inversión en todos los casos (con independencia de que la operación se realice como persona física o jurídica).
Roberto Valdivieso Magaña
Director de Comunicación de Parques Solares de Navarra