don't confuse a bull market for brains
Con los índices Americanos en máximos históricos una vez más, el fin del QE, la nueva recesión de Japón, la posibilidad de una en Europa y los decepcionados con Endesa que no sabían que el jugoso dividendo se descontaría del precio; la pregunta más ambigua y escurridiza de contestar vuelve a la mente de muchos. ¿Cuándo debo vender?
Al igual que lo hacía en el post del Cómo y Dónde Invertir, aquí también creo que la pregunta del Cuándo está supeditada a las respuestas de otras preguntas como el Por qué y a nuestro Plan y Estrategia inicial antes de hacer dicha compra. Los inversores y especuladores más exitosos lo son porque antes de entrar al Mercado se preguntan cuáles escenarios los obligarían a salir (parcial o totalmente) o incluso cuáles los incentivarían a acumular. En pocas palabras, la decisión de vender debe haberse establecido al mismo tiempo que la decisión de comprar (y/o con actualizaciones periódicas), para que el pánico de otros y los humores del Mercado no influyan emocionalmente en nuestras decisiones racionales y estrategia. No importa si eres especulador, inversor o day trader, todos debemos establecer a priori las razones por las cuales deberíamos vender.
La siguiente lista no son las tablas de Moisés ni la Constitución. No son aplicables para todos los inversores/especuladores ni es un compendio exhaustivo; son simples divagaciones que me han ayudado a encontrar mejores razones y momentos para vender (total o parcialmente) o en el mejor de los casos para revaluar mi tesis. Si alguna os sirve y podéis adaptarla a vuestra filosofía y estrategia que mejor.
- Cada vez que tengo una posición que está perdiendo dinero (casi siempre más del 10%), vuelvo a revisar todo mi análisis y me pregunto si las razones (las cuales he escrito en mi journal) de compra siguen siendo válidas. En estas situaciones siempre me pregunto: si tuviese más cash o si estuviese comenzando a formar mi cartera desde cero, volvería a comprar esta empresa hoy? Volvería a hacer esta operación?
- Sé que debo vender una inversión cuando mi análisis ha sido reemplazado o infectado por justificaciones, excusas o racionalizaciones como la fe (de que va a recuperar o va a seguir subiendo), las Promesas de los directivos, los sueños y opiniones de otros accionistas, las confirmaciones que busco en Internet y analistas, la esperanza de que voy a quedar break-even, la ilusión de que voy a dar el pelotazo, mi creencia de que en el largo plazo todo sube (sin distinguir que hay cosas que están temporalmente subvaluadas y otras que lo están casi permanentemente).
- Cuando la inversión debe cumplir demasiadas promesas, no sólo en el microcosmos de su industria o sector, sino también en su entorno económico y geopolítico.
- Cuando me hayo perdonando todos los tropiezos de los directivos por la simple razón de que creo y confío en ellos.
- Cuando la empresa comienza a utilizar el apalancamiento, adquisiciones, recompra de acciones y otros trucos contables, como con el inventario y los receivables, para simular crecimiento, en lugar de centrarse en su crecimiento orgánico.
- Cuando la pendiente de la cash burn rate se acelere sobre todo en turnarounds y en Net-Nets
- Cuando los insiders están vendiendo acciones masivamente mientras la pendiente del precio de la acción supera los 45°.
- Cuando comienzan a clasificar gastos de marketing, los lujos y parte de la compensación de los ejecutivos y directores como activos amortizables o inversiones en lugar de gastos.
- Cuando a través de la ingeniería financiera la empresa comienza a obtener beneficios que no corresponden a la actividad primaria de su negocio.
- Cuando necesito más cash porque una mejor oportunidad ha surgido.
- Cuando los inventarios y el CAPEX de la empresa siguen aumentado, pero las ventas se han estancado o comienzan a bajar y al mismo tiempo el turnover del inventario y el cash conversión cycle comienzan a deteriorarse. Esto sirve sobre todo en las cíclicas.
- Cuando veo que la inversión tiene un club de fans y se ha convertido en el meme de moda.
- Cuando he comprado a pesar de no estar seguro de mi análisis y necesito preguntar y buscar opiniones que me den tranquilidad y confirmen mi punto de vista.
- Cuando me pongo furioso al leer una opinión contraria a mi análisis o de burla hacia la inversión.
Admitámoslo, todos hemos estado en esta situación
- Cuando la revisión periódica de mi journal me indique que estoy cayendo en el disposition effect (estoy vendiendo ganadores y quedándome con perdedores).
- Cuando la revisión periódica de mi journal indique que estoy personalizando las perdidas y estoy manteniendo la posición por orgullo o para demostrar algo o porque ya invertí mucho tiempo investigando/recomendando/elogiando a la empresa (Inconsistency-Avoidance Tendency y Sunk cost fallacy) en lugar de por las razones racionales correctas.
- Cuando la revisión periódica de mi journal me indica que bajé mis estándares de inversión al comprar la empresa y/o me he centrado en un solo atributo de la compañía.
- Cuando la revisión periódica de mi journal me indica que las ganancias recientes han sido más causa de la suerte que de mi proceso y análisis.
- Cuando la revisión periódica de mi journal me indica que he comprado por el Fear of missing out (FOMO)
- Cuando por necesidad o porque el horizonte y mi estrategia o pre-mortem análisis así lo habían marcado.
- Si por error he comprado una empresa cuyo negocio y tesis de compra no puedo explicar en un par de frases, y si no puedo trazar una ruta clara de cómo están siendo generados los beneficios y el efectivo.
- Si dos Grandes Inversores comienzan a tener una pugna y/o posiciones opuestas sobre la empresa. Cuando los elefantes pelean el césped es el que sufre.
- Si no soy capaz de mantener ideas opuestas sobre la evolución de la empresa, es decir, si no puedo soportar la disonancia cognitiva.
- Si veo que los intereses del Management y/o de los major holders deja de estar alineado al mío.
- Cuando los medios, gobierno y/o resto de instituciones prometen o venden a la inversión como la nueva panacea o milagro.
- Cuando debido a las ganancias la posición ha superado el porcentaje máximo de ponderación dentro de mi portafolio.
- Cuando no puedo dormir tranquilo.
- Cuando el precio está dentro del rango del Valor de la empresa después de una actualización de la valuación.
- Cuando los márgenes y el Moat comiencen a deteriorarse rápidamente por la aparición de una tecnología disruptiva o un competidor de bajo coste.
- Cuando los créditos, flujos de fondos y demanda por la industria superen los promedios históricos. Es curioso porque ésta ha sido una señal fiable desde las burbujas de los turnpikes y trenes hasta la burbuja puntocom y la inmobiliaria.
- Cuando he comprado por el consejo u opinión de alguien más o por una narrativa o simplemente porque un gran inversor también ha comprado/acumulado y yo no he hecho mi análisis antes.
- Cuando la asignación de capital del Management es deficiente o comienza a dar claras señales de deterioro.
- Cuando la empresa comienza a salirse de su círculo de competencia y muestran señales de “compulsive hoarding disorder”.
- Cuando ya no estoy satisfecho con el ratio risk/reward.
- Cuando he confundido una inversión con una operación especulativa, y viceversa.
- Cuando estoy buscando culpables (la FED, el gobierno, los chinos, las conspiraciones, etc) para defender y racionalizar el porqué la inversión no se ha desempeñado como yo había pensado. Esto sólo indica que mi análisis fue deficiente y que no compré con el suficiente margen de seguridad.
Tal vez este post debería ser acompañado por otros que hablen acerca de Cuándo No Vender, Cuándo Comprar y Cuándo No Comprar, porque lo curioso es que muchos de los puntos que acabo de mencionar tienen a su inverso, pero eso será en otra ocasión.
Al final todo se resume en vender por razones racionales y no por razones emocionales.