¿Qué es?
El apalancamiento financiero, aplicado a la compra y venta de activos en los mercados financieros, consiste en tomar posiciones cuyo valor es superior al dinero que realmente se tiene.¿Cómo se puede conseguir?
A través de productos financieros que, por diferir en el tiempo las obligaciones de intercambio de dinero a cambio del activo negociado, no exigen el desembolso del importe de la operación.Si usted negocia una acción a través de Futuros Financieros, de los Contratos Por Diferencias (CFD), o mediante el crédito al mercado, únicamente tendrá que hacer entrega de una cantidad en concepto de garantía, que representará una fracción del valor de la operación de compra venta recibida. En función del porcentaje que deba depositar, podrá multiplicar su capacidad financiera y aumentar el importe de sus operaciones en bolsa.
Lo que debe tener presente es que el apalancamiento financiero que se le ofrece a través de determinados productos, es UNA POSIBILIDAD a su alcance, y nunca una OBLIGACION a la que deba someterse sin remedio.
Es usted el que decide si establece el apalancamiento en sus especulaciones o inversiones, y es también usted el que puede decidir el tamaño de su apalancamiento, dentro de los límites que le permitan las garantías o depósitos que le puedan exigir.
Del mismo modo a través de esos productos, sin hacer uso de la capacidad de apalancamiento que posibilitan, podría simplemente realizar operaciones por el mismo importe que hubiera utilizado en el mercado de contado, al objeto de mantener una buena parte de su dinero disponible por si fuera necesario.
¿Cuál es el medio más eficaz para hacer uso del apalancamiento financiero?
Aunque hay varios motivos por los que puede convenir hacer uso del apalancamiento financiero, los principales son:- Como Multiplicador puro de resultados. Aumentar el tamaño de una posición concreta, multiplicando los resultados positivos o negativos que se obtengan.
- Con carácter diversificador. Con motivo de liberar recursos (dinero), para poder adquirir otros activos en el mercado, pudiendo abrir más frentes de inversión o especulación.
La diferencia entre ambas actitudes principalmente está en las consecuencias que conllevan para la gestión del riesgo.
Con la seguridad de que alguna de las posiciones abiertas en el mercado, será un error y normalmente conllevará pérdidas, hacer uso del apalancamiento como multiplicador de resultados incrementará el tamaño de las consecuencias económicas de esa mala operación.
En la figura, la línea contínua muestra el perfil de riesgo en una posición comprada, al contado, sin uso del apalancamiento financiero, dónde un euro de variación del precio del activo provoca un euro de ganancia o pérdida. La línea discontínua es el resultado de hacer uso del apalancamiento financiero como multiplicador, hasta dos veces, dónde un euro de cambio de precio provocaría el doble de ganancia o de pérdida.
Un activo negociado por un importe superior al del dinero disponible, y cuyas variaciones de precio provocarán mayores consecuencias económicas sobre el patrimonio disponible.
Sin embargo, utilizándolo para poder abrir más frentes de inversión o especulación, solo en el caso extraordinario de que TODAS las posiciones abiertas sean un fallo se multiplicarán las pérdidas.
Pero como en realidad, si se ha actuado en el sentido de lo más probable en cada una de ellas, únicamente alguna –las menos- provocará pérdidas, lo que se estará consiguiendo es diluir un error en el conjunto de las posiciones abiertas, DISMINUYENDO el riesgo de exposición al mercado y sus fluctuaciones adversas de los precios, y sin que sirva para limitar los beneficios que se pueden obtener.
No se trata, en este segundo caso, de multiplicar los resultados de cada acierto o de cada error, si no que se trata de poder llegar a más oportunidades de negocio de las que le permitiría su dinero.
La figura representa una situación en la que cada posición se ha tomado con el mismo tamaño que si se hubiera efectuado en el mercado de contado, pero que en el que se han tomado cuatro posiciones, una de ellas “a la baja”, abriendo más posibilidades de negocio.
No es lo mismo, ¿verdad?. El uso del apalancamiento con efecto multiplicador incrementa el riesgo, mientras que su utilización para poder abrir más líneas de inversión o especulación, por el efecto de la diversificación en activos y en dirección de precios (pueden convivir perfectamente posiciones alcistas y posiciones bajistas –primero venta y después compra-) contribuye a disminuir el riesgo global de una cartera.
El uso del apalancamiento financiero como multiplicador de resultados, únicamente está justificado para operaciones de especulación en intradía, quedando la posición cerrada antes del final de la sesión.
El apalancamiento para liberar recursos que permitan diversificar, está justificado para la especulación y la inversión en cualquier plazo.
¿Futuros, CFDs o crédito al mercado?
El crédito al mercado es el menos apropiado para cualquier uso de apalancamiento, debido al escaso número de activos realmente accesible a través de esa fórmula, a la limitación temporal en que se permite constituir, así como por el bajo nivel de apalancamiento que permite (menos de tres veces).Entre los Contratos Por Diferencias y los Futuros Financieros, en función de para qué se vaya a utilizar será más adecuado uno que otro.
Con apalancamiento para multiplicar resultados en la especulación en intradía con índices, gracias a las horquillas más ajustadas, y a un menor coste de negociación en igualdad de apalancamiento, los Futuros financieros siguen pareciendo el instrumento más adecuado. Ahora bien, si desea establecer altos niveles de apalancamiento, los CFDs en las entidades que cobran una tarifa plana, con independencia del número de contratos negociados, pueden ser la mejor elección.
Haciendo uso del apalancamiento como multiplicador, en intradía, sobre acciones, como consecuencia de la baja liquidez en los futuros de muchas acciones, así como el escaso nivel de apalancamiento que los futuros permiten con las acciones, es mejor utilizar los CFD. Los CFD le permitirán negociar con facilidad un gran número de acciones, con costes normalmente más bajos que con los futuros, idénticos para acciones nacionales e internacionales, y con altos niveles de apalancamiento –más de 20 veces en alguna entidad-.
Para el caso de querer hacer uso de la diversificación mediante el apalancamiento: por liquidez, número de activos disponibles, variedad de órdenes y capacidad de apalancamiento, entre otros motivos, los Contratos por Diferencias (CFD), son la mejor elección con diferencia.
Jorge Del Canto Alvarez.
Asesor Financiero en Inversiones
Experto en Gestión del riesgo con derivados
Profesor de ESIC
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