Ví Wall Street a los 25 años y la he vuelto a ver esta madrugada con 55. No pasa el tiempo para esta película pero sí para el espectador, siempre con conclusiones y reflexiones acordes al tiempo que le toca a vivir, cada uno , en su espacio temporal y vital.
Mentiras, trampas , pilladas in fraganti, cuernos, otros chupan de la teta y, mientras, los misiles de largo alcance sobrevuelan a todos los actores de la tragicomedia que contemplamos: familias propietarias, banca, acreedores, accionistas, empleados, bonistas, políticos, reguladores, especuladores, asesores jurídicos.
Me remito a mi anterior post y comentarios que se van sumando en el mismo. En éste, sólo manifestar mi compromiso de recopilar de manera ordenada lo que ha sucedido, está sucediendo y va a suceder en Abengoa: Ríos de tinta de de análisis acertados o no, informaciones sesgadas, rotundas o verdaderamente falsas e interesadas. Con nombres y apellidos, por supuesto. Cada perro que se lama su c..... Lo publicado, publicado está y eso no hay quien lo cambie.
Y editar un pequeño o gran cuaderno que te haré llegar de manera completamente gratuita, si puede ser de tu interés. Ese cuaderno cronológico pondrá a cada uno en su sitio y se lo enviaremos a Oliver Stone como guión - invitación para una nueva película. Merece la pena.
No será Wall Street III, se podría llamar ¿Los Miserables también lloran?. Se admiten propuestas para el título.
Sólo un diálogo de la película como si hablaramos de Abengoa:
a) Pero...¿por qué quieres destrozar esta empresa?
b) Porque es hundible, por nada más. Y yo, gano dinero.