¿Qué es una cuenta omnibus?
También conocida como cuenta global, una cuenta ómnibus es una cuenta de valores donde se registran las operaciones de uno o varios clientes siguiendo sus instrucciones en forma individual y anónima.
¿Por qué se utilizan cuentas ómnibus?
En los mercados de valores, las cuentas ómnibus son comúnmente empleadas por los
brókeres para poder gestionar la cartera de sus clientes de una manera más eficaz.
Mediante una cuenta ómnibus, los brókeres dan acceso a los clientes a diferentes mercados desde una misma cuenta, sin necesidad de tener que abrir una cuenta a nombre del cliente en cada entidad que ejecute una operación o en cada mercado que deposite un valor.
Vale resaltar que la entidad (el bróker) asume el riesgo de contrapartida con las entidades terceras sin trasladarlo a sus clientes, siendo la entidad la única responsable de sus inversores.
Ahora que se está acabando el monopolio en las plataformas de conexión de las diferentes bolsas, los brókeres pueden buscar una mejor ejecución para sus clientes distribuyendo sus órdenes por las diferentes plataformas, por ejemplo, SIBE (BME), Deutsche Börse,
turquoise o
Chi-X. Así, en estos sistemas también se hacen imprescindibles dichas cuentas ómnibus.
¿Qué riesgo tiene operar con una cuenta ómnibus?
En España, cuando una entidad utiliza una cuenta ómnibus para la operativa de sus clientes, la cuenta está abierta a nombre de la entidad, pero el patrimonio de dicha cuenta es de los clientes y en ningún caso la entidad podrá disponer del patrimonio de esa cuenta sin orden expresa del cliente.
De esta manera, el patrimonio de la entidad deberá estar en una cuenta diferente, conocida como cuenta patrimonial.
La cuenta ómnibus, donde está el patrimonio de los clientes, la CNMV obliga a llamarla cuenta de terceros. De ese modo, se da una clara referencia a la entidad depositaria de que el patrimonio de dicha cuenta pertenece a clientes de la entidad.
Este sistema obligatorio para todas las entidades supervisadas españolas permite que una mala gestión de la entidad no ponga en peligro el patrimonio de sus clientes.
Nos hemos referido al caso español, pero cada país, claro está, tiene sus propias normativas respecto a este tipo de cuentas.
En caso de quiebra del bróker ¿Cómo puedo demostrar que los títulos son míos?
La entidad debe establecer un procedimiento interno que permita individualizar contablemente la posición de cada cliente.
Las inversiones anotadas en cuentas globales de entidades financieras quedan amparadas por los
sistemas de garantía de inversores.
¿Por qué no había oído hablar de las cuentas ómnibus hasta hace poco?
La operativa en cuentas globales no es algo nuevo de los últimos años, pero quizás se ha creado un poco de confusión a los inversores menos familiarizados con los mercados financieros.
El uso de cuentas ómnibus o globales es comúnmente utilizado en los mercados de deuda pública, en los mercados internacionales (en la gran mayoría de mercados su uso es imprescindible) y por los brókeres globales (cuando un bróker da acceso a diferentes mercados).
Desde enero de 2008, que entró en funcionamiento la
MiFID (Directiva europea de los Mercados de Instrumentos Financieros), las entidades han hecho un esfuerzo por explicar la operativa que hay detrás de una compra-venta de valores, llegando al inversor poco familiarizado con el mercado conceptos nuevos que han existido desde el origen de la bolsa como cuentas ómnibus, liquidación, depositaria o custodia de los títulos.
Ventajas y desventajas de las cuentas ómnibus
Entre las ventajas de las cuentas ómnibus podemos mencionar:
- Separación entre la propiedad del cliente y del bróker. En caso este último quiebre, el inversor puede recuperar su patrimonio.
- El riesgo de las operaciones (el riesgo de pérdidas) las asume el bróker, reduciendo el riesgo para su cliente.
- Permite la agrupación de varios inversores en una sola cuenta, lo que da acceso a comisiones más bajas. De este modo, además, los inversores minoritarios pueden adquirir instrumentos a los que de otro modo no tendrían acceso porque exigen un monto mínimo de inversión. Nos referimos, por ejemplo, a fondos de inversión internacionales.
- Existen ya aplicaciones que invierten el patrimonio de sus usuarios mediante cuentas ómnibus.
Sin embargo, también encontramos algunas desventajas:
- Los brókeres pueden hacer uso de los fondos de manera fraudulenta si se encuentran en situación de estrés financiero. Es decir, los fondos del cliente no están 100% asegurados.
- Los activos adquiridos mediante las cuentas ómnibus no son propiedad del inversor, sino que se mantienen a nombre del bróker. En otras palabras, aunque es con el dinero del cliente que se están comprando los títulos, estos no son legalmente de su propiedad. En ese sentido, el bróker podría, por ejemplo, alquilar las acciones compradas con el patrimonio de su cliente.
- El procedimiento puede resultar poco transparente para el inversor, pues es el mismo bróker el que abre las cuentas ómnibus y ejecuta transacciones desde ellas.
*Brókeres como ClickTrade, ING,
DeGiro o Interactive Brokers operan directamente con cuentas ómnibus.
*Artículo editado y complementado por
@guillermowestreicher