¿Qué riesgos conlleva suscribir un depósito a más de 12 meses?
Los superdepósitos ya no son una “perita en dulce”, sobre todo ahora que las entidades están llevando su particular guerra por captar pasivo a plazos cada vez más largos. Con una inflación del 3,5% y unos tipos de interés en clara tendencia alcista, mantener los ahorros cautivos más de 12 ó 15 meses puede ser contraproducente, máxime si el producto no dispone de ventanas de liquidez.
Obtener una rentabilidad cercana al 5% con el mínimo riesgo como ofrecen algunos superdepósitos es una tentación a la que pocos pueden sustraerse. Sin embargo, contratar este tipo de productos en el momento actual puede volverse en contra, sobre todo, si la permanencia supera los 15 meses.
Esta es una de las principales razones por la que los expertos consultados por Invertia aconsejan no contratar un superdepósito ahora, a tenor de las expectativas de crecimiento de inflación y de los tipos de interés. La otra es la falta de flexibilidad.
“La contratación de estos productos no debe superar los 12 ó 15 meses, período en el que sí es posible tener visibilidad sobre los tipos de interés”, señala Marian Fernández, responsable de Estrategia de Inversis Banco. Pero cada vez más, los bancos y cajas de ahorros están ampliando la vida de estos productos, ofreciendo a cambio rendimientos más elevados.
Así, por ejemplo, Unnim, el SIP catalán surgido de la fusión de Caixa Girona, Caixa Manlleu, Caixa Sabadell y Caixa Terrassa, acaba de lanzar el “Depósito 48 meses Unnim”, que ofrece una rentabilidad fija del 4,00% TAE a cuatro años. Del mismo modo, Barclays ha puesto en el mercado el “Depósito creciente a 3 años” que promete una rentabilidad del 3,20% los dos primeros años y del 4% el tercer año.
“Aunque tengan una vigencia amplia, los minoristas tienen que barajar la posibilidad de poder salirse del depósito sin penalización y beneficiándose de los altos intereses ofrecidos. Con los tipos de interés caminando en una sola dirección, que es al alza, tres o cuatro años es un período demasiado amplio para confiar el dinero a un depósito `ciego´, sin ventanas de liquidez”, insiste Fernández.
NO A LA PENALIZACIÓN
Sonia Pérez-Castro, directora adjunta de Gestión de Patrimonios de Gesconsult, mantiene esta misma línea. “Consideramos que éste no es un buen momento para invertir en depósitos con plazos largos por las expectativas de subidas de tipos de interés, que afectarán positivamente a otro tipo de productos conservadores como fondos monetarios y por la falta de liquidez”.
“Tener una inversión bloqueada durante tantos años no lo consideramos adecuado. Es aconsejable la búsqueda de productos que ofrezcan rentabilidad y liquidez diaria sin el pago de ningún tipo de comisiones extras (reembolso, cancelación, etc.), es decir, poder disponer libremente del dinero sin el pago de ningún tipo de comisión”, explica.
La verdad es que la mayoría de los superdepósitos conlleva algún tipo de penalización por cancelación anticipada. Por ejemplo, el “Depósito Consolidación a 24 meses” de Bankinter, que ofrece una rentabilidad del 4,15% TAE, en vez de remunerar al cliente con ese interés, lo hará con el 0,25% TAE sobre el capital aportado. El de Espirito Santo no paga nada por el nominal cancelado para todo el período desde la fecha de inicio hasta la de cancelación anticipada.
En algunos casos, es posible que el coste asumido en las vinculaciones y en la comisión de cancelación pueda ser mayor que el de la rentabilidad ofrecida inicialmente.
Pérez-Castro también hace referencia a la fiscalidad, ya que en su opinión “existen productos conservadores que ofrecen unas ventajas fiscales considerables con respecto a los depósitos”.
Otro factor a tener muy en cuenta es la inflación. “Estos depósitos antes sí eran atractivos con la inflación por debajo del 2% en 2010 y los bajos tipos de interés”, asegura Daniel Pingarrón, estratega de IG Markets. “Ofrecer un 4% o un 5% TAE no es lo mismo con un IPC al 2% que al 3,5%”, insiste, ya que si se descuenta la inflación la rentabilidad real ya no es tan atractiva.
En lo que también coinciden estos expertos es en que el mercado ofrece otros productos que, aunque ofrecen menos rentabilidad, sí disponen de flexibilidad para rescatar la aportación realizada y no exigen tener que comprar o cumplir ciertos requisitos obligatorios para la obtención de esas rentabilidades, como puede ser domiciliar recibos, nómina o comprar ciertos productos de la entidad, entre otros.
En un entorno de subida de tipos de interés, está claro que la renta fija sufre, sobre todo los plazos largos. Por ello, estos analistas señalan como alternativas a los superdepósitos, los bonos convertibles, la renta fija privada, incluso fondos que invierten en depósitos, pero sobre todo fondos flexibles en cuanto a la forma de gestión, como pueden ser los fondos que tengan presencia en flotantes. Además, no hay que olvidar que el traspaso de patrimonio entre fondos es neutro fiscalmente.
María Martínez (Invertia)
http://www.invertia.com/noticias/articulo-final.asp?idNoticia=2526514