Re: Una Cataluña independiente sería una de las economías más sanas del mundo
CON TANTO LISTO Y NOSOTROS, HECHOS UNOS ZORROS
Sin ánimo de insultar, pues éste no es un hecho diferencial, creo que el chollo de la casta política en Cataluña y sus cortinas de humo reposan firmes en la movilización de una masa inculta y abellotada de analfabetos funcionales en torno a la idea, en este caso concreto, de una nación catalana independiente. Si dichos cuatreros y sus paniaguados esbirros logran hoy ser mayoría, pues adelante. A estas alturas, la independencia podría ser preferible a la extorsión permanente, y eso vale en todos los demás casos. Por tanto, si Cataluña continúa con nosotros, muy bien, pero despréndanse de una vez de su gentuza, saquen la basura a la calle; si, por otro lado, no continúan, y ahí decidimos todos, España tendría la obligación moral de ser garante de la libertad de todos los catalanes antiindependencia y luego, de buen rollo o sin acritud -como decía aquel otro-, liquidamos cuentas, nos traemos las fábricas -las que quieran seguir vendiendo- y el empleo, vetamos o no su ingreso en Europa, etc... Si además y con eso, el proceso constituyente que habría de iniciarse, sí o sí, pudiese servir para desmantelar las restantes autonomías y librar al resto de España, cuando menos, de otros 400.000 políticos, altos cargos y, en general, demás "listos" motorizados con cargo al erario, miel sobre hojuelas... Y puestos a soñar, ¿por qué no aprovechar la ocasión y plantearnos un nuevo estado central y descentralizado, con un 80% menos de cargos y privilegios pero tan eficientes éstos como, de entrada, permita el elegirlos en democracia directa: listas abiertas y desbloqueadas, quiero decir; un estado donde los pufos los paguen quienes los provocan...? En definitiva, un estado con menos salvapatrias, porque, total, -teniendo ahora más "menteclaras" que nadie- los iluminados no han logrado conducirnos al Valhalla -o a la Jauja- donde ellos, con sus obscenos privilegios de casta costeados por todos nosotros, ya habitan de siempre, sino a todo lo contrario, y nosotros bailándoles el agua.