Nuevo libro y vuelve por sus fueros dando lecciones de su curso
La volatilidad desatada en el mercado a consecuencia de la irrupción del coronavirus, unida a la búsqueda de nuevos retos en pleno confinamiento, ha llevado a muchos ciudadanos a adentrarse en el mundo de la inversión por primera vez. Una tromba hacia un terreno hostil para novatos que incluso ha hecho saltar las alarmas de los supervisores para insistir en la necesidad de tomar las debidas precauciones y guías antes de dar el salto.
Con este telón de fondo, Josef Ajram, una de las voces más reconocidas del trading en España, conversa con Invertia mientras las bolsas no dejan de pegar bandazos de precio a uno y otro lado de la gráfica. El mismo que hace un par de décadas abandonó la universidad para dedicarse a la operativa bursátil explica su visión actual sobre el mercado y la economía, dónde están las oportunidades y cuáles son los riesgos de ahogarse en el intento de nadar en la avalancha de liquidez de los bancos centrales.
El momento no ha podido ser más propicio para el trader y deportista barcelonés afincado en Ibiza, pues acaba de lanzar una nueva edición de su escuela digital de formación en operativa bursátil. Además, un nuevo libro con su firma ve la luz en estos tiempos convulsos. ‘Estrategias de operativa bursátil’, que es el sexto de su carrera.
- Muchas firmas de trading aseguran haber registrado un fuerte incremento de operativa y clientes en las últimas semanas. ¿Cuál ha sido su experiencia?
La verdad que ha sido una locura. Hemos tenido que doblar equipo por la gran demanda que ha habido en la última convocatoria de nuestra formación online. Durante el confinamiento, la gente ha querido ocupar su tiempo y hacer cosas que tenían pendientes. Todos hemos hecho algo que nos apetecía hacer y, coincidiendo con el crack bursátil de finales de febrero, hubo una avalancha de peticiones de nuestro método.
Una de las clases del método de inversión de Josef Ajram impartida por su creador. JA
Realmente, teníamos contemplada la convocatoria del método para finales de abril, pero la adelantamos un mes y se apuntó muchísima gente. Después de nueve años de formación presencial, en el pasado julio comenzamos la versión online y eso nos ha permitido haber llegado a más gente.
- Después de tantos años de mercados alcistas, ¿cree que su método funcionará también en la tendencia bajista que parece que estamos inaugurando?
En realidad, cuando el método se desmarca de las circunstancias del mercado es en episodios bajistas, ya que la operativa a corto es algo natural, ni mejor ni peor, que forma parte del método. Aunque siempre vamos a dar prioridad a acciones alcistas, porque el beneficio es limitado, en corto hay estrategias que nos permiten ganar. Eso sí, con un máximo del 100%, que sería el caso de una quiebra. En una operativa alcista puedes triplicar o más cuando la acción sube.
- ¿Cómo valora entonces el reciente veto de posiciones cortas impuesto por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)?
Que la CNMV no permita operar en corto no nos gusta. Creo que el foco debería estar en que las compañías hagan bien las cosas, porque si fuera así nadie se pondría corto. Si una empresa es solvente, hace bien las cosas y crea valor para el accionista, no estará en mínimos históricos ni habrá posiciones cortas. De hecho, hay ejemplos de empresas de la bolsa española que están en máximos desde hace mucho tiempo o casi históricos.
El punto de mira tendría que estar en qué cosas han hecho mal ciertas compañías para que estén perjudicando tanto a sus inversores, en lugar de en pensar que se trata del capricho de cuatro ‘hedge funds’ y cuatro pequeños inversores. Nadie quiere ponerse a corto en una empresa si no hay un motivo. La reflexión tendría que estar en qué ocurre para que una empresa caiga un 10% el día que se permiten los cortos; y en España tenemos una serie de casos que lo atestiguan: Banco Popular, Abengoa, Deoleo…
No nos gusta que la CNMV no permita operar en corto, el punto de mira tendría que estar en qué cosas han hecho mal ciertas compañías
- Pero lo cierto es que los ‘chicharros’ son atractivos a la hora de invertir.
Mi intención es formar al alumno. La gente tiene que entender que la bolsa no es siempre para ellos. Esa es mi mayor misión. Muchos se creen que leyendo prensa financiera y un libro ya pueden operar en bolsa y no son conscientes de que cada vez que operan se meten en una carnicería contra Morgan Stanley, Banco Santander, etc.
El mayor atractivo para los nueve millones de españoles que operan en bolsa es meterse en valores pequeños. Es la tentación de comprar una acción que vale 10 céntimos esperando que suba. Ahí es cuando llega la percepción errónea de que la bolsa es un casino. Por eso, yo siempre digo a mis alumnos que tienen absolutamente prohibido operar en estos valores. Es más, les damos un listado de valores de la bolsa española que están permitidos. Luego, si nos hacen caso o no, ya no está en nuestras manos.
- ¿Ese listado es fijo o lo va revisando?
Se modifica un poco según circunstancias e incertidumbres del mercado, pero sin una periodicidad muy definida. Lo que buscamos es el Ibex 35 y empresas que consideramos que, si alguien quiere tener una inversión abierta, puede estar relativamente tranquilo en función de cómo vemos la compañía y el volumen que moviliza. Y siempre aconsejamos empresas de lo más líquidas posible.
- De todos modos, el factor emocional siempre está ahí a la hora de invertir. Si ganas, es fácil venirse arriba y tener esa percepción de casino. ¿Cómo se puede controlar?
El gran enemigo de cualquier persona que opere en bolsa es la emoción. Tengo elaborado un listado que llamo ‘Los 20 Mandamientos’. Si te los saltas, perderás dinero. Y gente que psicológicamente sea capaz de no saltarse estos mandamientos, quizá haya un 20%. Esa es la gran diferencia entre los robots y las personas a la hora de operar, ellos no tienen emoción, no tienen creencias ni apegos o preferencias sentimentales.
En el grupo de amigos que mantengo desde que tenía seis años a varios les ha dado ahora también por la bolsa. Uno de ellos, con una sola operación sobre Moderna se saltó 10 de estos mandamientos, así que le dejarán fuera de juego y luego dirá que la bolsa es un casino. A menudo, la gente se aburre y ve la bolsa como una emoción… le entra el ‘gusanillo’ de invertir y termina buscando un bróker con apalancamientos.
A menudo la gente se aburre y ve la bolsa como una emoción, ese es el gran enemigo de cualquiera que opere
Aquí, mi tarea divulgativa principal es insistir: “No operéis en bolsa”. Les digo que no tienen que operar antes de tres o nueve meses, según el tiempo que dediquen a la formación, pero muchos a las tres semanas ya están ahí. Y eso que es gente muy formada. Si te apuntas a Medicina, a las tres semanas no estás intentando curar a nadie, ¿no? Pues aquí es lo mismo.
- En su método sí que contempla la operativa con contratos por diferencia (CFD), ¿no implica esto un mayor riesgo de esos que recomienda evitar?
Lo que implica un mayor riesgo es no tener control del apalancamiento, pero si te ciñes a no apalancarte, el CFD es el instrumento financiero perfecto para operar, porque es el único que de una manera cómoda y líquida te permite operar sobre acciones con el mercado en las dos direcciones.
En este sentido, hay gente que abre una cuenta con 3.000 euros y automáticamente le dan 15.000 para operar. Si no controlas la tentación del apalancamiento, te funden. Hay que tener especial ojo con los brókeres ‘market maker’, que no solo ganan dinero con las comisiones, también si pierdes.
Josef Ajram en una rueda de prensa de una competición deportiva. JA
- Con estos mandamientos y tentaciones sobre la mesa, ¿cuál diría que es el mayor pecado del inversor español?
El principal es no poner stop loss. Al final, lo normal es comprar un valor porque había cotizado muy arriba y después ha caído, pero no ha desaparecido el riesgo de que pueda caer aún más. La gente no es consciente de que necesita una revalorización del 100% para recuperar el dinero en una inversión en la que acumula pérdidas del 50%. Vas a necesitar dos años para no perder dinero y lo más seguro es que además decidas vender en el momento en que pierdas. A la gente le cuesta mucho comprender que su única preocupación en el momento de hacer una operación es cuánto están dispuestos a perder.
Después, la siguiente clave es gestionar bien el capital. En el método se recomienda contar con entre cuatro y seis valores. Así, si alguno sale mal, será una parte proporcional de la cartera. Y, así, hacer siempre lo mismo, porque la construcción de capital no debe ser con apalancamiento, sino con rotación, con la habilidad de ir comprando y vendiendo de tal manera que el riesgo esté siempre bajo tu control. Sin embargo, el ser humano no tiene paciencia para enriquecerse lentamente, por eso decide arruinarse rápidamente.
Y eso por no hablar del daño que ha hecho Hollywood con películas como ‘El lobo de Wall Street’, que hacen que mucha gente solo quiera apuntarse al ‘pelotazo’.
El principal pecado del inversor español es no poner 'stop loss' a sus posiciones en cartera
- En las antípodas de esta búsqueda del ‘pelotazo’ pero también de su método están las estrategias ‘value’ que tanto están creciendo en España. ¿Qué opinión le merecen?
Los gestores son impresionantes. Yo intenté gestionar y me fue fatal porque mi método no era aplicable a todas las exigencias de gestión de riesgos de la CNMV, por eso decidí dejarlo. Sin embargo, desde que metí la nariz en este mundo, sé las dificultades que tiene cualquier gestor, con lo cual los admiro mucho. A mí, lo único que me sorprende de los gestores ‘value’ es que no contemplan el stop loss…. y enamorarse de una compañía tan fuerte sin ponerlo, me parece de una sangre fría increíble.
- En su último libro habla de la importancia del zoom en la cámara de fotos del trader. ¿Cuál debería ser su configuración en estos momentos?
Ahora mismo, el mayor saboteador que tenemos es lo que nos dice la razón frente a lo que está pasando en el mercado. La razón dicta que el Dow Jones debería estar 15.000 puntos más abajo y el mercado muestra empresas que están en máximos históricos. Una vez más, la bolsa demuestra que hay que hacerle caso al gráfico y no a la razón, porque si vas contra el mercado te pueden reventar.
Intenté gestionar y me fue fatal porque mi método no era aplicable a todas las exigencias de riesgos, por eso decidí dejarlo
Hay que ampliar la perspectiva de entender que estamos viviendo una circunstancia nunca vivida en la historia y en la que se ha inyectado una cantidad insólita de dinero desde los bancos centrales. De momento, creo que ya está sorprendiendo a muchos el comportamiento de los mercados.
- Y, por no irnos tan lejos, ¿cómo ve el Ibex 35?
Si consideramos que no vamos a estar más confinados próximamente y damos por supuesto la hipótesis de que en un año máximo tendremos una vacuna, creo que el Ibex ha tocado suelo. Si de aquí a dos meses nos vuelven a encerrar, entonces ya será otro cantar.
En cualquier caso, IAG ha de subir más de un 300% para volver a precios de finales de febrero y el Sabadell tiene que subir más de un 350% para llegar a enero. Lo cierto es que hay valoraciones muy heavys.
- Y, en sentido opuesto, la especulación desatada sobre los valores en la carrera contra el coronavirus.
Yo no soy de los que piensan que hay que comprar cualquier empresa pensando en que va a ser la descubridora de la vacuna. Al final, Moderna tiene cero productos en el mercado y capitaliza 26.000 millones de dólares. Eso va contra mi método, que está basado en la probabilidad al buscar empresas que han sido muy castigadas, que presentan posibles suelos desde los que buscar rebotes.
Si se muere el ratón de Moderna, igual de un día para otro cae un 80%. Y eso, no
Se trata de intuir potenciales de rentabilidad importantes, pero con un historial técnico que sobre todo dé un nivel de stop loss. Al final, el método se basa en que si sale mal, sé dónde y cuánto puedo perder… Si se muere el ratón de Moderna, igual de un día para otro cae un 80%. Y eso, no.
- Las que tampoco encuentran techo en su rally son las grandes tecnológicas, las conocidas como FAANG.
Yo me puse corto en Apple y Facebook por método y me costó dinero. Es impresionante, porque racionalmente no le encuentro explicación, pero el mercado tiene esa fuerza. Hay una orgía de dinero en liquidez tan exagerada que la gente necesita buscar refugio. Más todavía con los tipos al 0% o negativos durante al menos una década más. Así, intentamos ir sobre seguro y todos hemos visto que los grandes ganadores de este proceso han sido las empresas relacionadas con digitalización.
Todos hemos descubierto el teletrabajo y muchas herramientas a las que va a ir el dinero.
- Y, de regreso al mercado español, ¿cuáles son ahora mismo sus valores favoritos?
Estoy muy centrado en IAG. Entré hace unos días con stop loss clarísimos. También estoy vigilando Atresmedia y, en bancos, el Santander. Todo en la línea de pensar que quizá lo peor ha pasado de cara a los próximos meses. De hecho, si el banco perfora mínimos, me saltará el ‘stop’. Decidí entrar por la diversificación que tiene, que hace que esté más desmarcado del riesgo España.
De momento, la verdad es que en bolsa española veo poco más que IAG, Atresmedia y Banco Santander
De momento, la verdad es que poco más. Tampoco creo que este sea un escenario para enamorarse de un valor, porque creo que se tardará muchísimo tiempo en volver a precios cercanos a febrero, pero sí que creo que el rebote puede ser importante en este tipo de valores. Además, lo que intento siempre es evitar compañías con incertidumbres que puedan alterar su cotización bruscamente de un día para otro. Prefiero entrar en escenarios más despejados.
- Y, ¿cómo le va resultando esa estrategia en este turbulento 2020?
La verdad es que voy bien comparado con el mercado. Las vi venir con dos datos de China. Primero, cuando en enero leí que la venta de coches se había desplomado un 90% en ese país, porque se trata de un dato que para mí es fundamental en la evolución de cualquier mercado. Después, un día que estaba en Madrid y escuché por la radio que había 200.000 pueblos aislados también en China. Aquí seguíamos como que no pasaba nada. Yo probé cortos y fue bien.
- Seguramente esto haya incrementado su reputación entre sus seguidores. ¿Cómo se lleva esta responsabilidad a que en el libro se refiere como ‘ser una estrella de la bolsa’?
Lo cierto es que la queja es menos cuantitativa, pero es más ruidosa. Hace tantos años que estoy en las redes sociales, que asumo que en cuanto a críticas es lo que hay. Yo lo que quiero es hacer una tarea divulgativa, porque amo la bolsa. Si mañana me dicen que elija una cosa de las que hago a nivel profesional, elijo estar delante de las pantallas a las 9 de la mañana porque me apasiona y me da la libertad que es todo lo que tengo y que se concreta en poder hacer mi trabajo desde cualquier lugar del mundo.
Mi tarea divulgativa principal es insistir: 'No operéis en bolsa si vais a pagar para luego no cumplir'
Yo empecé en esto con 6.000 euros que me dejó mi abuelo. Entonces, realmente considero que si yo he sido capaz de desarrollar un método y ganar con él, las personas que hagan caso, ganarán dinero. El problema, una vez más, es que la gente paga para luego no hacer caso. Es brutal, porque se están jugando sus ahorros. Y los pierden.