Mes de junio de transición en las bolsas europeas y mejor comportamiento en las americanas, con lo que se mantienen rentabilidades cercanas a doble dígito en el acumulado de 2021 y con la mayoría de índices americanos y europeos en máximos de 2020-21 a excepción del Ibex y del británico Footsie. Si el mes de junio se ha caracterizado por algo ha sido por el discurso acomodaticio de los bancos centrales, aun a pesar de un contexto de aceleración de la actividad económica (apoyado por los claros avances en la vacunación) y de presión al alza sobre la inflación a corto plazo. Esto ha sido posible gracias a que este repunte de precios se sigue considerando transitorio por parte de los bancos centrales (efectos base, cuellos de botella que se esperan temporales) y la recuperación está aún incompleta, a falta de la vuelta del mercado laboral a los niveles pre-Covid. Este sesgo aún dovish de los bancos centrales (aun a pesar de que la Fed ha endurecido ligeramente su dot plot) ha permitido un mes de retroceso en TIRes, recogiendo la cautela manifiesta en la retirada de los estímulos monetarios extraordinarios.
En el mes de junio, y al contrario que en el mes precedente, los avances han sido más significativos en las bolsas americanas, recuperando el tecnológico Nasdaq con fuerza en el citado entorno de rentabilidades de la deuda más bajas, mientras que Europa ha tenido un comportamiento mensual bastante plano, destacando en negativo el Ibex 35. En EEUU, S&P +2,2% en USD (+5,3% en euros) y Nasdaq 100 +6,3% en USD (+9,5% en euros), mientras que, en Europa, Eurostoxx +0,6%, Dax +0,7% e Ibex -3,6% deshaciendo su buen comportamiento del mes anterior, con tomas de beneficios en turismo y cíclicos en general y mejor evolución de valores de crecimiento y farma. Emergentes planos -0,1% en USD (+3% en euros).
En los mercados de deuda, caída generalizada de TIRes 10 años, más intensa en EEUU (-13 pb hasta 1,47% vs máximo anual 1,74%), Alemania -2 pb a -0,21% (vs máximo anual -0,10%), España -5 pb a 0,41% (máximo 0,62%) e Italia -9 pb en 0,82% (máximo 1,12%).
En el mercado de divisas, el dólar ha frenado su depreciación de los meses de abril y mayo (+4%) y tras moverse en un rango mensual de 1,18-1,22 USD/Eur, terminó el mes de junio apreciándose un 3% hasta 1,18 USD/Eur ante una Fed que pasa de "extremadamente" a solo "moderadamente" acomodaticia frente a un BCE que se mantiene ultra dovish.
En el mercado de commodities, el crudo se movió al alza en un rango de 69-77 USD/b (Brent), en un mes de menos a más en el que acabó apreciándose un +8%, ante las expectativas de recuperación del ciclo y la disciplina productora de la OPEP+, que mantiene su estrategia de progresiva vuelta de la oferta al mercado si bien a principios de julio hemos visto ciertas desavenencias dentro del cártel.
En cuanto a nuestra visión de mercado, apreciamos una creciente volatilidad asociada a temores sobre inflación a corto plazo y riesgo de retirada prematura de estímulos monetarios, así como incertidumbre ante nuevas cepas y evolución de la pandemia, que podrían proporcionar mejores puntos de entrada, especialmente teniendo en cuenta los exigentes niveles de valoraciones absolutas alcanzados. Las tomas de beneficios asociadas a estos riesgos constituirían una interesante oportunidad para incrementar posiciones en bolsa, especialmente europea, que seguirá beneficiándose de su mayor sesgo value/cíclico ante la confirmación de la recuperación que se hará más patente en la segunda mitad del año.
En un contexto de cierta toma de beneficios, que consideramos sana, las políticas monetarias expansivas seguirán sirviendo de apoyo, en la medida en que la recuperación sigue siendo incompleta (empleo) y el repunte de inflación continúa considerándose puntual (aunque merecedor de seguimiento). Los distintos momentos de ciclo e inflación en la Eurozona vs EEUU justifican un sesgo mucho más acomodaticio del BCE frente a una Fed que empezará a girar su discurso hacia otro ligeramente menos dovish, aunque telegrafiando al mercado el inicio de retirada de estímulos monetarios, que estará vinculado a la evolución del mercado laboral. El próximo catalizador de las bolsas podría ser la presentación de resultados empresariales correspondientes al 2T21, que comenzaría a mediados de mes en EEUU y una semana más tarde en España, y que en un contexto de aceleración del crecimiento económico podría propiciar nuevas revisiones al alza en los BPAs estimados y con ello rebajar el grado de exigencia de las valoraciones absolutas.