Tras casi un año sin escribir ningún nuevo artículo y pasándoos únicamente las Cartas del Argos, hoy vuelvo a escribiros unas líneas (espero que os sean útiles y como siempre, amenas). El motivo de este largo año es que he estado centrado en escribir un nuevo libro que espero que en breve llegue a vuestras manos.
Estuve en Rankia hace unos meses comentando el porqué yo recomendaba seguir manteniendo la prudencia a la hora de invertir, tal y como los argonautas ya conocían porque así veníamos comentándolo en las Cartas mensuales. Como asesor del Argos Capital he procurado recordar a los inversores siempre esa máxima de prudencia y de mantener la disciplina inversora. En aquella charla con Rankia os indicaba mis argumentos (o mejor dicho, los argumentos de otros expertos que a mí me convencían) para hablaros de que aún estábamos en un mercado bajista de largo plazo o mercado bajista secular. El “oso” aún no había dado su último zarpazo y tal y como comenta Maggie Mahar en su estupendo libro BULL! y es en ese momento cuando el oso se va a hibernar de verdad y vuelve el periodo de mercados alcistas seculares. Ese “último zarpazo” aún no se había producido.
En ese momento- y en Noviembre en una charla en León- indicaba que no había forma de saber cuando ocurriría, pero que debíamos estar preparados para cuando llegara el momento. Son decisiones que no son nada cómodas, la verdad. Durante algo más de dos años -les decía a los argonautas- hemos aceptado parecer idiotas mientras el mercado se disparaba, pero siempre con el foco puesto en no perder o en perder lo menos posible. Al cabo de estos años, esta estrategia – por llamarla de forma rimbombante- ha resultado fructífera y nos ha permitido batir al mercado, incluyendo los dividendos brutos como siempre insisto.
Tras estos meses advirtiendo de que debíamos prepararnos para el zarpazo del oso y de la dureza que podíamos esperar de él, nos encontramos ahora con que muchos inversores y amigos parece que tienen prisa en “aprovechar” las caídas para comprar todo lo posible. Da la sensación de que, acostumbrados a un mercado alcista en cuya lógica merece la pena aprovechar los recortes porque al final termina subiendo, están ansiosos como si esperaran o creyeran que las cosas no pueden torcerse más. Pues, siguiendo a Dante y su Divina Comedia…Lasciate Ogni Speranza…perded toda esperanza. El oso ha estado jugando en estos años y tiene las zarpas preparadas…y no tendrá perdón.
La mejor consideración que puedo haceros (y así lo trato de hacer en el Argos) es que no tengáis prisa por comprar. Salvo que utilicéis derivados (el Argos no lo hace) la única posibilidad de minimizar pérdidas y de tener capacidad de inversión es tener liquidez. En el Argos tenemos ahora un 38% aproximadamente, para que os hagáis una idea. Las compras habrán de ser pausadas…en el caso del Argos siempre he dicho que, dado que no somos Warren Buffett y no nos entran miles de millones de dólares al mes, hemos de procurar que las recomendaciones de inversión tengan en cuenta el nivel de liquidez y por ello en ocasiones puede parecer que somos muy prudentes. Lo somos… pero tiene su lógica.
No sé hasta dónde llegará el recorte en los mercados al igual que desconocía hasta donde podría subir. Pero en ambas situaciones es importante tener liquidez suficiente para poder aprovechar las oportunidades que el mercado nos vaya a ofrecer. Algunas aún habremos de esperar para poder recomendar su compra, dado que pese a los recortes aún no han llegado al precio apetecible; en otras ya hemos empezado a tomar posiciones y esperaremos con la escopeta cargada para seguir comprando. En nuestro caso, ver que el mercado nos ofrece precios adecuados en algunas empresas y precios de ganga en otras… no es algo que nos moleste en absoluto.
Los argonautas estaban advertidos de esto y por tanto el fondo estaba posicionado para esta situación. La liquidez nos permite por un lado, caer menos que el mercado- que no es poco- y por otro, aprovechar los zarpazos. Eso no significa, naturalmente, que aquellas compras que podáis ir realizando sean a mínimos de cotización… ¡ya quisiéramos todos! Pero no caerá esa breva. Habéis de estar preparados para que lo que hoy compráis a precios ridículos…en unos meses esté un 40% más abajo. Aprovechad y seguir comprando en ese momento si seguís con liquidez. No es fácil y no es cómodo…y no es rápido! Porque tampoco hay forma de saber cuándo el mercado tocará fondo y empezará a crecer… pero NO será rápido si ha de ser una recuperación sana.
El oso está dando zarpazos y no tiene compasión. No la esperéis. Y mientras no esté todo el mundo más que harto… el oso no se retirará a su madriguera.
Un abrazo a todos y hasta el próximo artículo.