Aprovechamos este primer post del Blog para comentar brevemente los recientes movimientos del mercado de renta fija, particularmente en el segmento high yield.
Los mercados siempre son contra intuitivos y todos leíamos machaconamente durante el primer semestre del año que como Draghi había sacado adelante su plan de compra de activos a razón de 60.000 millones de euros al mes, los bonos se iban a mantener a niveles de rentabilidad muy bajos y, en consecuencia, “como la renta fija no da nada” (cuanto tiempo llevamos oyendo eso¡) el único activo en el que estar invertido que va a generar rentabilidad es la renta variable. En fin, todos sabemos lo que ha acontecido. La TIR del bund se fue del 0% a niveles superiores al 1% a pesar de las compras del BCE y el equity en Europa ha caído de media, desde máximos, alrededor de un 20%.
¿Qué hemos visto en el mercado de high yield? También fuertes caídas. En este gráfico se puede ver el incremento de diferenciales que han experimentado los bonos de alto rendimiento durante los últimos meses:
Estas caídas han sido particularmente dramáticas en ciertos emisores como la empresa brasileño-portuguesa de telecomunicaciones OI y Petrobras.
Se puede apreciar claramente que se han producido desplomes de alrededor de un 20% en precio en estos bonos senior con plazos hasta su vencimiento relativamente cortos (años 2017/2018) lo que ha situado sus niveles de TIR en mercado en niveles del 14% en el caso de Petrobras y más del 20% en OI.
Junto con estas caídas, y seguramente también relacionadas con ellas, se está experimentando una reducción significativa de los niveles de liquidez de este tipo de referencias (bonos high yield) en cuanto a su negociación en mercado, con una fuerte ampliación de los diferenciales entre oferta y demanda (bid-ask). Esta circunstancia está afectando negativamente al comportamiento de fondos con este tipo de posiciones en cartera, ya que muchos de ellos valoran a bid.
En general pensamos que los niveles de rentabilidad que está alcanzando el universo de bonos de alto rendimiento comienza a ser atractivo para ir tomando posiciones, aunque preferiblemente a través de fondos o SICAV de cara a tener una diversificación que permita evitar los “desplomes” de emisores concretos (entre ellos OI y Petrobras, pero también Bombardier, Glencore, …)