Como ya he realizado con otras entidades financieras, se trata de comparar la calidad del Activo del banco según la última información facilitada a la CNMV en Junio de este año con la de fin del año 2007 que es cuando se supone que comenzó la crisis y además estimar una valoración de la acción como consecuencia del deterioro de los activos.
Lo primero que llama la atención es que la liquidez inmediata, Caja y depósitos en bancos centrales, no ha variado en términos porcentuales con respecto al total del Activo. En 2007 era el 1,60 % y a finales de Junio continua siendo el 1,60 % y esto es una buena señal comparado con otras entidades que la han reducido a más de la mitad. Por otro lado si que se aprecia el proceso de desapalancamiento de los créditos a la clientela, que en 2007 representaban el 81 % del Activo y ahora baja hasta el 73,50 %. La dinámica es la misma que en la mayoría de entidades: No se conceden nuevos créditos ante el miedo a que incurran en morosidad, con lo que el dinero que se recupera por la amortización de los prestamos en vigor se destina a la inversión en emisiones de deuda, fundamentalmente del Estado, pero también de otras entidades de crédito y de grandes empresas. Se compra deuda a medio o largo plazo cobrando un tipo de interés alrededor del 4 % y con ella se pide liquidez en el BCE a cambio del 1 %. De esta forma se gana un 3 % fácilmente sin el riesgo de asumir nuevos morosos. Como ven se matan dos pájaros de un tiro por un lado el BCE concede financiación al Estado a través de las entidades financieras y por otro todos los españoles contribuimos a que las entidades financieras continúen ganando dinero. Así el porcentaje destinado a deuda del Estado y otros ha pasado del 7 % al 13 % y mientras el Estado necesite financiación continuará aumentando el importe destinado a este concepto y no desaparecerá la facilidad de liquidez del BCE.
Hasta aquí todo más o menos dentro de lo normal del negocio de los bancos, pero lo que deja de serlo son los activos dudosos, fundamentalmente préstamos, que según cuenta el banco ascienden a 3.404 millones de euros con unas provisiones de cobertura alrededor de los 2.000 millones, por lo que el ratio de cobertura es el 59 %. De el importe de préstamos dudosos aproximadamente el 64,50 % tienen garantía real, hipotecaria o de otro tipo. Además tiene en existencias unos 1.200 millones en solares de diferente tipo, otros 338 millones en promociones de viviendas en diferentes grados de desarrollo y unos 45 millones, que realmente son muy pocos comparado con la competencia, en viviendas aceptadas en dación por no poder cobrar el crédito concedido. Y ahora se añade una nuevo motivo de preocupación para el banco y es las posibles pérdidas que le puede acarrear la cartera de deuda del Estado si no la mantiene hasta el vencimiento por la subida de tipos que se está produciendo en la deuda por las tensiones de los mercados financieros y que ya en Junio le forzaba a rebajar su Patrimonio Neto en 150 millones y que a final de año si se mantienen las tensiones en los mercados serán mayores.
Tenemos pues como posible deterioro de los activos del banco los 3.404 millones en créditos, más las pérdidas que se podrían derivar de la venta de los 1.583 millones en solares y viviendas, más las posibles pérdidas por los activos financieros disponibles para la venta y que en Junio el banco estimaba en 150 millones. Y para hacer frente a estas pérdidas el banco dispone de los 2.000 millones de provisiones más las garantías hipotecarias. Los mercados estiman que estas garantías no son suficientes bien sea por que esperan que la morosidad continúe creciendo o porque los solares y viviendas no estén valorados a precios de mercado. Piensan que el banco va a sufrir un deterioro importante en su Patrimonio Neto y por eso la acción está cotizando por debajo de su valor teórico que es 4,15 euros. Que tengan razón o no es lo que está por ver. Los famosos test de stress se hacen para demostrar que las entidades no están tan dañadas como estiman los mercados.
Pero cada uno se puede montar su test de stress particular y actuar en consecuencia. Así, si uno piensa que lo peor que le puede pasar al banco ya le ha pasado, que la morosidad no va aumentar, ni las daciones ni las existencias y además tiene en cuenta que las garantías hipotecarias en lugar de cubrir el 100 % del préstamo fallido solo cubren el 50 % y lo mismo para los solares y viviendas en ejecución, resulta que con las garantías y provisiones que tiene son suficientes y no tendría necesidad de ampliación de capital. Pero se puede ser más exigente y considerar que la morosidad se incremente un 50 % más y que las existencias crezcan el mismo porcentaje y además que las inversiones financieras disponibles para la venta sufran una pérdida del 10 %. En estas condiciones, si no se incrementan las provisiones, la pérdida patrimonial sería de 1.418 millones y por lo tanto el valor teórico de la acción pasaría a ser 3,03 euros. Como este es más o menos el precio al que está cotizando actualmente se puede suponer que algo similar a estas cuentas son las que estima el mercado.
¿Es posible que la morosidad se incremente en un 50 % adicional y lo mismo para los activos inmobiliarios? ¿Y que además simultáneamente se pierda un 10 % en las inversiones en deuda? ¿Y que además los activos inmobiliarios se deterioren un 50% en su valor de tasación? Pues es difícil de creer pero hay quien piensa que esta no es una crisis normal y que lo peor está por llegar. Si uno cree que lo peor ya ha pasado tiene a su alcance una buena inversión solo hay que comprar y esperar a que el tiempo le dé la razón, pero si cree que lo peor no ha pasado debería ser prudente y pensárselo dos veces antes de comprar, y si uno piensa que además de no haber pasado lo peor el Balance no está mostrando la verdadera magnitud del problema, lo que tiene que hacer es ponerse corto porque aún bajará mas.
Saludos.
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