Las empresas buscan a menudo soluciones y oportunidades de expandirse más allá de sus fronteras nacionales para generar negocio en otros países y ahorrar costes con condiciones bancarias y fiscales más propicias. Abrir una cuenta de empresa en el extranjero es una de las estrategias que las empresas utilizan para gestionar sus operaciones internacionales, facilitar transacciones y aprovechar beneficios fiscales.
Sin embargo, esta práctica conlleva importantes implicaciones fiscales que deben ser comprendidas y gestionadas adecuadamente para evitar sanciones y optimizar la carga tributaria. En este texto revisamos las consideraciones fiscales y tributarias de tener una cuenta de empresa en el extranjero para una empresa con sede en España, incluyendo la tributación de los ingresos y las obligaciones de declaración.
Sin embargo, esta práctica conlleva importantes implicaciones fiscales que deben ser comprendidas y gestionadas adecuadamente para evitar sanciones y optimizar la carga tributaria. En este texto revisamos las consideraciones fiscales y tributarias de tener una cuenta de empresa en el extranjero para una empresa con sede en España, incluyendo la tributación de los ingresos y las obligaciones de declaración.
¿Se puede tener una cuenta de empresa en el extranjero si mi negocio está en España?
Sí, una empresa con sede en España puede abrir y mantener una cuenta bancaria en el extranjero. Esta práctica es completamente legal y puede ser beneficiosa para facilitar operaciones internacionales, gestionar ingresos en distintas divisas y optimizar la gestión financiera global. No obstante, se debe cumplir con las obligaciones fiscales y de información impuestas por la legislación española.
¿En qué casos es recomendable abrir una cuenta de empresa en el extranjero?
Abrir una cuenta de empresa en el extranjero puede ser recomendable en varias situaciones:
- Operaciones internacionales: Para empresas que realizan transacciones frecuentes con clientes y proveedores en el extranjero, tener una cuenta en una moneda local puede reducir costes de conversión y facilitar las operaciones. Algunas de las cuentas de empresa destacadas para operaciones internacionales, son las siguientes:
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Comisiones0,00 EUR
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Tarjetas gratuitasDébito
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TAE (%)0,00
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Condiciones3
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Destinada aAmbas
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Comisiones99,00 EUR
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Tarjetas gratuitasDébito
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TAE (%)0,00
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Condiciones0
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Destinada aAmbas
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Comisiones0,00 EUR
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Tarjetas gratuitasDébito
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TAE (%)0,00
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Condiciones0
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Destinada aAmbas
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- Optimización fiscal: En algunos casos, las cuentas en el extranjero pueden ofrecer ventajas fiscales, aunque siempre debe cumplirse con la normativa fiscal vigente en España.
- Acceso a mercados financieros: Las cuentas en bancos extranjeros pueden proporcionar acceso a productos financieros y servicios bancarios que no están disponibles en el país de origen.
- Diversificación del riesgo: Distribuir activos financieros en diferentes jurisdicciones puede reducir el riesgo asociado a la inestabilidad económica o política en un solo país.
¿Cómo se tributa por las cuentas de empresa en bancos extranjeros?
La tributación de las cuentas de empresa en bancos extranjeros debe ser manejada con cuidado para evitar sanciones y optimizar la carga tributaria. En España, las principales consideraciones incluyen la declaración de bienes en el extranjero mediante el modelo 720, la inclusión de rendimientos en el IRPF y el impuesto sobre el patrimonio, así como la correcta declaración de intereses generados por los depósitos.
Modelo 720 para informar sobre bienes en el extranjero
El modelo 720 es una declaración informativa que deben presentar los residentes fiscales en España que poseen bienes en el extranjero cuyo valor supera los 50.000 euros. Este modelo incluye información sobre cuentas bancarias, acciones, participaciones, seguros de vida, propiedades y otros activos situados fuera del país.
La presentación de este modelo es obligatoria y su omisión puede conllevar sanciones severas. Aunque el modelo 720 no implica un pago directo de impuestos, es una herramienta de control para que la Agencia Tributaria española conozca los activos en el extranjero y pueda verificar el cumplimiento de las obligaciones fiscales.
La presentación de este modelo es obligatoria y su omisión puede conllevar sanciones severas. Aunque el modelo 720 no implica un pago directo de impuestos, es una herramienta de control para que la Agencia Tributaria española conozca los activos en el extranjero y pueda verificar el cumplimiento de las obligaciones fiscales.
El modelo 720 debe presentarse anualmente entre el 1 de enero y el 31 de marzo. Sin embargo, una vez presentada la primera declaración, solo será necesario volver a presentarla en caso de que se produzcan cambios significativos en el patrimonio declarado, como un aumento de más de 20.000 euros en el valor de los bienes.
IRPF e impuesto sobre el patrimonio
Los rendimientos obtenidos de los bienes en el extranjero, como los intereses generados por depósitos, deben incluirse en la declaración del IRPF. Los intereses se consideran rendimientos del capital mobiliario y tributan a tipos progresivos, según los tramos establecidos:
- Rendimientos hasta 6.000 euros: 19%
- Rendimientos entre 6.001 y 50.000 euros: 21%
- Rendimientos superiores a 50.001 euros: 23%
Por ejemplo, si una empresa obtiene unos intereses de 10.000 euros de una cuenta en el extranjero, los primeros 6.000 euros tributarán al 19%, y los restantes 4.000 euros al 21%. Esto se traduce en un impuesto total de 1.980 euros.
Además, los bienes en el extranjero deben incluirse en la declaración del impuesto sobre el patrimonio si el valor total del patrimonio neto del contribuyente supera los 700.000 euros (descontando la vivienda habitual hasta un máximo de 300.000 euros).
Fiscalidad de los depósitos
Los intereses generados por depósitos en bancos extranjeros se consideran rendimientos del capital mobiliario. Si el banco extranjero no tiene sucursal en España, los rendimientos deben declararse manualmente en la declaración del IRPF en la casilla correspondiente.
Las retenciones practicadas por el banco extranjero pueden declararse para evitar la doble imposición, utilizando la casilla destinada a impuestos satisfechos en el extranjero. Es recomendable informar al banco de la residencia fiscal en España para que no se practiquen retenciones innecesarias en el extranjero.
Las retenciones practicadas por el banco extranjero pueden declararse para evitar la doble imposición, utilizando la casilla destinada a impuestos satisfechos en el extranjero. Es recomendable informar al banco de la residencia fiscal en España para que no se practiquen retenciones innecesarias en el extranjero.
La declaración de los intereses generados por depósitos en bancos extranjeros se realiza en la casilla 027 de la declaración del IRPF, en el apartado de "rendimientos del capital mobiliario". Si se han practicado retenciones en el extranjero, estas se declaran en la casilla 588 bajo el epígrafe "impuesto satisfecho en el extranjero", permitiendo así que la Agencia Tributaria española aplique una deducción por doble imposición.
Tributación en España de los beneficios obtenidos por tener una empresa en el extranjero
Cuando una empresa española tiene una filial o una cuenta en el extranjero, los beneficios obtenidos pueden estar sujetos a la normativa de doble imposición. España tiene convenios con muchos países para evitar la doble imposición, lo que permite que los impuestos pagados en el extranjero sean deducidos o exentos en España. Los dividendos y otros beneficios repatriados a España estarán sujetos a tributación, pero el contribuyente puede aplicar deducciones por los impuestos ya pagados en el extranjero.
Por ejemplo, si una empresa española posee una filial en Chile que genera beneficios, estos estarán sujetos a impuestos tanto en Chile como en España. Sin embargo, el Convenio de Doble Imposición entre España y Chile establece que los impuestos pagados en Chile (hasta un máximo del 10% en el caso de dividendos) pueden ser deducidos de la base imponible en España. Esto significa que la empresa española no pagará impuestos dos veces por los mismos ingresos.
Consideraciones adicionales
Además de los aspectos fiscales, las empresas deben tener en cuenta otras implicaciones de tener cuentas en el extranjero, como la necesidad de llevar una contabilidad adecuada y mantener registros detallados de todas las transacciones internacionales. También es importante estar al tanto de las normativas específicas de cada país en materia de control de cambios y regulación bancaria. En el siguiente artículo: Beneficios de una cuenta de empresas internacional te contamos más sobre las cuentas de empresa internacionales. También puede interesarte nuestro artículo sobre la Gestión de divisas en cuentas de empresa: soluciones y herramientas bancarias.
Es fundamental contar con asesoramiento legal y fiscal especializado para gestionar adecuadamente las cuentas de empresa en el extranjero. Un abogado o asesor fiscal con experiencia en fiscalidad internacional puede ayudar a cumplir con todas las obligaciones legales y fiscales, así como a optimizar la administración fiscal y evitar multas o recargos.