El euro ya no es tan fuerte frente al dolar. El pasado 12 de julio de 2022, se alcanzó la paridad, es decir la equivalencia entre ambas monedas. Pero antes de entrar en temas de paridad, vamos a proceder a explicar qué es el tipo de cambio y qué implicación tiene tanto la apreciación como la depreciación.
La importancia de este concepto es básica, ya que será aplicable a las diferentes relaciones entre pares de divisas de las que dispongamos, ya sean dólares o cualquier otra divisa en una cuenta, o porque hayamos comprado activos financieros (acciones, bonos...) en moneda extranjera.
¿Qué es el tipo de cambio?
Podemos definir el tipo de cambio como la relación de una moneda con respecto a otra. Es decir, cuántas necesito de una para obtener otra. Este valor está en continuo movimiento, y viene regulado por el mercado de divisas, es decir, por la oferta y la demanda.
Eso no es óbice para que algunas economías, a través de sus bancos centrales, intervengan para obtener un tipo de cambio favorable a sus intereses. Es decir, a veces, buscan devaluar su moneda (vía inflación), para ser una economía más competitiva y aumentar las exportaciones.
¿Qué ocurre cuando una divisa se aprecia con respecto a otra?
A la hora de enfrentar a un par de divisas, se dice que una divisa se ha apreciado frente a otra cuando una se ha fortalecido con respecto a la primera. Necesitamos más cantidad de dinero de esta última para comprar la primera.
Por ejemplo, si el el euro pierde valor con respecto al dólar, necesitaremos menos cantidad de dólares para comprar 1€. En este caso, el dólar se habría apreciado.
¿Qué ocurre cuando una divisa se deprecia con respecto a otra?
Justo al contrario, cuando una de las monedas ha perdido valor frente a la otra y necesitamos menos cantidad de una para comprar la otra. Esto es precisamente lo que ha ido ocurriendo desde 2008 en la relación de divisas euro/dolar, pero en este caso desde la perspectiva del euro.
Si desde hace más de una década se llevan necesitando menos euros para comprar 1 dólar, diremos que el euro se ha ido devaluando. Y al haberse alcanzado la paridad, el euro ha bajado su cotización frente a la moneda norteamericana, por lo que quien desee comprar euros, necesitará menos dólares.
En este caso, la paridad es la igualdad, con mínimas variaciones, entre ambas monedas. Por tanto, si una persona que resida en Estados Unidos va a planear un viaje a Europa, podría decirse que va a necesitar menos dólares a la hora de comprar los billetes de avión o reservar su hotel.
¿Cómo afecta el tipo de cambio a una inversión en bolsa?
Esto no solo lleva a que el precio de los bienes varíe dependiendo de la cotización de ambas monedas y de quién compre, sino que tiene un reflejo en el entorno bursátil. Podemos definir 4 escenarios distintos en los que para simplificar el cálculo tendremos en cuenta las siguientes condiciones:
- Las operaciones se realizan desde el punto de vista de un inversor europeo (que aspira a ganar euros)
- Cifras muy redondas para que los ejemplos queden bien claro.
- No tendremos en cuenta las comisiones de los brokers, un detalle no menor.
La divisa se aprecia y las acciones suben
Es el escenario que nos conviene siempre. Pensemos que hemos comprado 100 acciones a 150 dólares. Esto nos daría un total de 15.000 dólares y la tasa de cambio es de 1,10 $/€.
Ahora bien, pasados unos meses las acciones han comenzado a cotizar a 160 dólares y la tasa de cambio pasa a 1,05 dólares. Tendremos entonces el siguiente balance:
100 acciones * 10 dólares de revalorización: 1.000 $, dando un total de 16.000 $. Si hacemos la conversión a 1,05 dólares, obtenemos 16.000/1,05= 15.238 dólares.
La operación ha salido perfecta, hemos aprovechado la apreciación del dólar frente al euro a la vez que las acciones han subido, ganando en este caso 238 dólares.
La divisa se aprecia y las acciones bajan
Otro sencillo ejemplo para ver qué ocurre. Compramos 100 acciones a 150 dólares con tipo de cambio 1,10 $/€.
Nos encontramos con que el tipo de cambio ha pasado de 1,10 a 1,05 $/€
La acción, en cambio, cae un 10%, hasta 135 $.
100 acciones * 135 $ = 13.500 $
Al convertirlos a euros, como el dólar se ha apreciado de 1,10 $/€ a 1,05 $/€, y necesito menos dólares para comprar un euro, me encuentro que los 13,500 $ se han convertido en 12857 €.
La divisa se deprecia y las acciones suben
Volvamos con el ejemplo que hemos tomado de referencia. Supongamos que compramos 100 acciones a 150 dólares con tipo de cambio 1,10 $/€.
Nos encontramos con que el tipo de cambio ha pasado de 1,05 a 1,10 $/€,
La acción, en cambio, sube un 10%, hasta 165 $.
100 acciones * 165 $ = 16.500 $
Al convertirlos a euros, como el dólar se ha depreciado de 1,05 $/€ a 1,10 $/€, y necesito más dólares para comprar un euro, me encuentro que los 16,500 $ se han convertido en 15741 €. Una operación que nos ha provocado un importante agujero económico en este caso. Si hubiésemos tenido más acciones, la depreciación de la divisa no nos hubiera afectado tanto.
La divisa se deprecia y las acciones bajan
Ya por último, contemplamos el último escenario posible, depreciación de divisa y bajada de acciones. Tenemos nuestras 100 acciones a 150 dólares con tipo de cambio 1,10 $/€.
Nos volvemos a encontrar con que el tipo de cambio ha pasado de 1,05 a 1,10
La acción vuelve a tener una bajada del 10%, hasta 135 $.
100 acciones * 135 $ = 13.500 $
Al convertirlos a euros, como el dólar se ha depreciado de 1,05 $/€ a 1,10 $/€, y necesito más dólares para comprar un euro, me encuentro que los 13,500 $, al dividirlos por la divisa depreciada se han convertido en 12272 €.
También hemos perdido dinero en este caso. Este escenario nunca es favorable, porque tanto la tendencia de la divisa y la de la acción son contrarias a nuestros intereses.
Además, estas cifras se verán afectadas por las comisiones finales, por lo que a buen seguro variarán.
Estos 4 escenarios son un ejemplo de cuáles son las tendencias, tanto de las acciones como de las divisas, en caso de que haya tanto subidas o bajadas.
En definitiva, no cabe duda de que el tipo de cambio siempre es un valor que afecta a nuestro patrimonio de acciones, y, por tanto, hay que realizar una estrecha vigilancia a la hora de realizar cualquier inversión. Por tanto, tener una estrategia de inversión que incluya la llamada cobertura de divisas, sería un paso más en nuestra mejora como inversores.
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