Ahora bien, ¿cuál es la calidad del crédito nacional? En primer lugar hay que ver lo que está pasando en USA. Lo que comenzó con la crisis de las hipotecas de mala calidad se ha extendido a casi todo el sistema crediticio. ¿Por qué? Porque el sistema entero puede calificarse de subprime. Unos créditos calificados sobre la premisa de que el colateral (la vivienda) no puede bajar de precio siempre son de alta calidad, pero cuando la premisa se demuestra falsa se pueden llegar a convertir en auténtica basura.
En España pienso que ocurre lo mismo. El tamaño de la expansión crediticia (para más datos se puede leer la serie de artículos de Alberto Recarte) es tan inmenso que es imposible que los españoles devuelvan la deuda. Especialmente cuando el crédito se ha dedicado a gasto puro y duro. Sí, digo bien, gasto, que no inversión. Y es que si se mira la situación globalmente, construir viviendas vacías sólo puede calificarse como gasto, porque para que sea una inversión debe producir un fruto (su habitabilidad), que en este caso se tira a la basura por la desocupación.
Por un lado no me creo que sea posible alcanzar tal grado de dislate sin una fuerte relajación en los estándares de concesión de hipotecas (el método más simple es inflar la tasación), pero es que aunque no fuera así, el país en su conjunto no puede pagar la deuda, por lo que la cosa petará vía paro. Es un timo piramidal, hemos estado pagando las casas que construíamos con el dinero que nos prestaban, que al entrar en forma de nóminas nos hacía creer que tendríamos dinero para pagarlas.
Pienso que el paro se va a disparar hasta niveles absolutamente desastrosos. Cada día llegan a mi oficina más desempleados buscando trabajo, y lo peor de todo es que cada vez van llegando más parados cualificados, porque al principio sólo llegaba lo peorcito (lo primero que sueltan las empresas en apuros). Al dejar estas personas de cobrar con el dinero que nos prestaban los europeos, dejarán de pagar sus hipotecas, aumentando la morosidad y mandando más de una entidad financiera a hacer gárgaras. Y es que no es sostenible ni por asomo que seamos el país del mundo con mayor número de sucursales bancarias por habitante.
Un banco es una empresa extremadamente apalancada por definición, nada que ver con las que integran la Cartera Grijandel. Como consecuencia de eso una bajada del 10% del valor de sus activos no supone una bajada del 10% del valor de sus acciones, sino más bien una bajada del 100%. Como podéis imaginar estoy deseando que la bolsa pegue un rebote decente para cargar la Cartera Gromenauer de cortos en bancos y otras empresas apalancadas.