Por un lado llevan tiempo machacando con la estupidez de fomentar la VPO. Dicen que eso crea puestos de trabajo y ayuda a combatir la crisis. Pero vamos a ver, si en España sobran casas y hay un stock exagerado, ¿cómo va a crear riqueza construir más casas? La riqueza la crean las inversiones rentables, no las ruinosas. De hecho el problema inmobiliario en España es un caso de malinversión masiva. Si el endeudamiento salvaje que el país ha adquirido estuviese respaldado por activos más rentables que la deuda no habría un gran problema, pero no es el caso porque las inversiones han sido erróneas.
Y por otro lado han descubierto la nueva piedra filosofal de la economía: las energías renovables. Si bien algunas de ellas son rentables y tienen sentido, hoy me voy a centrar en la que está más de actualidad y que posiblemente es una de las más ruinosas: la energía fotovoltaica. Se acerca el 30 de Septiembre, fecha en la que las instalaciones deben estar conectadas para acogerse a la anterior prima, por lo que no paran de salir inauguraciones de plantas fotovoltaicas. Ayer en Canal Sur salió el presidente de la junta inaugurando una planta y diciendo algo así como "las energías renovables son el mejor remedio contra la crisis".
Pero... ¿crea riqueza la energía fotovoltaica? Pues no, ninguna, de hecho la destruye. Hasta ahora (instalaciones que conecten antes de final de mes) la energía fotovoltaica recibía una prima del 575% respecto de la tarifa media de referencia, lo cual es como si yo vendo camisetas a 20€ y el gobierno me regala 95€ por cada una que venda. Buen negocio, ¿no? Pero un negocio que es ruinoso si se suprimen las subvenciones no crea riqueza alguna, ya que la riqueza aparente de las empresas y trabajadores del sector es robada de otros sectores mediante impuestos. Y como los impuestos se invierten en un negocio que obtiene una rentabilidad muy inferior a la de la deuda pública, sería más rentable emplear esos recursos en reducir la deuda o en devolverlo a los ciudadanos.
Lo que se está haciendo es invertir un montón de impuestos y un poquito de capital privado en un negocio ruinoso, pero como todos los beneficios son para el dueño del capital privado pues resulta que éste obtiene unas rentabilidades bestiales. Y esta semana han acordado la nueva prima, entre aplausos de los lobbies del sector. Una prima de 32 céntimos sobre una tarifa que anda por los 8 céntimos, es decir, el mismo asalto a los bolsillos de los contribuyentes.
Es uno más de los problemas de darle poder de intervención a los estados: inmediatamente aparecen multitud de grupos de presión para defender sus intereses particulares, como el G-14 o las asociaciones fotovoltaicas. Y con frecuencia se llevan el gato al agua, aunque esto sea en perjuicio del resto de ciudadanos.
Esta visión miope de la economía y los impuestos, que ve los beneficios de la subvención allí donde cae pero ignora los daños que produce allí donde se recauda pienso que proviene de no tener una idea global de cómo funciona la economía, y de olvidarse de una simple y típica definición de "economía": ciencia que estudia la asignación eficaz de los recursos escasos de una sociedad. La economía habla de recursos productivos y bienes de consumo, el dinero es sólo la grasa que la hace fluir, pero no te puedes olvidar de los bienes (tangibles o intangibles) que la componen.