Últimamente no son pocos los analistas que demuestran públicamente su confianza en los fundamentales de Bankinter, con un consenso que, en su inmensa mayoría apuesta por comprar, sobreponderar o mantener, en el peor de los casos. Las bajas cifras de morosidad y una base de clientes fiel y activa, entre otros factores, hacen que las perspectivas del banco sean atractivas, algo que lleva impulsando las compras desde mediados de este año, rompiendo incluso resistencia importantes por el camino.
Técnicamente el valor está en una zona de control delicada, la resistencia de los 7 €/acción, entorno que podría bloquear al precio durante una temporada o bien catapultarlo al alza si llegase a romperse con claridad. Lo más probable, en realidad, es que, tras la intensa subida que ha protagonizado en las últimas semanas, exista una considerable sobrecompra en el valor, que podríamos medir a través de un RSI, por ejemplo. Esta sobrecompra justificaría una corrección temporal, quizá hasta la anterior resistencia, que ahora actuaría como soporte en los 6,75 €/acción. Esa zona podría ser un buen trampolín para tomar posiciones alcistas esperando un ataque a la zona de máximos de 2015, alrededor de los 7,40 €/acción.