A diferencia del otro gran banco español, el Santander ha mostrado claros síntomas de debilidad, y su cotización se ha visto impotente para desplegar una tendencia alcista que merezca tal nombre.
Aunque su ciclo de 40 días todavía se encuentra en la fase ascendente (véase el oscilador de confirmación), la evolución del precio y el propio hecho de que el oscilador de confirmación se encuentre muy cerca de desencadenar una señal, debe ponernos sobre aviso de que en cualquier momento podemos entrar de forma oficial en la fase descendente del ciclo, que hoy cumple 35 días. Muro infranqueable en dos ocasiones, el objetivo de subida situado entre 5,55 y
El indicador de momento, una vez más, anticipó al menos una fuerte caída al dibujar una clara divergencia bajista con el precio. No menos acertado fue el pronóstico de la onda sinusoidal, que preveía el techo teórico (TT) del ciclo para el día 25 de abril. Si bien es cierto que, pasado ese día, el Santander logró formar máximos crecientes el 8 de mayo, éstos fueron marginales, de modo que hay que dar por bueno el TT previsto en su momento. Asimismo, el desempeño de las vibraciones de Gann dejadas atrás ha resultado notable. La más exacta fue la fijada el día 10 de mayo, justo dos días antes del techo tras el cual comenzó una caída de cierta entidad. Aun así, por si el precio reforzase su ímpetu alcista advirtiéndonos de que quiere continuar a lomos de la fase ascendente del ciclo, he marcado en el gráfico las siguientes vibraciones con capacidad para forzar un techo.
Por último, cabe destacar que el precio activó la señal del posible fin de la fase ascendente del ciclo al romper a la baja la línea horizontal trazada en el gráfico. De todos modos, no puede descartarse todavía una prolongación de la fase ascendente del ciclo. Permaneceré atento a lo que ocurra para informar de las novedades en cuanto éstas aparezcan.
Permanezcan atentos.