Este banco, cuya evolución viene siendo notablemente más débil que la del BBVA, también ha confirmado su entrada en la fase descendente del ciclo de 40 días.
Es obligado ahora, por tanto, enfocar nuestra atención hacia las herramientas habituales para ver qué se vislumbra en el horizonte. Lo primero de todo es fijarnos en los objetivos de caída de la fase descendente. El objetivo más cercano al precio se encuentra entre 5,24 y 5,14. El siguiente, entre 4,95 y 4,81.
Si los objetivos que acabo de mencionar se refieren al factor espacio, centrémonos ahora en el ineludible factor tiempo. Para eso, como siempre, miramos a la onda sinusoidal, que pronostica el suelo teórico (ST) del ciclo para el día 30 de mayo. Por su parte y por ahora, cuatro son las vibraciones de Gann capaces de forzar un suelo: las primeras se ubican los días 29 y 31 de mayo, justo a ambos lados del ST; las dos siguientes aparecen los días 6 y 10 de junio.
Por último, para activar una señal de la posible conclusión de la fase descendente del ciclo, el precio debe romper al alza la línea de tendencia bajista trazada en el gráfico y la línea horizontal situada en 5,57, esta última todavía muy alejada del precio.
Permanezcan atentos.