El 7 de enero, la situación técnica del DAX se presentaba como sigue: el ciclo de 40 días se encontraba en su fase descendente; el precio había detenido su corrección en el soporte localizado entre 9.488,58 y 9.390,70; el suelo teórico (ST) previsto por la onda sinusoidal se había cumplido ese mismo día; y mi indicador de volumen había detectado actividad de los profesionales, lo cual sugería la posibilidad de un suelo inminente.
Por último, disponíamos de la línea horizontal situada en 9.927,87, cuya rotura al alza activaría la señal de posible conclusión de la fase descendente del ciclo de 40 días. A continuación, muestro el gráfico que publiqué el 8 de enero por la mañana.
Tres días después, el DAX había desplegado una vigoroso rebote, tal como habían previsto el ST y mi indicador de volumen. Además, la línea horizontal había modificado su ubicación, desplazándose hasta el nivel 9.860,18.
Al día siguiente, el índice alemán rompió al alza la referida línea horizontal y el oscilador de confirmación superó el nivel cero, certificando de ese modo que el suelo del ciclo se había formado el 6 de enero. De forma inmediata, calculé los objetivos de subida de la fase ascendente y ofrecí el techo teórico (TT) pronosticado por la onda sinusoidal y una vibración de Gann capaz de forzar un techo.
Al cierre de ayer, el DAX ha practicado una profunda incursión en el primer objetivo de subida y ya se enfrenta al TT. Por tanto, la señal generada dos días antes mediante la rotura al alza de la línea horizontal se ha destapado como certera.