Preocupación del gobierno chino ante un nuevo repunte del precio de la vivienda
Como ya comentara en el post anterior, el nuevo gobierno chino, electo el año pasado, ha manifestado en numerosas ocasiones que su objetivo principal, por encima del crecimiento, es la contención del precio y la prevención de burbujas, entre ellas la rumoreada inmobiliaria.
El pasado viernes 22, se publicaba la variación del precio de la vivienda de enero. Por tercer mes consecutivo, el número de ciudades en las cuales subía el precio superaba a aquellas donde caía o se mantenía.
Los precios subieron respecto al mes anterior en 53 de las 70 ciudades analizadas, comparado con 54 del mes anterior, nivel más alto desde abril del 2011. El mayor incremento lo experimentaron las grandes ciudades denominadas ciudades Tier 1, liderando la subida Shenzhen con una variación mensual del 2,2%
En términos anuales, también se registró el primer incremento en casi un año, enviando de nuevo una señal de calentamiento del mercado inmobiliario.
Ante este repunte del precio de la vivienda, el gobierno mostró su preocupación y volvió a reiterar su intención de mantener y/o incrementar las medidas restrictivas en el mercado inmobiliario para limitar la especulación y frenar el alza en los precios de la vivienda.
Pero antes de entrar en si existe o no burbuja inmobiliaria en China, vamos a tratar de entender por qué el precio de la vivienda ha repuntado tan fuertemente los últimos años.
Causas del incremento del precio de la vivienda en China
Varios son los factores que justifican este repunte del precio de la vivienda. Entre otros: un mercado Inmobiliario que cuenta con menos de treinta años, el fuerte crecimiento del país y de la renta per cápita, la urbanización de las ciudades, cambios socio-económicos, dependencia de los gobiernos locales a la cesión de terrenos para generar ingresos, el fuerte estímulo fiscal y crediticio que siguió a la recesión global de 2008-2009, un mercado de alquiler poco desarrollado, etc.
Repasemos brevemente cada uno de ellos.
1. Mercado inmobiliario inmaduro y reformas gubernamentales que “empujaron” a la compra de vivienda
El mercado inmobiliario chino es relativamente nuevo, contando con poco más de 25 años. Se encuentra aún en plena fase de maduración.
Antes de la reforma de los años 70´s, bajo la doctrina comunista, era un derecho inalienable del ciudadano. Los gobiernos locales y empresas públicas dependientes del Gobierno Central se las rentaban a los habitantes a cambio de un alquiler simbólico, que suponía entre el 1-3% de sus ingresos totales.
Con la reforma constitucional de 1988, la propiedad de la tierra sigue en manos del Estado pero permite a los individuos comprar el usufructo de la tierra por 70 años. Para fomentar la compra de viviendas, el gobierno sube los alquileres y vende las mismas a coste de producción, para reducir así la diferencia entre el precio de compra y alquiler.
En 1998, el Estado anuncia el final de la asignación de vivienda en zonas urbanas. Las viviendas son vendidas a los inquilinos siempre y cuando éstos quieran y cumplan con una serie de requisitos.
Con otra reforma posterior, el gobierno busca un sistema de viviendas urbanas bajo el cual las familias de elevados ingresos compren el bien a precio de mercado, las de ingresos medios y medio-bajos adquieran viviendas de protección oficial y las rentas más bajas accedan a los hogares de menor precio.
No obstante, la realidad dista bastante de este plan. El número de viviendas de protección oficial construidas por el gobierno ha sido insuficiente y la avalancha de chinos “empujados por el gobierno” a comprar casa, ha tirado al valor de la vivienda hacia arriba.
2. Incremento de la población
La población china se ha duplicado en los últimos 50 años, pasando de 650 millones en 1960 a 1.354 millones de chinos en la actualidad.
Como comentado en el punto anterior, prácticamente nadie tenía vivienda en propiedad hasta los años 90´s. Así el mercado inmobiliario ha tenido que absorber una demanda de más de un millón de compradores en prácticamente dos décadas.
3. Urbanización de las ciudades
La población urbana superó a la de las zonas rurales a finales del 2011. Así, si a principios de los 80 menos de un 20% de la población vivía en las ciudades, en la actualidad la cifra ya supera el 50%.
La demanda de pisos ha aumentado año tras año por el establecimiento de nuevos residentes en las áreas urbanas. En 2007, el 82.3% de las personas que vivían en ciudad, eran propietarios.
4. Fuerte crecimiento del país
En los últimos treinta años, China ha crecido a un ritmo frenético cercano al 10% anual, convirtiéndose en la segunda economía mundial por detrás de Estados Unidos.
5. Incremento de los ingresos per cápita en general, y en particular el de las áreas urbanas
Los salarios (línea naranja) han subido a un ritmo igual o mayor al que lo hiciera el PIB (línea blanca). Incluso cuando la economía se desaceleró en el 2011 y 2012, los salarios siguieron subiendo.
Los ingresos anuales per cápita en las áreas urbanas han subido de manera exponencial los últimos años y triplican a los de las áreas rurales.
Parte de esos mayores ingresos, se ha destinado a la adquisición de una vivienda.
6. Cambios socio-económicos
Los principales compradores en el área urbana son los graduados universitarios y personas con estudios secundarios, los matrimonios, y las clases más altas de las áreas rurales.
A modo de ejemplo, de manera anecdótica me comentaban que como el número de varones es mayor que el número de mujeres, el padre de la novia sólo acepta que su hija se case con su pareja, si el futuro marido tiene una casa en propiedad.
7. Dependencia de los gobiernos locales a la cesión de terrenos para generar ingresos
La recaudación de impuestos está muy concentrada en manos del gobierno central. La principal fuente de ingresos para los gobiernos locales son los aranceles para el arriendo del suelo urbano y cinco impuestos que aplican sobre el suelo y la propiedad. La cantidad ingresada por ambos conceptos representa aproximadamente el 50% del total de sus ingresos.
La dependencia de los gobiernos locales a estos impuestos ha sido criticada como un factor importante en el crecimiento del precio de las viviendas y el aumento de casos de corrupción. Estos han otorgado de manera descontrolada un número ingente de licencias para aumentar su recaudación.
8. El fuerte estímulo fiscal y la relajación monetaria y crediticia que siguió a la recesión global de 2008-2009
En noviembre de 2008, las autoridades del país, anunciaron un estímulo fiscal de 586 billones de USD para esquivar la recesión financiera global.
Por otra parte, ese mismos año, el Banco Central Chino bajó de septiembre a diciembre, cinco veces los tipos de interés del 7.41% al 5.32% y un 2% el requerimiento de reservas de los grandes bancos.
Estas medidas expansivas unidas a una mayor capacidad de los bancos para prestar y unas mejores condiciones crediticias para los demandantes de hipotecas, favoreció la compra de vivienda y un rápido incremento del precio de la misma.
9. Inexistencia del mercado de alquiler
Los altos precios de alquiler incentivan la compra de viviendas.
¿Existe realmente una burbuja inmobiliaria en China?
Según fuentes oficiales, durante la última década y a nivel agregado, el precio de la vivienda ha crecido alrededor del 9% anual en términos reales, en línea con el crecimiento del país, que ha crecido para el mismo período, en media, un 10%. Por tanto de manera generalizada, y en base únicamente a este argumento, no puede afirmarse que exista una burbuja inmobiliaria en China.
Sin embargo, este incremento agregado esconde grandes disparidades entre áreas geográficas. Así en Beijing y otras ciudades costeras del sureste como Shanghai, Shenzhen y Hangzhou, que son las más grandes e industrializadas y donde ha ido el mayor flujo migratorio, el precio de la vivienda ha repuntado fuertemente. Es en estas poblaciones donde existe riesgo de burbuja. Sin embargo, en otras ciudades de segundo y tercer nivel el precio, tanto en términos anuales como mensuales, el precio de la vivienda ha caído.
No obstante, para llegar a una afirmación más concluyente, sería necesario analizar varios ratios. A modo de ejemplo, lo que supone la hipoteca sobre el total de ingresos familiar, número de personas que tienen más de una vivienda, proporción de pisos vacíos sobre el total, etc., que alargaría más de cinco minutos la lectura de este artículo como promete el blog. Dado que esta semana se espera que el gobierno anuncie las nuevas medidas a aplicar para contener el precio de la vivienda, aprovecharé el siguiente post para comentároslas y analizar los ratios comentados y algunos más para llegar a una conclusión menos genérica.