Hay reglas escritas, el código de conducta de tu empresa, pero hay otras no escritas que pueden hacerte quedar muy mal y hacer que pierdas tu empleo o te lleves una amonestación sin tener mala intención. No es una lista exhaustiva, pero si son algunos trucos que no deben faltar en tu repertorio de cosas que no debes hacer y nadie te dice.
Fíjate adonde pones los ojos
Tu mirada es algo que las mujeres captan. Ellas miran adonde apuntas los ojos, y tabién ellas ven adonde detienes tus ojos por microsegundos. Y no digamos que estés perdido en tus pensamientos y por accidente pusiste tu mirada por segundos en el lugar equivocado. Por supuesto hay peores lugares para posar tu mirada que un escote, pero ya solo eso basta para generar incomodidad.
Las zonas "business appropriate" o apropiadas para posar tus ojos son estas. No importa cómo ande vestida, no importa nada, si la empresa lo permite, debes acatar las zonas de etiqueta de negocios que puedes ver de una mujer en el trabajo.
Ya sabemos que la diferencia entre el artista y el pervertido es que el pervertido deja su lienzo en blanco. Pero si eres artista que se pasó a los negocios, las mujeres no sabrán la diferencia. No sabrán que está apreciando su belleza, su geometría, la luz y la sombra. La empresa NO es una escuela de arte.
No te metas con la plantilla de personal
A muchas empresas (y eso está dado por sus gerentes y sus experiencias) no les gusta que haya amoríos entre empleados.
Imagina que hay dos empleados que saben mucho de un tema por encima de todos los demás. Eres el jefe. Tuvieron su tórrido romance, pero hoy no soportan ni verse. Y debido a las necesidades del negocio debes ponerles a trabajar juntos más de lo que habrías deseado para sacar adelante un proyecto del que depende tu empleo.
¿Aprobarías que haya amoríos entre compañeros de trabajo? Es que mientras se quieran y se adoren todo anda bien. Pero cuando ya no es así, es un gran problema. Otro problema es que una persona enamorada podría acceder a pedidos anómalos por parte de su pareja, lo que le metería sin querer en un problema que podría volverse legal o penal.
Incluso hay empresas multinacionales que desaprueban amoríos entre subsidiarias distintas del mismo grupo.
Si ya es malo entre empleados rasos, en relaciones jefe empleado es aún peor. Conozco el caso de un empleado que empezó su tórrida aventura con una gerente de alto rango. El tema causó revuelo a nivel gerencial, y los chismes flotaban en toda la empresa. Al final se mostró que ella ponía la renuncia para ir en pos de otra oportunidad laboral que no existía. Y el empleado fue despedido también.
Aunque otros lo hagan, no lo hagas tú, allá ellos y sus decisiones. A ti te recomiendo no hacerlo. Si quieres un amorío sal a la calle y busca gente en actividades de tiempo libre. No te metas con la plantilla de personal. No es bueno para tu carrera.
Meterte románticamente o algo más con la plantilla te puede traer complicaciones hoy, mañana o hasta en un largo plazo.
Puede que te cueste resistir la tentación, puede que te cueste no rendirte ante la atracción, o resistir a los dictados de tu corazón. En ese caso, es mejor que tu renuncies, y así tendrás todo el derecho del mundo a tener tu relación con esa persona. Pero si no estás dispuesto a renunciar, es que no le amas lo suficiente como para hacer semejante locura.
Imagina que hay dos empleados que saben mucho de un tema por encima de todos los demás. Eres el jefe. Tuvieron su tórrido romance, pero hoy no soportan ni verse. Y debido a las necesidades del negocio debes ponerles a trabajar juntos más de lo que habrías deseado para sacar adelante un proyecto del que depende tu empleo.
¿Aprobarías que haya amoríos entre compañeros de trabajo? Es que mientras se quieran y se adoren todo anda bien. Pero cuando ya no es así, es un gran problema. Otro problema es que una persona enamorada podría acceder a pedidos anómalos por parte de su pareja, lo que le metería sin querer en un problema que podría volverse legal o penal.
Incluso hay empresas multinacionales que desaprueban amoríos entre subsidiarias distintas del mismo grupo.
Si ya es malo entre empleados rasos, en relaciones jefe empleado es aún peor. Conozco el caso de un empleado que empezó su tórrida aventura con una gerente de alto rango. El tema causó revuelo a nivel gerencial, y los chismes flotaban en toda la empresa. Al final se mostró que ella ponía la renuncia para ir en pos de otra oportunidad laboral que no existía. Y el empleado fue despedido también.
Aunque otros lo hagan, no lo hagas tú, allá ellos y sus decisiones. A ti te recomiendo no hacerlo. Si quieres un amorío sal a la calle y busca gente en actividades de tiempo libre. No te metas con la plantilla de personal. No es bueno para tu carrera.
Meterte románticamente o algo más con la plantilla te puede traer complicaciones hoy, mañana o hasta en un largo plazo.
Puede que te cueste resistir la tentación, puede que te cueste no rendirte ante la atracción, o resistir a los dictados de tu corazón. En ese caso, es mejor que tu renuncies, y así tendrás todo el derecho del mundo a tener tu relación con esa persona. Pero si no estás dispuesto a renunciar, es que no le amas lo suficiente como para hacer semejante locura.
Estrechar la mano
Si creías que solo los asiáticos tienen protocolos para saludar, te equivocas. Aunque hay muchos que son maestros del arte de apretón de manos en los negocios, el más famoso es Donald Trump. Ya sea que te agrade o te disguste, sus interacciones sirven mucho para analizar cómo llevar a cabo un buen apretón de manos en los negocios. No es sólo un saludo, es una manera de construir confianza.
VIDEO: Donald Trump: Art Of The Handshake
Hay maneras de arruinar las cosas. Por ejemplo, si eres obsesivo con la limpieza o eres de los que teme a los virus y bacterias (hipocondriaco), das el apretón y luego te limpias con alcohol, eso es un signo de desprecio. No fue tu intención, pero lo hiciste.
Otra forma de faltar al respeto es no usar el apretón de manos cuando lo apropiado es el apretón de manos. Mira por ejemplo el saludo del príncipe saudí al presidente de los EEUU.
VIDEO: Mohammed bin Salman fist bumps US president during visit to Saudi Arabia
Por la boca muere el pez
Hay cosas que no tienen retorno en la vida. La flecha lanzada, la oportunidad perdida y la palabra dicha.
En los negocios y en la vida personal las reglas son distintas. Y eso hay que entenderlo de una vez, para que no te equivoques.
En tu vida personal, tratas de hacerte el macho, el que no tiene emociones. Tu y tu mujer se encuentran con un amigo y el amigo dice que haberse casado fue la mejor decisión de su vida, y ella te pregunta "¿y tu, mi amor?" y tardas más de dos segundos en responder. Fallaste la pregunta. No debiste pensarlo y debiste decirle que "tu tambien fuiste mi mejor decisión". Allí el tiempo apremia.
En el trabajo, a menos que estés en un careo, como en un tribunal de justicia, pensar las cosas antes de responder es mejor que responder mal. Incluso, a menos que el silencio se malinterprete en tu contra, el silencio puede favorecer. Es cierto que uno debe vender lo que hace para que sea visible, pero tampoco hay que hacer spam. Si eres de los que gusta de hablar mucho, mejor contrólate, y que tu presentación sea siempre con cosas breves y al grano para dar una buena impresión. La genialidad está en la brevedad.
Conocer las agendas de los participantes
Aunque suene ilógico, a veces las soluciones más lógicas a los problemas no suelen ser la respuesta. Estás navegando en un mar de agendas de gentes y necesitas saber qué debes hacer.
Por ejemplo, imagina que la empresa cliente tiene a Juan y a Pedro, imagina que tu empresa quiere vender un producto tecnológico X que es muy bueno, pero Juan no quiere comprarlo, porque ya escogieron otra tecnología. Están haciendo recortes de personal en la empresa del cliente, y Juan apostó su carrera decidiendo por esa tecnología en la empresa y no va a querer comprar el producto X porque su experticia está en el producto que ya tienen y eso es lo que le tiene con empleo. Por otra parte, Pedro es muy sistemático y quiere probar la otra tecnología y comparar sus resultados.
El producto X como todos, tiene sus debilidades, y se estas se vuelven un problema, y llegaran a vender el producto y las debilidades se realzan más que las fortalezas, entonces tú eres el que tiene el empleo en juego si eso sucede.
Como ves, no es un asunto de "lo que quiere la empresa cliente", sino lo que quieren los actores que interactúan con tu empresa. Incluso en tu empresa habrá agendas contrapuestas. En las fábricas, ventas quiere flexibilidad para satisfacer al cliente, producción no quiere porque los tiempos de preparación y los cambios constantes de producto causan ineficiencias.
Entonces, antes de presentarte ante la gente y mostrar tus virtudes con un comentario o una propuesta, la lógica desinformada no es una virtud. A menudo las soluciones lógicas ya fueron intentadas y por alguna razón no se han podido implementar. Para determinar la situación real, necesitas ver las agendas de todos los participantes del juego. ¿Cuáles son sus objetivos e intereses? ¿Temas que no debes tratar con cada uno? No hay peor cosa que tocar temas "tabú" con participantes. ¿Qué es un tema tabú?
En el caso de Juan, tratar de venderle el producto X, es como tratar de venderle el desempleo. Hay casos donde el uso de una tecnología altera los resultados de una empresa, pues interactúa con otras empresas en internet. En ese caso, si Juan llevaba a cabo pruebas con otras empresas, y Pedro también, los objetivos de los dos son absolutamente contrapuestos, porque la presencia o ausencia del producto X va a alterar las pruebas en favor de uno o de otro participante.
Y si eres nuevo y no sabes de todo este jaleo de agendas y de las implicaciones de cada propuesta, y solo usas la lógica simple pero desinformada, y abres la boca, y te va a salir una barrabasada. Por la boca muere el pez. Es mejor callar, aprender de los que saben, y en algún momento estarás listo para lucirte sabiendo con propiedad lo que dices. Eso es algo que probablemente no suceda en los primeros 6 meses.
Comunicación amistosa y comunicación hostil
Hay dos tipos de comunicación. Amistosa y hostil. La amistosa permite que lo que digas sea tomado con profesionalismo y las palabras significan exactamente lo que quisiste decir.
La hostil es tóxica, lee entre líneas lo que dijiste para tratar de extraer una mala intención de tus palabras, retorciendo y deformando por completo lo que trataste de decir. Y mientras más tratas de explicar y aclarar más te hundes.
Debes identificar el tipo de comunicación que existe hacia tu persona de parte de los distintos actores.
Y recuerda que la comunicación personal, frente a frente siempre es lo mejor. Por escrito, ante la falta de tono de voz y de expresiones faciales, la comunicación suele tomarse como hostil. Por eso es que los pleitos matrimoniales nunca deben arreglarse via mensaje de texto. Ni siquiera los emoji satisfacen este requerimiento.
En empresas con comunicación hostil probablemente tengan un departamento de Recuros Humanos que promueve esa cultura. Con empresa tóxicas, los compañeros de trabajo no son tus amigos, y la política de puertas abiertas de esas empresas terminan siendo un sistema de alerta temprana para que RRHH decida si te deben despedir o no antes de que les causes algún inconveniente.
La toxicidad de comunicación puede ocurrir a nivel personal, de jefatura, departamental o empresarial. Cuando hay toxicidad entender los niveles de la empresa contaminados es importante a la hora de decidir cómo manejar las denuncias o controversias.
Cuando la empresa pasa a hacer recortes masivos, la cultura empresarial se llena de negatividad, y la comunicación tóxica empieza a aparecer.
Si ya la empresa tenía la costumbre de tener una cultura tóxica, y te echan, no te preocupes, estás mejor afuera. Suena crudo y extraño que te lo diga, pero allí en el ambiente tóxico sólo ibas a sufrir. Esas empresas tienen altas tasas de rotación, y pueden terminar volviéndose incompetentes y malos pagadores con el tiempo.
Nunca poner nombre propio a las cosas
Cuando hay un problema, aunque tu intención sea buena, poner un nombre propio al comentario puede meterte en problemas.
Por ejemplo, el cliente tenía a dos representantes muy conocedores. Uno se ha ido y vino una nueva persona que parece un poco ajena y le cuesta entender la jerga de las reuniones. Y en esas reuniones sólo se puede hablar en jerga porque son puestos donde todos los participantes deben ser conocedores.
A ti te costó aprender la jerga y las implicaciones, y te dá pena ver al nuevo representante del cliente sufrir por ello y le dices a tus compañeros que es doloroso ver que a esa persona (identificada con nombre propio) sufra por no manejar la jerga. Tu intención era preguntar si podían enseñarle. Eso es lo que te dice la compasión y la lógica.
Pero ¿recuerdas cuando hablamos de agendas? Si ofreces enseñarle a un representante del cliente, le estás diciendo, en lenguaje de comunicación hostil, que es un ignorante y que eres una persona condescendiente. Y eso puede causar revuelo, queja y protesta que puede terminar en una amonestación o despido.
Y tus compañeros van a pensar que eres un sabelotodo esnobista que no sabe cómo tratar a los clientes y no te van a respetar.
Corolario
En el mundo empresarial las cosas no son lo que parecen. La realidad laboral es un poco más complicada de lo que parece. Y de seguro estas reglas, que aunque son generales, te dan un poco de luz frente a situaciones y reglas no escritas que te ayudarán a proteger tu empleo.
Puede que en estos tiempos de crisis tengas la mala suerte de estar del lado equivocado del balance contable y te vayas en el recorte masivo de personal. Pero si no, saber estas reglas no escritas podrían mejorar tus oportunidades de sobrevivencia.
Todas las empresas son distintas. Si sales de una empresa y entras a otra, no trates a la gente de la misma manera en que la que te trataban en la anterior. Siempre es distinto y debes resetear tu mente. No hay como haber vivido toxicidad, y entrar a una empresa sana con la paranoia de la empresa anterior, porque eso puede causar que te traten mal y terminen sacándote porque le haces la vida dificil a los compañeros sanos o jefaturas sanas. Resetea la mente.
Me habría gustado decirte en detalle como hacer las cosas, pero no hay fórmulas, sólo consejos generales. Pero aún así, alguno de estos consejos puede ayudar a los lectores de algún modo habré cumplido la misión de escribir este post.