Contrarian Investing - Capítulo 13: El canto de las Sirenas o como es mejor no ver, no oír, no escuchar.
Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca
debes rogar que el viaje sea largo,
lleno de peripecias, lleno de experiencias.
No has de temer ni a los lestrigones ni a los cíclopes,
ni la cólera del airado Posidón.
Nunca tales monstruos hallarás en tu ruta
si tu pensamiento es elevado, si una exquisita
emoción penetra en tu alma y en tu cuerpo.
Los lestrigones y los cíclopes
y el feroz Posidón no podrán encontrarte
si tú no los llevas ya dentro, en tu alma,
si tu alma no los conjura ante ti.
(extracto de "Itaca" - Kavafis)
Efectivamente, los lestrigones y los cíclopes ni el feroz Posidón te encontrarán si tu no los buscas. Siguiendo el hilo del algunos de los últimos capítulos en los que hablo sobre como mantener la independencia y mentalidad del operador frente a la masa, hoy voy a hablar sobre los peligros que siempre acechan y nos hacen dudar de nuestro sistema/señales/método.
Para el operador que pensó o se puso largo a principios de julio y/o finales de agosto ha tenido que luchar contra tres (sino más) alarmas bajistas, alarmas que se presentan en los medios financieros en forma de memes recurrentes, agitados y retorcidos por la masa mediática hasta la extenuación.
Estos han sido tres (pinchar enlaces para acceder a Google Insight):
Double dip recession (recesión doble)
Head and shoulders (cabeza con hombros)
Y el patrón bajista Hindenburg Omen
El operador contrarian, y cualquier operador en general ha de entrenarse psicológica y espiritualmente para soportar toda la información mediática que nos rodea y puede llenar nuestro horizonte de trading de fantasmas que casi nunca llegan. De hecho se dice que el verdadero secreto de como Nicolas Darvas consiguió 2 millones de dólares en la época fue que siempre estaba de gira y no tenía tiempo para dejarse asustar por los peligros que nos acechan constantemente y que la industria financiera se encarga de jalear cada rato.
No es que tenemos que ser despreocupados. Pero una vez sabemos que riesgo asumimos y hemos apostado por un escenario, debemos dejar a un lado la información proveniente de los medios y analistas que casi nunca se cumple, es decir, tenemos que taparnos la boca, los oídos y la vista. El especulador profesional, tiene que ser frío y disciplinado, y sólo una información interior del mercado (el precio) o un hecho de una evidencia tal deben hacernos cambiar de opinión.
El operador ha de aprender que siempre hay un "hindenburg omen" esperando a la puerta de la esquina, siempre hay un argumento muy bajista o muy alcista. Ya hemos dicho que los mejores en el trading se equivocan la mayoría de las veces, así que no pasa nada en estar equivocado, pero tampoco hemos de sentir miedo ni dejarnos asustar por los fantasmas que la industria de inversión gusta de recordar cada poco.
"Cuando me preguntan por que vivo en Bahamas respondo que he visto que mis resultados son mejores operando desde allí que desde mi oficina en el Rockefeller Plaza. Cuando estás en Mahattan es mucho más difícil pensar distinto de la muchedumbre."
(Sir John Templeton)