Si alguna vez te has preguntado cuál es la diferencia entre una cuenta corriente y una cuenta de ahorro, aquí te lo explicamos de forma clara y sencilla.
En este artículo descubrirás cómo funciona cada una, para qué sirven, cuáles son sus ventajas y desventajas y cuál elegir según tus necesidades.
Además, resolveremos las dudas más frecuentes y te daremos una tabla comparativa para que veas las diferencias entre cuenta corriente y cuenta de ahorro de un vistazo.
En este artículo descubrirás cómo funciona cada una, para qué sirven, cuáles son sus ventajas y desventajas y cuál elegir según tus necesidades.
Además, resolveremos las dudas más frecuentes y te daremos una tabla comparativa para que veas las diferencias entre cuenta corriente y cuenta de ahorro de un vistazo.

¿Qué es una cuenta corriente y para qué sirve?
La cuenta corriente es el tipo de cuenta bancaria más común y está diseñada para gestionar tu dinero del día a día. Es la que utilizas para cobrar tu nómina, pagar recibos, hacer transferencias, retirar efectivo en cajeros o pagar con tarjeta.
El dinero que tienes en una cuenta corriente está disponible en todo momento y no genera intereses, porque su objetivo no es ahorrar, sino facilitar operaciones cotidianas.
Es ideal para quienes necesitan mover su dinero constantemente y tenerlo siempre disponible para gastos corrientes.
El dinero que tienes en una cuenta corriente está disponible en todo momento y no genera intereses, porque su objetivo no es ahorrar, sino facilitar operaciones cotidianas.
Es ideal para quienes necesitan mover su dinero constantemente y tenerlo siempre disponible para gastos corrientes.
¿Qué es una cuenta de ahorro y cómo funciona?
La cuenta de ahorro, en cambio, es una cuenta pensada para guardar tu dinero y generar intereses. En ella puedes ingresar tus ahorros y dejar que se vayan rentabilizando poco a poco, sin riesgo y con disponibilidad casi siempre inmediata.
No suele permitir domiciliaciones ni pagos directos, porque no está pensada para el día a día, sino para ayudarte a crear un colchón financiero.
Cada banco ofrece diferentes tipos de cuentas de ahorro, con condiciones distintas en cuanto a intereses, comisiones y acceso a los fondos.
No suele permitir domiciliaciones ni pagos directos, porque no está pensada para el día a día, sino para ayudarte a crear un colchón financiero.
Cada banco ofrece diferentes tipos de cuentas de ahorro, con condiciones distintas en cuanto a intereses, comisiones y acceso a los fondos.
Diferencias clave entre cuenta corriente y cuenta de ahorro
Aquí tienes una tabla comparativa con las diferencias principales para que las identifiques fácilmente:
Como ves, la cuenta corriente es para moverte con el dinero y la cuenta de ahorro es para dejarlo quieto y que produzca algo de rentabilidad.
📌 Aspecto |
🏦 Cuenta Corriente |
💰 Cuenta de Ahorro |
---|---|---|
🔄 Uso principal
|
Movimientos diarios: ingresos y pagos |
Guardar dinero y rentabilizarlo |
💳 Tarjetas asociadas
|
Sí (débito y a veces crédito) |
Generalmente no |
📈 Intereses
|
No genera intereses |
Sí, genera intereses (bajos) |
📑 Domiciliaciones
|
Sí, admite nómina y recibos |
No suele permitir domiciliaciones |
💸 Disponibilidad
|
Total e inmediata |
Generalmente inmediata |
🧾 Comisiones
|
Puede tener |
Puede ser gratuita o con condiciones |
Como ves, la cuenta corriente es para moverte con el dinero y la cuenta de ahorro es para dejarlo quieto y que produzca algo de rentabilidad.
Ventajas y desventajas de cada tipo de cuenta
Para que lo tengas aún más claro, aquí te resumimos los pros y contras más importantes de cada una:
✅ Ventajas de la cuenta corriente
- Permite toda clase de movimientos y pagos.
- Incluye tarjeta para compras y retiros.
- Perfecta para gestionar tu economía diaria.
❌ Desventajas de la cuenta corriente
- Normalmente no te da ningún interés.
- Puede tener comisiones si no cumples condiciones.
✅ Ventajas de la cuenta de ahorro
- Genera intereses para tus ahorros.
- Ayuda a mantener tu dinero separado del gasto diario.
- Sin riesgo ni bloqueo del dinero.
❌ Desventajas de la cuenta de ahorro
- No permite pagos ni domiciliaciones.
- Intereses muy bajos en comparación con otras opciones.
¿Es mejor una cuenta de ahorro o una cuenta corriente?
La respuesta depende totalmente de tus necesidades y objetivos financieros. Para ayudarte a decidir, hazte estas preguntas: ¿Quieres ingresar tu nómina o pensión? ¿Necesitas domiciliar recibos o contratar otros productos del banco, como una hipoteca o un seguro? ¿O simplemente buscas ahorrar y ganar intereses sin complicaciones?
Si lo que necesitas es gestionar tus gastos diarios, lo más conveniente es una cuenta corriente. Si, en cambio, tu objetivo es guardar tu dinero y rentabilizarlo poco a poco, una cuenta de ahorro es nuestro consejo.
De hecho, lo más habitual, y recomendable, es combinar ambas: tener una cuenta corriente para tus operaciones diarias y una cuenta de ahorro para tus ahorros.
De hecho, lo más habitual, y recomendable, es combinar ambas: tener una cuenta corriente para tus operaciones diarias y una cuenta de ahorro para tus ahorros.
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Preguntas frecuentes sobre la diferencia entre cuenta corriente y cuenta de ahorro
En este apartado resolvemos algunas de las dudas más habituales que suelen surgir al momento de elegir entre una cuenta corriente y una cuenta de ahorro:
Sí, no solo puedes sino que es lo más recomendable. La cuenta corriente es ideal para gestionar tus gastos del día a día y la cuenta de ahorro para separar parte de tu dinero y rentabilizarlo. De hecho, muchos bancos te permiten tener ambas vinculadas para mover fondos fácilmente entre ellas.
No, por lo general las cuentas de ahorro no admiten domiciliaciones de recibos ni pagos automáticos. Están pensadas únicamente para guardar tu dinero y generar intereses. Para gestionar recibos necesitas una cuenta corriente.
En la mayoría de los casos no. Las cuentas de ahorro no suelen estar asociadas a tarjetas de débito o crédito, por lo que no puedes utilizarlas directamente en cajeros. Si necesitas efectivo, lo habitual es transferir el dinero a tu cuenta corriente y retirarlo desde ahí.
Ambas son igual de seguras, ya que están protegidas por el Fondo de Garantía de Depósitos (hasta 100.000 € por titular y banco en España). La diferencia está en su uso, no en su nivel de seguridad.