A menudo, en la vida y en el trading, tendemos a confundir la suerte con el esfuerzo, la casualidad, con el trabajo y la dedicación, y pensamos que cuando alguien consigue algún propósito, alguna meta o llega a conocer o dominar algo una actividad o una tarea, lo ha hecho sin emplear mucho tiempo, mucho estudio, mucha formación, mucha práctica e incluso mucho sacrificio para llegar al lugar en el que se encuentra.
Por supuesto que en un porcentaje casi infinitesimal, habrá ocasiones en las que a alguien, estando tranquilamente en su sofá, le suene el teléfono y le comuniquen que pronto será beneficiario de una jugosa herencia económica de algún pariente desconocido, o que le toque la lotería o resulte agraciado con cualquier premio, con cualquier bien material que se encuentre o que alguien le done, o podrá ser vicepresidente de una empresa por casarse con la hija del propietario, o conseguirá acudir simplemente a fichar a una oficina en la que un conocido o pariente suyo le ha colocado, sin necesidad de postularse ni opositar al puesto...
No todo es tan fácil
Pero, lamentablemente, ni en la vida ni el trading suelen ser las cosas ni así de fácil, ni así de sencillas ni siquiera así de rápidas, y todo logro, toda meta, todo objetivo, requerirá previamente muchas horas de dedicación, de formación y aprendizaje (cursos, libros, backtesting de gráficos, análisis del mercado, autoanálisis interior, sacrificio para sacar horas de dónde sea para pulir nuestro sistema o nuestro plan de trading...).
Mucha gente no lo ve, o no quiere verlo, y resulta más fácil o no intentarlo, o no dar el paso para conseguirlo, o en el peor de los casos, criticar al que lo ha conseguido, o presuponer que lo ha logrado de la noche a la mañana.
Ni un buen atleta, ni un músico, ni un cocinero, ni un cirujano, ni un jardinero... ni un tráder, nace y se crea sin tiempo, constancia, disciplina y dedicación.
Hay que hacerse, hay que estar muchas horas entrenando, trabajando silenciosa y a veces hasta incomprendidamente. Aceptar (como repito tantas veces) que dedicarse a la Bolsa, a la especulación en los mercados, a la Renta Variable, al trading... es un negocio, una actividad muy seria, en la que es preciso ir paso a paso, sin prisas pero sin pausas, en la que el camino es largo (pero posible) y en la que hay que pasar casi inevitablemente por muchas fases antes de conseguir el bendito premio de la ansiada consistencia, ya sea en forma de rentabilidad, de beneficios más o menos regulares, o por qué no, hasta de la consecución de la anhelada libertad financiera.
Viene todo este prólogo a cuento porque, al igual que he tenido la suerte de tratar de orientar, ayudar y formar a muchos buenos compañeros y alumnos que vienen con deseos de acercarse a este apasionante mundo del trading, o de mejorar su operativa, y que acuden con motivación y ganas por mejorar y por aprender, también a menudo recibo correos de personas (contesto a todo el mundo y mi email está abierto a tod@s, por supuesto), en las que otras personas, (quizás porque alguien les ha explicado mal en qué consiste el trading, la Bolsa, los mercados, el fórex, las acciones o como queramos llamarlos), me escriben diciéndome que tienen una cuenta de 30 ó 50 dólares y desean saber como "apostar" (palabras literales) para conseguir "convertirlos" en 3.000 ó en 5.000.- porque alguien les ha contado que sí que es posible...
Y encima, para hacerlo más "fácil" todavía, suelen decir que "necesitan" que se produzca esa multiplicación lo antes posible, de la noche a la mañana, y partiendo casi de 0.-...
Con todo el respeto y el cariño del mundo, tanto a esas personas como a todo el que se interese por la especulación y la inversión financiera con ideas similares, les digo que si acuden con dicho planteamiento, lo mejor es que vayan con esa cantidad a un casino, o que compren un décimo de lotería, o un boleto de la primitiva, de la quiniela o que vayan a una página de apuestas...
El trading, como otras muchas actividades, negocios y ocupaciones, se puede entrenar, se puede aprender. Pero hay que formarse, aprender, dedicarle tiempo, dinero (ambos ingredientes son necesarios y variarán en función de los objetivos que quiera conseguir cada persona...) y hay que entender que hay una vez que tengamos nuestro sistema, nuestro plan de trading, nuestras reglas, habrá que practicar muchas muchas horas (yo ya llevo más de 10.000, y no dejo ni un sólo día de aprender), hacer muchas muchas operaciones, practicar mucho, tener constancia, focalización, esfuerzo, disciplina, mejorar cada día y cada sesión, corregir los fallos e incidir en los aciertos... y tener paciencia y la actitud y la aptitud necesarias.
La gente que está consiguiendo resultados es porque le dedica a ello tiempo, energía, esfuerzo... y cuando le llega el éxito en forma de beneficios, cuando consigue ganar más veces que perder, es por esfuerzo y transpiración más que por inspiración.
Lo repito constantemente: que se puede conseguir, que sí... que nadie es mejor que nadie y que digan lo que digan, recorriendo los pasos precisos, formándonos, practicando, asumiendo y entendiendo las reglas de este negocio (que en definitiva es lo que es, un negocio y una actividad que nos puede aportar mucho, si sabemos hacer las cosas bien, con calma y conocimiento y no nos precipitamos, y no cometemo grandes errores) y que podemos alcanzar nuestras metas, con paciencia y realismo, pero con dedicación y compromiso...pero (insisto, con respeto y cariño), que nadie se confunda ni acuda a ésto con ideas equivocadas: ni el trading es un juego, ni es una apuesta, ni un casino...