Para la primera semana del mes de marzo, destacamos la importante reunión que tendrá lugar este jueves 6 de Marzo por parte del Banco Central Europeo sobre política monetaria. La posibilidad de una acción expansiva se ha reducido considerablemente después de conocer el inesperado repunte de la inflación subyacente en febrero. Por tanto, se reafirma lo que insinuaba el precio hace semanas.
Respecto al conflicto entre Rusia y Ucrania, y a la espera de nuevas noticias que determinen la dirección de los planes del Gobierno ruso sobre el riesgo geopolítico, la lógica y las presiones de Alemania y los Estados Unidos hace pensar que el conflicto bélico no irá a más, por lo que los indicadores económicos de fortaleza y la evolución de los activos de riesgo no se verán afectado. Por otro lado, se mantienen los riesgos a la baja obligados por la decepción del PMI Chino y el temor al final de la burbuja inmobiliaria, aunque las divisas cíclicas, hablamos del euro o la libra esterlina, siguen mostrando apetito por el riesgo.
Como se observa en la siguiente gráfica, el cierre mensual del cruce EUR/USD ha sido mantenido la tendencia alcista que estamos viendo las últimas semanas ya que ha conseguido sobrepasar la zona de 1,3800.
Aunque en el día de hoy el par está cotizando sobre el 1,3760, podemos observar como la potente vela envolvente mensual cierra arriba de la zona de 1,38, anticipando la ruptura del wedge al alza. La tendencia alcista de este patrón impulsa al precio desde el 38% de retroceso del último repunte. Este precio cada vez se encuentra más comprimido y la salida del wedge deduce un fuerte rumbo al alza, a priori. El indicador MACD se muestra desprovisto de divergencias y sigue incrementando la pendiente o diferencia porcentual con la señal, cotizando de nuevo en positivo y trazando un escenario alcista.
Janet Yellen, presidenta de la FED, informó la semana pasada que mantiene su apuesta por las actuales políticas de estímulos mientras continúen los actuales niveles de paro e inflación. Esta comunicación dejó entrever que las subidas de tipos no se producirán hasta dentro de un tiempo considerable, lo cual, sumado al alto nivel de endeudamiento que lastra el crecimiento económico, es completamente lógico.