De veras que no entiendo el tufo de negatividad que se respira en el ambiente. Todo el mundo está asustado esperando el colapso final de un país que atraviesa su momento dorado. Díganme si no como es posible que el 65% del dinero en circulación lo haga en billetes de 500 euros. Lo crean o no, tenemos la suerte de vivir en un país que es la envidia de África y pronto lo será también de Sudamérica.
Solo aquí encontrarás, todo en uno, lo mejor del viejo continente: sueldos portugueses, precios alemanes, política italiana, impuestos suecos, corrupción búlgara, honradez rumana, banca albanesa y engreimiento francés.
España es una democracia en pañales donde la corrupción está impregnada en el propio sistema. Un país de amigotes donde la castas políticas y sindicales pasean cogidas de la mano. El país con los directivos mejor pagados de Europa y donde un ERE te puede solucionar la vida.
Somos el país de la nueva promoción de adosados, de la gente sin casas y las casas sin gente. El país donde más se dilatan los CVs para encontrar trabajo. Un país donde si se te rompe el coche tienes que esperar una semana a que la pieza diseñada por un ingeniero español exiliado llegue de Alemania mientras una choni se convierte en líder de audiencia.
Congratúlate de vivir en la nación con más naciones, idiomas y coches oficiales de Europa. Los líderes en tasa de paro, precio del gasoil, hipotecas crecientes y sueldos deshumanizadores. El país del coche tuneado, los cuatro Madrid–Barca en menos de un mes y la cuna de la historia económica más triste jamás contada.
Bienvenido a la tierra de las oportunidades. Si quieres montar una empresa lo conseguirás sin esfuerzo gracias a las subvenciones y el crédito barato. Tenemos, además, el futuro garantizado gracias a un sistema educativo que habría sido el modelo a imitar durante los diez siglos de Edad Media.
Igual vendemos las reservas de oro que ganamos un mundial. El país del ingles medio y la disponibilidad inmediata para trabajar. ¡Qué más quieres! Somos ese país donde la gran masa social considera que gritar en todas partes y limitar su universo cognitivo a los titulares del Marca son rasgos indisolubles de la idiosincrasia nacional.
¡Disfruten de España!