En el trading, como en algunas facetas de la vida, cuanto menos haga uno, mejor. ¿Qué quiero decir con esto? Pues simplemente que a veces nos equivocamos al pensar que cuanto más hagamos, más resultados vamos a obtener. Por poner un ejemplo práctico, si nos fijamos en algunos países, tales como Holanda, Dinamarca o Suecia, se trabaje menos de las 8 horas reglamentarias que existen en otros países como España.
Pero ahora vayamos al trading, uno de los patrones destructivos que suelen tener algunos traders en sus inicios durante el aprendizaje, es la impaciencia que hace que hagamos más de lo necesario para conseguir mayores resultados. Es una actitud fundamental frente al trading y frente a la vida misma.
La paciencia nos permite soportar contratiempos o dificultades para conseguir nuestro objetivo. Es quién nos dicta que debemos esperar con calma a que las cosas sucedan, mientras nosotros nos concentramos en el proceso del “hacer” durante el momento presente.
Cuando uno se concentra en el proceso, el dinero viene solo.
La frase anterior define implícitamente muy bien el concepto de lo que es la paciencia en el trading. Aprender a ser pacientes es crucial para nuestro éxito.
En muchas ocasiones, sobreoperamos por impaciencia, es decir, si nuestro plan de trading dicta que debemos realizar 2 operaciones en el día como máximo, puede ocurrir que acabemos con 4,5 o 6 operaciones, o incluso más, simplemente porque pensamos que cuanto más operemos, más posibilidades de ganancias tendremos.
Esto es sobreoperar, y lo peor de todo, puede que esas 2 primeras operaciones realizadas fueran positivas, y que el resto fueran negativas. Entonces, es cuando nos preguntamos qué es lo que ha salido mal. Lo que realmente ha salido mal, ha sido saltarse el plan de trading, pero podrían existir más errores todavía:
¿Hemos cumplido con el horario estipulado? Si no hemos operado dentro de nuestro horario de trabajo, entonces tendremos un problema; comparémoslo con un trabajo asalariado: si llegamos a casa después del trabajo, y nos ponemos a trabajar, posiblemente tendremos problemas con nuestra pareja, familia, o simplemente habremos dejado de disfrutar un tiempo muy valioso que pertenecía a nosotros mismos. Incluso si no es así, quizás no dispongamos de las herramientas o contexto para desarrollar ese trabajo. Debemos trabajar en el horario que toca.
Pero todavía podría haber más: ¿hemos sido objetivos?, ¿y selectivos? ¿Hemos sido avariciosos porque íbamos ganando? ¿Hemos operado para “recuperar” pérdidas?
Podríamos continuar así, enumerando un sinfín de errores que cometemos en el trading, sin embargo, estos errores anteriores, en numerosas ocasiones tienen su origen en la falta de paciencia y disciplina. Si evitamos el hecho de cometer todos esos errores que vienen por la falta de disciplina y de paciencia, entonces habremos recorrido un buen trecho del camino hacia el éxito en el trading.
Debemos hacer de la paciencia una virtud, y el trading hará de nosotros un éxito.