Cuando llega la Navidad las entidades financieras dan muestras de su generosidad regalándonos jamones, televisores, viajes, etc. a cambio de suscribir un plan de pensiones. Además, nos recuerdan las importantes ventajas fiscales que concede el Estado a los partícipes, así como la seguridad de que un plan de pensiones, una vez jubilados, nos ayudará a sostener nuestro actual nivel de vida.
Vayamos por pasos:
Hechos:
1) Los años que vivimos después de la jubilación siguen aumentando. En 2007 la esperanza de vida en España es de 80 años, siendo el cuarto país de Europa con menor tasa de ocupación entre los mayores de 65 años. En 2005 los mayores de 65 años representaban el 22% de la población mientras en 1980 eran sólo el 15%. Jamás, hasta ahora, había ocurrido en Europa un crecimiento de la población sin nacimientos. Cada diez años transcurridos la esperanza de vida aumenta uno.
2) El salario una vez jubilado se reduce por termino medio un 47%, siendo la pensión media de 717 euros. Por eso necesitamos complementar nuestra pensión si queremos mantener el nivel de vida.
3) Dado el sistema actual de la Seguridad Social (las generaciones de trabajadores pagan las pensiones de los jubilados, lo que se denomina sistema de reparto) y la estructura de la población (cada vez hay más jubilados por trabajador en activo) las pensiones públicas en un futuro tenderán a disminuir tanto en términos absolutos como en relativos. Ante este panorama prolongar la base de los años para calcular la pensión, incrementar la fiscalidad indirecta o implementar vías privadas de capitalización son las soluciones que se proponen.
4) El Estado concede ventajas fiscales para fomentar los planes de pensiones que suponen un menor ingreso a la hora de determinar la base imponible del impuesto de la renta. Por el contrario cuando se cobra el plan de pensiones tenemos que tributar como rentas del trabajo (se supone que a un tipo impositivo bastante menor pues nuestros ingresos habrán disminuido, ya que la pensión de la Seguridad Social será alrededor del 60% del salario en activo).
5) Hay una clara tendencia, gobierne quien gobierne, en el mundo occidental a bajar el tipo máximo del impuesto sobre la renta (hemos pasado en pocos años del 54% al 43%) y subir la imposición indirecta (IVA), mejorar la fiscalidad empresarial y rebajar el impuesto sobre sucesiones y donaciones y el de patrimonio.
6) Como vemos, comparativamente las rentas del trabajo, que es el tratamiento de la percepción de las rentas de nuestra jubilación, salen peor paradas. Es lo que se llama regresividad fiscal.
7) Los españoles para invertir solicitamos información y confiamos bien en nuestro banco, un 60%, o en nuestros familiares y amigos, un 19%.
¿Qué sucede pasados unos años?
Observamos, si somos de los que miran los informes que nos envía la gestora, que la rentabilidad de los planes de pensiones apenas cubre la inflación, mientras los mercados suben más que ella. La rentabilidad media ponderada de los planes de pensiones desde el año 2001-2005 no alcanza para la inflación. ¿Por cuánto nos sale el jamón que nos regala el banco?
En lugar de ahorrar para la vejez, con los planes de pensiones nos descapitalizamos. Esto sucede porque en España el 82% de los titulares de un plan de pensiones desconoce su rentabilidad (cómo si esta no fuera importante) y un 71% las comisiones de los mismos.
La mitad de los participes paga un 2,35% por gastos de gestión y depósito, lo que influye decisivamente en el capital final. Emplea la regla del 72. Consiste en dividir 72, por la tasa de rendimiento neto de tu inversión para averiguar el tiempo que tardaráss en duplicar tu capital. Si la rentabilidad neta de tu inversión es del 8% duplicarás tu capital en 9 años, y si es del 6% tardarás 12 años.
Entonemos el “mea culpa” y busquemos soluciones, dándole a la inversión de nuestros ahorros tanta importancia como si se tratara de la compra de un coche o de un electrodoméstico al que, por cierto, dedicamos el triple de tiempo a la hora de seleccionarlo (36 días de promedio) que a un plan de pensiones.
Soluciones:
Los planes de pensiones siguen siendo un producto aconsejable, siempre que se establezcan las siguientes pautas. Nos estamos jugamos desde el momento de la inversión nuestro nivel de vida, nuestra libertad. ¡Dejemos pues de ser holgazanes!
1. A la hora de elegir un plan tienes dos alternativas:
a) Plan que replica un índice. Lo más importante son las bajas comisiones sobre todo cuanto más plazo quede para la jubilación. A diez años la diferencia de invertir 6.000 euros todos los años al 8% o al 6,9% estriba en obtener un capital final de 93.872 euros o de 88.201, es decir 5.671 euros. A veinte años la diferencia es de 36.446, a treinta 138.996 y a treinta y cinco 249.065.
Es el poder del interés compuesto. Si quieres averiguarlo la fórmula es:
Valor final = Aportación *(1+i)*(((1+i)^(plazo-1))/i)
Entra en una calculadora financiera y verás la multiplicación de los panes y peces.
b) Si eliges un plan de gestión activa sigue los consejos que te hemos dado para la elección del fondo de inversión.
2. Invierte cuanto antes
Supongamos dos amigos Pedro y Juan. Pedro empieza invirtiendo 1.800 euros a los 25 años y mantiene la inversión durante 10. A los 35 empieza a pagar la hipoteca, deja de hacer aportaciones y rescata su plan a los 65 años.
Por contra, Juan gasta de joven más y empieza a ahorrar a los 35 años la misma cantidad, es decir 1.800 euros cada año y continúa manteniendo la aportación hasta los 65.
Como vemos Juan ahorra y aporta 1.800 euros más durante 20 años es decir 36.000 euros. Sin embargo el capital final es de 283.383 para Pedro y 220.222 para Juan suponiendo un 8% de rentabilidad anual en ambos casos.
La idea de sacrificarse al principio, durante unos años, para tener un mayor capital después, funciona y por eso los jóvenes chinos no van al cine ya que conocen muy bien el poder el interés compuesto, permitiéndoles ir al cine todos los días a partir de los cuarenta años.
El 60% de las personas activas del norte de Europa (el 95% en Holanda) han empezado a hacer un plan de jubilación. En el sur únicamente un 30%, consecuencia de que aquí la confianza en el Estado es mucho mayor, a pesar de que sólo el 9% de los españoles en activo, conoce el importe de su pensión de jubilación… DESCUIDO-IGNORANCIA-HOLGAZANERIA.
3. Si no tienes dinero, endéudate ya que la rentabilidad a medio-largo plazo de un buen plan es superior al coste de dinero y se puede desgravar ya, con lo que su rentabilidad financiero fiscal una vez deducido el coste del préstamo es positiva.
En Europa del norte la jubilación se prepara invirtiendo mayoritariamente en acciones (86%) frente a un 25% en España.
4 . Empieza desde que comiences a trabajar y aporta periódicamente, ya que realizando pequeñas aportaciones no necesitas mayores desembolsos posteriores para obtener un capital suficiente. Tus inversiones pueden ser más arriesgadas y por tanto más rentables, si las eliges bien, al ser mayor el tiempo que falta para la jubilación.
Si baja tu plan de pensiones, y aportas periódicamente, estás comprando participaciones a menores precios y si el plan está bien elegido cuando se recupere incrementarás tu rentabilidad. Piensa en hacer aportaciones extraordinarias después de caídas superiores al 20% en tu plan de pensiones. El tiempo es tu aliado y recuperarás la inversión con creces si has elegido bien el plan.
5. Diversifica en función del tiempo que resta para la jubilación a través de:
i. un plan con objetivo predeterminado de rentabilidad a largo plazo que invierta un porcentaje mayor en renta fija conforme se alcanza la rentabilidad prevista o se acerque la edad de jubilación o
ii. invirtiendo los últimos años de la vida laboral en planes de renta fija si vas a rescatar el plan.
6. Intenta no rescatar el plan de pensiones en forma de rentas del trabajo, pues aunque tu tipo impositivo sea bastante menor que el que te dedujiste en la aportación (tanto por ser tus ingresos inferiores como por la disminución del tipo impositivo general que en este impuesto directo se está produciendo) existen otras alternativas.
¿Cuál es la rentabilidad real de los planes?
Para empezar puedes desgravar hasta un máximo del 43% en el año 2006, pero supongamos inicialmente del 35%.
Si tu tipo marginal es del 35% con una UNICA aportación inicial de 6.000 euros y una rentabilidad del 8%, reinvirtiendo y desgravando la deducción fiscal y la rentabilidad del año anterior durante veinte años obtienes 69.626 euros, lo que te da una rentabilidad anualizada del 13,51%.
En las hojas anexas (en formato Excel) te mostramos el capital final y la rentabilidad que obtiene un plan de pensiones con una duración de 20 años, a diferentes tipos de rentabilidad del plan, variando el tipo marginal y el capital inicial, reinvirtiendo en el plan, las deducciones fiscales y la rentabilidad de la UNICA aportación inicial.
El problema se plantea a la hora del rescate porque tributas, aunque a un tipo bastante menor del de la aportación. Rescátalo bien como capital único si tienes aportaciones antes del 2006 o en el mayor plazo posible como renta, así tributas menos.
Pero existen otras alternativas (préstamos hipotecarios, hipoteca inversa, venta de otros activos con pago aplazado, préstamos con garantía del plan, etc.) que pueden ayudarnos. Todo dependerá de la legislación cuando llegue el momento de la jubilación.
En ese momento hay que replantearse, según la legislación vigente, si vale la pena mantener el plan de pensiones y aquí la rentabilidad pasada y futura durante el plan es un elemento a considerar, ya que puede ser interesante endeudarse y no cobrar el plan, dejándolo a nuestros herederos, máxime si a) son varios, b) su tipo impositivo es menor y c) el impuesto sobre sucesiones continúa como ahora en varias comunidades.
Ni el causante ni el heredero pagan por el incremento del valor del plan a la hora de integrarlo en el patrimonio de éste último. Para los herederos son rentas de trabajo que pueden rescatar paulatinamente a lo largo de muchos años o mantenerlo para próximas generaciones.
Además, con la legislación actual ya no tienes por qué decidir en el momento de la jubilación, cuanto quieres cobrar, ni cómo, e incluso puedes aportar al plan aunque estés jubilado mientras no cobres una prestación del plan.
No obstante hay que tener cuidado ya que en la ultima reforma (2007) para los límites de aportaciones se suman las aportaciones de la empresa. Los límites son los siguientes.
a) Hasta los 50 años: El importe máximo de la deducción será de 10.000 euros con el tope del 30% de la suma de rendimientos del trabajo y de actividades económicas.
b) Más de 50 años: El límite asciende a 12.500 euros con el tope de 50% de la sumar de rendimientos de trabajo y de actividades económicas.
c) Existen límites específicos para aportaciones a planes de pensiones de minusválidos y del cónyuge.
d) Examina si de las aportaciones anteriores al 2007 te interesa rescatarlas en forma de capital para beneficiarte de la reducción del 40%.
e) No confundas a la hora de suscribir un plan de pensiones con un seguro de jubilación. La sorpresa puede ser mayúscula.
En la información adjunta encontrarás paginas web con calculadoras sobre el dinero que debe saportar para tener una jubilación digna, o cuanto dinero tendré al jubilarme si ahorro una determinad cantidad.
Consultas:
http://www.retirement-scope.axa.com/
http://www.matematicas-financieras.com/
http://www.rankia.com/
http://www.comparador.com/
http://www.cincodias.com/
http://www.selftrade.es/
http://www.ingdirect.es/
http://www.abanteasesores.com/
http://www.serfiex.es/