¿Fondos Indexados o ETFs? Esta es una pregunta que todo inversor pasivo terminará formulándose tarde o temprano.
La gestión pasiva ha ido ganando terreno a la clásica inversión activa por gracias a su sencillez y la creciente oferta en neobancos y bancos tradicionales. Los fondos indexados y los ETFS son las dos herramientas para invertir de forma indexada o pasiva más allá de los roboadvisors.
La filosofía y esencia de un fondo índice y un ETF es similar: replicar índices (o sectores). A partir de ahí existen diferencias en su funcionamiento y fiscalidad que harán que la balanza se decante por uno o por otro en función de tu operativa y de lo que busques para tu cartera.
Fondos indexados: qué son y cómo funcionan
Los fondos indexados tienen como objetivo final replicar de la forma más exacta posible el comportamiento de un determinado índice, tanto los movimientos alcistas como los bajistas. Es aquí dónde radica la principal diferencia entre los fondos de gestión activa y los fondos indexados o fondos índice.
Mientras que los fondos de gestión activa buscan conseguir rentabilidades superiores a las del mercado, los fondos indexados intentan obtener la misma rentabilidad que su índice de referencia. Es una filosofía más simple y también más económica en término de comisiones y costes.
De este modo, los fondos indexados no necesitan un equipo gestor y por tanto, gozan de unas comisiones de gestión muy inferiores, además de exigir, por lo general, un capital mínimo de inversión más bajo que los fondos de gestión activa.
Por lo demás, su funcionamiento es el mismo que un fondo de inversión activo, tanto a nivel de negociación como de operativa.
En cuanto a la fiscalidad, cuentan con los mismos privilegios que los fondos de gestión activa. Es decir, se pueden realizar traspasos de unos fondos a otros y solo se tributan los beneficios tras la venta de las participaciones. Esta es una de sus ventajas respecto a los ETFs, como veremos más adelante.
Aquí os mostramos algunos ejemplos de fondos indexados:
Fondos indexados | TER |
Amundi Index MSCI World - IE (C) | 0,20% |
Vanguard ESG Developed World All Cap Equity | 0,20% |
Myinvestor Nasdaq 100 FI | 0,59% |
Pictet-USA Index-P EUR | 0,44% |
Pictet-Europe Index-P EUR | 0,47% |
iShares Emerging Markets Index Fund D Acc | 0,20% |
ETFs: qué son y cómo funcionan
Los ETF o Exchange Traded Funds son otra clase de fondos, denominados fondos cotizados. También tienen como finalidad replicar un determinado índice. Sin embargo, se diferencian de los fondos indexados en que los ETF cotizan en el mercado de valores, y por tanto, funcionan como las acciones a efectos prácticos.
Es decir, la negociación de los ETF se realiza en la bolsa, de modo que pueden comprarse y venderse con facilidad durante las horas en las que el mercado está abierto, no solo al cierre del mismo, como ocurre con un fondo indexado.
La réplica realizada por los ETF puede ser de dos formas:
- Réplica física: este tipo trata de replicar de forma idéntica un índice bursátil. Por ejemplo, si un ETF replica de forma física el IBEX 35, deberá estar compuesto por acciones de empresas que componen dicho índice en la misma proporción. Es decir, que el peso de las acciones que componen la cartera tengan el mismo peso en el ETF que en el IBEX 35.
- Réplica sintética: este caso es algo más complicado, ya que la cartera del ETF no está formada por la compra de acciones que componen el índice, sino que la inversión se realiza mediante derivados (swaps) y acuerdos con la otra parte. Este tipo de réplica es muy común en mercados poco líquidos dónde existen dificultades para vender o comprar las acciones con facilidad, como puede ser el caso de los mercados emergentes.
ETF de réplica física vs ETF de réplica sintética: en qué se diferencian
Como los fondos índice, los ETFs carecen de un equipo gestor y también gozan de costes y comisiones reducidos. En este sentido, sus costes pueden ser menores que los de un fondo indexado y suelen estar por debajo del 0,5% en muchos casos.
Además, como son valores que cotizan en bolsa, no tienen comisión de suscripción, mientras que los fondos indexados si pueden tenerla. Eso sí, al cotizar su estructura de costes puede incluye los gastos típicos de una acción y necesitarás un bróker para comprar y vender ETFs.
A continuación os mostramos algunos ejemplos de ETF:
ETF | Ticker | TER | ¿Dónde contratarlos? |
iShares Physical Gold ETC | PPFB | 0,15% | |
Vanguard S&P 500 UCITS ETF | VUSA | 0,07% | |
Global X Cloud Computing UCITS ETF | CLO | 0,55% | |
SPDR® S&P 500 UCITS ETF | SPY5 | 0,09% | |
Amundi Index MSCI World UCITS | XPAN | 0,18% |
Diferencias entre fondos indexados y ETFs
Sentadas las bases sobre qué es un fondo indexados y un ETF y que ambos replican índices bursátiles, llega la hora de conocer sus diferencias. En otras palabras, qué características de cada uno pueden hacer que la balanza se incline a su favor a la hora de crear tu cartera indexada.
Operativa y flexibilidad
Un fondo de inversión funciona como un fondo y un ETF como una opción. Esta diferencia afecta a su liquidez y flexibilidad, dando una ligera ventaja al fondo cotizado. Y es que los dos son inversiones muy líquidas, pero el ETF lo es un poco más.
Con un fondo indexado puedes dar la orden de compra o venta en cualquier momento y esta se ejecutará al cierre del mercado. Dicho de otra forma, hasta el final del día no sabrás exactamente el precio de compra o de venta porque es entonces cuando se calcula el valor de las participaciones del fondo.
Con un ETF lo sabrás todo al instante. Además, la venta de tu inversión se realizará al momento. Esto supone un punto de rapidez que puede ser clave en función de tu estrategia de inversión o en momentos de grandes caídas, por ejemplo.
Número de fondos indexados y ETFS
¿Buscas variedad? El número de ETFs es mucho mayor que el de fondos indexados. Además, también son mucho más variados.
La mayoría de fondos indexados replican índices bursátiles como el Ibex 35 o algunos índices globales como MSCI World. Con ellos puedes crear una cartera indexada muy bien diversificada sin problemas.
Sin embargo, si quieres tener exposición a áreas más concretas, sectores específicos, materias primas o estilos de gestión, tendrás que recurrir a los ETF. Los ETF son mucho más versátiles y con ellos sí podrás invertir en sectores específicos, países que los fondos indexados no replican y mucha más variedad de activos.
En resumen, que con ETF puedes llegar hasta donde no te llevará un fondo indexado.
Comisiones y costes
Hay una cosa que debes tener clara: tanto ETFs como fondos indexados son dos herramientas de inversión muy económicas y con costes reducidos. Ahora bien, ¿es más barato un fondo índice o un ETF?
Una de las diferencias entre ETF y fondos índice son los costes que tiene cada uno. Un fondo tiene los propios de un fondo de inversión y un fondo cotizado los de una acción.
Para que lo entiendas mejor, con un fondo indexado pagarás una comisión de gestión (normalmente muy baja) más una comisión de suscripción y de reembolso, así como una comisión de custodia.
Por su parte, la inversión con ETFs acarrea también una comisión de gestión, a la que deberás sumar las comisiones de compra venta que imponga el bróker.
Si nos referimos solo a la comisión de gestión, las de los ETF son más baratas que las de los fondos indexados. En concreto, el coste del ETF puede llegar al 0,3%, aunque lo normal es que sea más bajo, incluso de menos de 0,1 puntos porcentuales. Con un fondo indexado es muy raro que pagues menos de 0,15% y los hay que cargarán hasta más de un 1%.
Impuestos
Aquí radica el verdadero quid de la cuestión para el inversor pasivo español. La gran diferencia entre ambos productos es que un fondo indexado tributa como un fondo y un ETF lo hace como una acción.
Esto quiere decir que con un fondo indexado no vas a tener que pagar impuestos si traspasas el dinero a otro fondo (sea o no indexado). Esta es una de las ventajas de los fondos indexados y algo que facilita mucho el rebalanceo de la cartera.
Al utilizar fondos indexados no tributarás por la ganancia acumulada cuando reajustes los porcentajes de tu cartera o traspases dinero de un fondo que ya no te interesa a otro nuevo.
Con un ETF sí tendrás que tributar por todos estos cambios. Los ETF funcionan como acciones en la declaración de la renta y cualquier venta que hagas supondrá pagar impuestos, aunque sea para invertir en otro ETF.
¿Cuánto supone esto a efectos prácticos? En términos financieros, la diferencia está en abonar con cada cambio o rebalanceo entre un 19% y un 26% de las ganancias acumuladas. Esto puede suponer un pequeño pellizco o un gran golpe en función de cómo y cada cuánto hagas los rebalanceos en tu cartera indexada.
Conclusiones: ¿Es mejor un fondo índice o un ETF?
La batalla entre los fondos indexados y los ETF sobre ver quién será el ganador dominante en la gestión pasiva es un hecho. De un tiempo a esta parte los ETF han ido comiendo terreno a los fondos indexados, gracias en gran medida, a la extensa variedad de ETF que podemos encontrar en el mercado.
A través de los ETF es posible invertir en valores muy específicos como pueden ser la Marihuana o la inteligencia artificial, cosa que los fondos indexados no permite. Además, se pueden realizar operaciones intradía, mientras que la compra-venta de participaciones en el fondo se realiza al valor liquidativo de cierre del día.
La ventaja de los fondos indexados es su simplicidad en cuanto a la operativa, sin embargo suelen tener unas comisiones algo más elevadas que los ETF, aunque con estos hay que tener en cuenta las comisiones por operación que nos cobrará el bróker en la compra-venta de ETFs.
Ahora bien, si seguimos la filosofía de la gestión pasiva, comprar y esperar, esas comisiones del bróker, en términos absolutos, serán inferiores a las comisiones de gestión de los fondos indexados.
Además si tenemos en cuenta el objetivo final de la gestión pasiva, replicar un determinado índice bursátil, los ETF suelen lograr réplicas más exactas.
No obstante, los ETF también presentan desventajas frente a los fondos indexados. Principalmente, tienen una fiscalidad menos favorable en comparación con los fondos indexados. Los ETF, funcionan como acciones y por tanto, tributan de igual manera. Es por ello, que a través de los ETF no tenemos la oportunidad de realizar traspasos sin tributar previamente por nuestras plusvalías.
Esta desventaja fiscal de los ETF equilibra la balanza de costes totales a favor de los fondos indexados, aunque como siempre, depende en buena medida del tipo de operativa que lleves a cabo.
Como conclusión, si tu intención es invertir en sectores específicos los ETF son nuestro producto, pues tendremos mucha más variedad dónde elegir. Sin embargo, si tu inversión va dirigida a la réplica de los índices bursátiles más comunes, la ventaja fiscal de los indexados compensará el pago de una comisión algo superior.
En cualquier caso, tampoco es imprescindible elegir entre uno y otros. ETFs y fondos indexados son totalmente compatibles. A modo de ejemplo, puedes usar los fondos índice para el grueso de tu cartera indexada, de forma que puedas hacer los rebalanceos sin preocuparte por Hacienda y los ETF para llegar a sectores concretos. Asimismo, también puedes acceder a estos dos vehículos a través de un roboadvisor.