No sé vosotros pero a mi me encanta la saga de libros de George R.R. Martin (Canción de Hielo y Fuego) y también la genial serie basada en ellos de HBO Juego de Tronos. No es sólo la intriga y los geniales cliffhangers de cada uno de los libros y episodios de TV, sino la estrategia que cada personaje va construyendo (algo que se aprecia y explica mejor en los libros que en la serie) para alcanzar sus objetivos y las enseñanzas que uno puede extraer de ellas. Es como ver un partido de ajedrez pero donde cada jugador explica la razón detrás de cada jugada. Aunque algunas suelen ser bastante tontas, obvias o caen en el error de la complejidad, hay sabiduría en la mayoría. Son tantos y tan diversos los personajes, y la saga es tan larga que el autor tiene oportunidad de discutir muchos temas y si leemos o escuchamos con atención algo podemos aprender.
Al igual que hice en el post: Lo que aprendí de Inversiones con Star Wars, aquí también cuelgo las frases que más me han gustado con una pequeña explicación. Todas han sido tomadas de los libros, aunque algunas también han estado en la serie de TV.
Una mente necesita de los libros igual que una espada de una piedra de amolar, para conservar el filo.
Leer libros es la mejor forma de aplicar el interés compuesto a nuestro conocimiento para aumentarlo. Nos hace reconocer que realmente sabemos muy poco y que ser ignorante en muchos temas no es nada malo ni para avergonzarse. Desarrollamos humildad y disminuimos nuestra arrogancia. Hay que leer constantemente, leer más libros que noticias y chismes. Algo de lo que me he dado cuenta es que leer es la forma más fácil para reconocer nuestro errores, tener una opinión informada y hasta para cambiar de parecer en temas polémicos o al menos admitir que uno no sabe lo suficiente como para tomar partido por ninguno de los lados. Por qué? porque no es lo mismo que alguien nos diga que estamos equivocados o que no sabemos lo suficiente para opinar o que nos dé un consejo, a coger un libro por voluntad propia y aprender. En los primeros tres casos nuestra primera reacción casi siempre es estar a la Defensiva, mientras que al leer un libro lo hacemos porque queremos aprender más acerca de algo, sin que nadie intervenga.
La mayoría de los hombres prefería negar una verdad dolorosa antes que enfrentarse a ella.
Ya lo ha repetido en varias ocasiones Charlie Munger cuando habla del sesgo: Pain-Avoiding Psychological Denial, que no es más que distorsionar inconscientemente la realidad y los hechos de tal forma que sea más fácil digerirlos, aceptarlos y soportarlos. Por lo tanto preferimos leer y escuchar opiniones que coincidan con nosotros y refuercen nuestra forma de ver el mundo. Siempre es mejor matizar y contrastar nuestras creencias y teorías por muy hiriente que esto sea. Aceptar la realidad (o lo mas cercano a ella) sin escondernos en excusas o justificaciones, eso es ser valiente, eso es tener coraje. No aceptar la verdad casi siempre lleva a hacer más grande nuestro error y los problemas. Algo sencillo se convierte en una bola de nieve y después es más difícil salir de ella.
Los hombres siempre aseguran estar hambrientos de verdad, pero que cuando se la sirven, pocos encuentran su sabor agradable.
Siempre decimos querer conocer la verdad, pero cuando ésta contradice nuestras ideas o narrativa, entonces preferimos ver hacia otro lado. La mayoría de las veces preferimos una buena historia que coincida con nuestras ideas preconcebidas y apele a nuestras emociones; una buena historia estructurada con principio y final claros que parezca película de Hollywood donde no existen ambigüedades y todo tiene sentido. Pero la verdad es que la realidad es compleja, incierta y llena de caos y ambigüedades, y la mayoría de las veces las causas y/o efectos no serán tan claros. El ser humano no está programado para aceptar ésto, no está hecho para la disonancia, sin embargo debemos aceptarla y acostumbrarnos a ella.
A veces los caminos diferentes llevan al mismo castillo.
Para ganar dinero en la Bolsa no existe un sólo camino. Algunos ganarán utilizando Análisis Técnico, otros más Análisis Fundamental o cualquier combinación y variación. Algunos ganarán especulando, haciendo day-trading o con sistemas automáticos, otros más lo harán invirtiendo en acciones, fondos/ETFs y esperando. La cuestión es que al final y durante un periodo largo de tiempo la estrategia gane dinero y lo hago por las correctas, es decir, es mejor tener un buen proceso con buenos resultados en la mayoría de las veces (justicia poética), a tener un mal proceso con buenos resultados esporádicamente (pura suerte).
Miramos las mismas estrellas y vemos cosas tan distintas.
Por eso funcionan los Mercados porque cada quien ve las cosas de diferente manera. Hay muchas formas de analizar empresas y valuarlas, muchas formas de invertir y/o especular, muchas formas interpretar los datos, muchas formas de vivir y entender la vida. Si las alternativas, técnicas, métodos y filosofías que hemos decidido utilizar realmente nos acercan cada vez más a nuestro objetivo final (sea cual sea), entonces no importa si no coinciden con el resto o si lo que hacemos no gusta a los demás ni recibe aplausos o si alguien siempre está criticando nuestro proceso. Si nuestra forma de interpretar la vida nos acerca cada vez más a dónde queremos llegar, eso es suficiente. Cuidado esto no quiere decir que no aceptemos las críticas constructivas, esto lleva a la siguiente frase:
Lo único que me ofenden son las mentiras, no los consejos sinceros.
Cada herida es una lección, y que cada lección nos hace mejores.
Aceptar cada error con gusto y no con vergüenza, porque de cada error aprendemos. Si en vez de aprender de ellos, los disfrazamos y buscamos excusas, simplemente estamos desperdiciando una valiosa lección para ser mejores. Los errores hay que frotarlos en la nariz como dice Munger, hay que portarlos con orgullo para no olvidarlos y repetirlos. Traigo a colación una frase que tengo entre mis favoritas de Rankia y fue dicha por Solrac en enero 13 de 2014:
Lo que me asusta es llegar algún día a no reconocer que me equivoco… Si llegara el día en que me cerrara en banda ante las valiosísimas experiencias que me brindan los fracasos, me consideraría intelectualmente muerto.
El miedo hiere más que las espadas. El hombre que teme la derrota ya ha sido derrotado.
Ya sea en las inversiones o en la vida, aquel que comienza cualquier proyecto con miedo, nunca podrá dar lo mejor de él ni dará el paso decisivo para lograrlo, ese último paso, ese último esfuerzo. No me refiero al miedo de tomar riesgos excesivos (porque eso sería ser tonto), ni al miedo per se (porque sentir miedo es normal), sino Miedo al fracaso, miedo a equivocarse, miedo a hacer el ridículo y a que los demás se rían de él. Aprender a controlar nuestros Miedos y como dice un viejo meme: baila como si nadie te estuviera viendo.
El dolor puede extraviar hasta a las mentes más fuertes y disciplinadas.
Está demostrado que en las Inversiones el ser humano siente con más intensidad las pérdidas que las ganancias, ie, ganar hoy 25% no compensa nuestro estado de ánimo después de haber perdido ayer el 20%, aunque nuestra inversión haya quedado igual. Es por esta diferencia de intensidades (porque ya venimos programados así) que la mayoría de los inversores compran caro y venden barato, entran en máximos y salen en mínimos. Es por eso que con frecuencia vendemos los ganadores para asegurar una ganancia, pero dejamos abiertos a los perdedores con la esperanza de recuperar (disposition effect).
El miedo no debe avergonzarnos. Lo importante es cómo nos enfrentamos a él.
Todos hemos sido presa de nuestros miedos, sesgos y debilidades mentales, pero la cuestión es reconocerlos y saber cómo enfrentarlos. Esto lo podemos hacer con algún tipo de checklist o proceso que los disminuya tanto como sea posible. Ya que sentimos con más intensidad el miedo que la alegría, es por eso que las historias y noticias que apelan a nuestros miedos suenan más “convincentes” y venden mucho más que el resto. La cuestión no es No tener miedo o esconderlo, sino controlarlo. Ya lo dijo Yoda: “Fear is the path to the dark side. Fear leads to anger. Anger leads to hate. Hate leads to suffering.” Esto es así en la Vida y en las Inversiones.
El que corre por la vida, corre hacia la muerte.
Al menos en las inversiones, aquel que va corriendo apresurado para convertirse en millonario lo más rápido posible, casi siempre termina bastante mal, y en el mejor de los casos no aprende lo necesario para conservar lo que ya ganó. En ejemplo famoso fue el de Rick Guerin quien fue socio con Buffett al inicio de su carrera. Guerin se apalancó y que después del bear market de final de los 60s y principios de los 70s tuvo que vender y no pudo disfrutar de los beneficios del siguiente bull market. Fue de esta experiencia que el abuelo Buffett comenzó a decir que él prefiere hacerse rico lentamente y que no hay nada de malo en ello. Mientras más rápido camine el mundo a nuestro alrededor o más rápido se nos exija caminar, entonces más lento debemos hacelor, porque una decisión inteligente necesita reflexión y toda reflexión necesita un momento de pausa.
Si le cortas la lengua a un hombre no demuestras que estuviera mintiendo, demuestras que no quieres que el mundo oiga lo que pueda decir.
Esta frase no requiere demasiada explicación, y ejemplos hay demasiados, desde quienes banean a un blogger, periodista o hasta un servicio como fue el caso de twitter en Turquía, hasta quienes llegan al extremos de encarcelarlos como en Venezuela o hasta matarlos como suele suceder en todas las dictaduras como la cubana o la china.
Las coronas afectan de manera extraña a las cabezas que ciñen.
El poder y el dinero tienen el potencial de nublar nuestra visión y torcer nuestro juicio, y más si no han sido obtenidos bajo principios y valores sólidos.
Una buena acción no lava la mala, ni una mala lava la buena. Cada una debe tener su recompensa.
De la misma forma que una operación ganadora no siempre elimina con exactitud la perdida de una operación perdedora, en la vida tampoco es posible resarcir las malas acciones con buenas. No es tan simple porque las primeras casi siempre dejan una cicatriz. Cuando analizamos la economía es un error establecer relaciones causa efecto entre solo un par de países como muchos erróneamente hacen culpando a Alemania o a USA de los problemas de España, como si la economía fuese tan sencilla como un partido de soccer. La verdad es que todo es una combinación de muchos agentes (nacionales y extranjeros) y No podemos esperar que la solución de las cosas sea tan sencilla como revertir la política anterior (porque revertirla aunque es necesario no soluciona los problemas ya creados) o que el mismo sufrimiento de los afectados sea aplicado a los causantes (porque eso no resarcirá las pérdidas de los afectados aunque sí es necesario castigar y/o pedir indemnización a los culpables) o que los problemas que son exportados por alguna nación sean ahora importados (porque por más que debamos detener la exportación de problemas, la importación de los mismos no resuelve los problemas de raíz y hasta puede empeorar las cosas). Esta última solución propuesta por algunos es la menos recomendable cuando hablamos de sistemas complejos dinámicos y adaptables como lo es la economía. Ojala solucionar la inflación o el desempleo fuese tan simple como hacer una devolución en Best-buy o RadioShack. A esto se le llama Kantian Fairness Tendency y no es más que querer que todo sea justo al estilo ojo por ojo y donde a veces las buenas intenciones causan malos resultados o empeoran la situación, precisamente por las consecuencias no deseadas ni previstas que son algo propio de los sistemas complejos. Esto no quiere decir que no tratemos de intervenir para mejorar las cosas, simplemente quiere decir pensar un poco más en las soluciones y no dejarnos llevar por las emociones, porque al final las economías están hechas de personas e intercambiar los problemas de un lado a otro no elimina el problema (aunque muchos piense que sí) sólo lo hace más resiliente para la siguiente ocasión que aparezca.
Las historias viejas son como los viejos amigos, hay que visitarlas de cuando en cuando.
Siempre es bueno conocer la historia y releerla más de una vez, pero no sólo la historia contada en libros de reciente publicación, sino leer periódicos, revistas y libros de hace 50 o 100 años o incluso mas. Ir a la hemeroteca es una joya, repasar los anuncios, clasificados y titulares de hace 70 o 100 años realmente es una máquina del tiempo, algo imposible de captar en otro lado. Así nos daremos cuenta lo poco que ha cambiado el comportamiento del ser humano. Las cosas que tendemos a exagerar ya han sido exageradas en épocas pasadas, las cosas que asumimos como imposibles ya han sido posibles, la desesperanza, los miedos y la manipulación de nuestro cerebro reptiliano (como diría Claudio Vargas) por los medios y grupos de poder siempre ha existido y sin embargo aquí estamos mejor que hace 100 años. Leer historia no sólo nos da una mejor perspectiva de los ciclos, sino que, al menos en mi caso, siempre brinda optimismo y esperanza.
Bueno, creo pararé aquí porque no quiero hacer el post más largo y más aburrido. Sé que el tiempo vale mucho hasta para los fans de Juego de Tronos.