Para quienes estéis salivando con hambre de altos rendimientos debido a las anémicas tasas de interés en los depósitos y en el resto de la RF, de una vez os advierto que el título es puro cachondeo y exageración por mi parte para darme a entender.
Recientemente un conocido me mandó el link de un hilo en Rankia donde un rankiano mencionaba que su banco le había recomendado comprar el fondo Aberdeen Frontier Markets Bond Fund o Bonos de Honduras. Lo bueno es que varios otros rankianos salieron al rescate (Enhorabuena!!!) y sinceramente espero que el autor del hilo los haya escuchado.
El punto de este post no es señalar la poca liquidez de sus subyacentes y el alto riesgo que este tipo de instrumentos de Renta Fija poseen, sino describir dos situaciones que frecuente y comúnmente suceden en los bancos y demás instituciones financieras que se dedican a vender productos a los inversores, ya sea retail, sofisticados e incluso institucionales. Estas dos situaciones son:
1.- Dale al público lo que pida o como dicen en Wall Street “When the ducks quack, feed them”. Esto quiere decir que cuando el público inversor está hambriento por algún tema de moda o necesidad, entonces las instituciones financieras harán todo lo posible para inventar instrumento tras instrumento con el propósito de saciar ese apetito. Esto lo hemos visto muchas veces y siempre es lo mismo. Lo vimos durante la burbuja puntocom donde los Fondos enfocados a tecnología comenzaron a reproducirse como conejos, también lo vimos cuando la fiebre del oro tomó vuelo en la reciente crisis y los Fondos y ETFs enfocados a este metal comenzaron a pulular. Curiosamente lo mismo pasó durante el boom de Japón en los 80s, y si nos fijamos bien veremos que lo mismo está pasando con todo lo que aparenta ser renta fija con buenos y/o altos rendimientos. Es el viejo truco de multiplicar el pan y el vino, pero con resultados dañinos casi siempre.
El público inversor está hambriento de rendimientos y las instituciones financieras buscan hasta debajo de la última piedra para encontrar o disfrazar cualquier cosa con tal de saciar nuestra necesidad. No os dejéis engañar, no todo lo que dice ser renta fija es seguro ni siempre pagará intereses; además entre mayor rendimiento ofrezcan, más inquisitivos debemos ser sobre lo que viene dentro de la envoltura. Antes de pensar y soñar con rendimientos y ganar dinero, primero debemos revisar los riesgos y evitar perder dinero de forma permanente.
2.- Deshacerse de sus inventarios. Curiosamente cuando las cosas comienzan a darse la vuelta (aunque no siempre con timing perfecto), los bancos de inversión comienzan a vender toda la porquería que fueron acumulando en sus inventarios durante el boom. En la crisis de las subprime muchos bancos de inversión, tanto americanos como europeos (y un par de asiáticos), comenzaron a vender su basura a quien se dejara y no me sorprendería que lo mismo estén haciendo ahora al intentar vender instrumentos de Renta Fija riesgosos pero cuyos precios han sido levantados por la ola de tasas bajas y la hambruna generalizada por yield. El problema es que en momentos de stress este tipo de instrumentos mostrará su verdadera cara, la cual es la poca liquidez de sus subyacentes y la débil situación de sus emisores y cuestionable solvencia. Howard Marks ya advirtió de esto en su último Memo.
Esto me recuerda a la historia que Guy Spier narra en su libro que reseñe hace tiempo. Spier habla de cómo su padre durante la crisis de 2008 compró bonos de Lehman Bros. porque un reconocido banco le llamó para ofrecérselos. Esto refleja como los brokers y dealers estaban tratando de deshacerse de toda la basura.
He explained that a financial adviser from one of the world’s largest
and most prominent banks had called him up to recommend these
bonds, assuring him that they had a triple-A rating from Moody’s. He
had felt particularly confident in buying them because he was aware
that Moody’s was one of my holdings, and he knew that I invested in
companies with good products.
But I understood exactly how this game worked. Professional investors
were fleeing from Lehman in droves. So the Wall Street selling
machine had kicked into high gear, touting this dross to overly trusting
clients. With Lehman’s usual investors shunning its bonds, the
firm had to seek out a more gullible client base. My father’s bank no
doubt pocketed a fat commission as a reward for abusing him to serve
its own ends.
I let loose an angry tirade. “How many times have I said that one
should never buy anything that’s being sold by Wall Street? Never. I
like Moody’s business, not their ratings. They always lag the market.”[1]
Y es que los últimos reportes de Lipper y S&P Capital IQ muestran que los inflows acumulados de dinero hacia Fondos y ETFs enfocados a RF High Yield han seguido aumentando de forma constante. También señalan que la emisión de este tipo de bonos ha seguido fuerte, y lo peor es que la mayoría de ellos son del tipo “unsecured loan”, lo cual significa que no hay colateral que avale dicha emisión, el único aval es el que la siguiente imagen muestra.
Sólo imaginad que tan distorsionado está el Mercado de RF que la tasa del bono de 10 años de España es muy cercana a la de Noruega, 1,82 Vs 1,70 respectivamente. Mientras tanto sus déficits fiscal y comercial y las cuentas nacionales de ahorro e inversión son casi diametralmente opuestas. No sólo esto, sino que varios países emergentes y empresas de dudosa fortaleza financiera están rompiendo record de emisión de deuda a intereses bajísimos.
Pude ser que nada pase en 1 o 5 años, nadie sabe. Puede ser que todavía exista demanda de inocentes e incautos para este tipo de productos. Puede ser que quienes los compren hoy todavía puedan disfrutar de esos jugosos intereses por bastante tiempo. Todo puede pasar, pero honestamente no recomiendo quedarnos dentro de ellos para averiguarlo. Es preferible no ganar altos rendimientos y no saber cuánto tiempo pasará así, a ser de los que se lamentarán y recordarán por el resto de su vida el momento cuándo los rendimientos que presumían se convirtieron en pérdidas permanentes que ni los intereses ganados les podrán devolver.
NOTAS:
[1]Extracto del libro The Education of a Value Investor de Guy Spier.