Bimbo es una de las grandes historias de éxito mexicanas y con presencia más de 30 países. Ha estado en Casos de Estudio de muchas Universidades, incluidas Harvard y Cambridge.
Vivió y sobrevivió a las devaluaciones de los 80s y 90s y a diferencia de otras grandes empresas mexicanas no se puso a apostar con derivados antes de la debacle de 2008. Y fue precisamente ese año que se puso el objetivo de convertirse en la Panadería del Mundo.
Y ahí va poco a poco. Posee poco mas del 4% de cuota de mercado a nivel mundial. Las únicas comparables son Mondelez International con casi el 3% y Yamazaki Baking Company con el 2%. Esto nos habla de un mercado super fragmentado y super competitivo.
A pesar de estar en una industria de capital intensivo con márgenes netos pequeños y bajo costo de sustitución, Bimbo ha podido crear una Moat gracias su efecto Red de distribución que le da una presencia casi monopólica en México. Esto hace que ese bajo costo de sustitución se convierta en un efecto de disponibilidad porque los productos sustitutos no están tan disponibles a la mano del consumidor ni con tanta variedad en la mayoría de los casos.
A pesar de tener presencia mundial y ser la más grande del mundo, la mayoría de sus ventas siguen estando en México y su crecimiento en los últimos años ha sido a base de adquisiciones. Esto es algo que debemos revisar de forma constante porque no todas las adquisiciones e inversiones en expansión le han resultado. Y porque las operaciones redituables subsidian a las no redituables.
Su estrategia internacional es adquirir marcas locales y usar ese poder de marca local para tener un efecto red de penetración. Esta es la misma estrategia que siguen compañías como P&G o Unilever, aunque a Bimbo le ha costado más trabajo.
Algo curioso que ha pasado es lo que la Imagen 3 muestra. Desde 2004 hasta el 2016 era bastante fiable obtener un precio objetivo a partir de sus ventas o EBIT o EBITDA porque tenían alta correlación, pero después de ese año la correlación se rompió y el precio de Bimbo cayó mientras sus precios objetivos siguieron subiendo.
¿Qué hizo que el Mercado ya no prefiriera esos múltiplos para valorar a la compañía? Honestamente no lo sé, ya que el mercado es muy difícil de entender en ese aspecto.
Pero al parecer el Book Value por acción tomó la batuta y ha sido el que mejor correlación ha tenido en los últimos años. Es por esta razón que debemos usar con cuidado y conocimiento los precios objetivo.