Tenemos el placer de presentaros a un Amigo que a la vez será un viejo conocido de muchos de vosotros. Se trata de un bloguero con solera que es en realidad un analista de lo mejorcito que se puede encontrar en el mundo financiero. Su nombre: Jose María Diaz Vallejo, un destripador de balances empresariales capaz de encontrar valor debajo de las piedras.
Estamos pues encantados de que nos permita publicar algunas de sus "notas", que elabora desde el Institutional Equity Desk de Renta4. Además, Pepe escribe con su clásico estilo bloguero, ameno y próximo, casi vehemente, a la vez que detallado y riguroso. Lejos, muy lejos de los aburridos y rutinarios informes y análisis de la mayoría de departamentos de inteligencia de entidades financieras. Os dejo pues con una primera perlita de análisis de Pepe:
Son varios los comentaristas que relacionan el outlook negativo que dio ayer Arcelor con los efectos negativos del QE (Quantitative Easing). En un entorno con capacidad sobrante y con una demanda débil, parece imposible que las subidas en el precio de las commodities se repercutan en el precio final pagado por el cliente. El CEO de ArcelorMittal lo dejó claro ayer cuando dijo que “Our outlook for the fourth quarter remains cautious as the expected higher input prices continue to work through the business and demand remains muted.” El problema es que esto no es un mal aislado. Durante los últimos dos meses hemos estado hablando con clientes la disparidad de performance entre Acerinox y el níquel, por ejemplo. Mirad lo mal que lo ha hecho Tubacex…
Fijaos en lo que acaba de comentar EON también en esta (preocupante) línea: “In the aforementioned markets [Italia, España y Francia], the development of electricity and commodity prices is in some cases leading to significantly lower margins and capacity utilisation”.
El QE machaca el dólar y las caídas del dólar se traducen en subidas en los precios de las materias primas que, a la postre, implican fuertes presiones en márgenes. Y la demanda sigue sin aparecer. Tal vez por este motivo (entre otros) cada vez sean más los que ponen entre interrogantes la conveniencia del QE2. En una economía débil, con una recuperación débil en la que sólo se salvan los resultados empresariales, hasta qué punto es razonable mantener un QE que ya empieza suponer un retroceso en el resultado empresarial. Scott Grannis lo deja bien claro en su blog:
“There is no need for any QE2, and certainly no need for trillions more of asset purchases. Therefore, I think there is a strong case to be made for a QE2 announcement next week that "disappoints." Why couldn't the Fed announce a token QE2 (e.g., a hundred billion in installments) to reinforce the fact that they are committed to avoiding deflation, but also unwilling to provoke too much inflation? While such an announcement would seem likely to result in an equity sell-off, I would view it as very good news from a long-term perspective, and thus an excellent buying opportunity. If the Fed does the right thing, that can never be bad. Downplaying the risk of deflation and the need for a massive QE2 would also send a strong message of badly-needed optimismo.”
Por su parte, Marc Faber (quien no es precisamente santo de mi devoción) se anticipa a lo que pueda pasar con FED y advierte que cualquier cifra por debajo de 1 trillón “could disappoint investors and may prompt a correction in US stocks”.
El propio Faber sigue recomendando estar en commodities, especialmente metales preciosos y grano. Respecto a estos últimos (ya sabéis que soy un loco del tema agrícola), los inventarios siguen en niveles muy deprimidos. El gráfico siguiente habla por sí solo:
El impacto en los precios de las commodities agrícolas es directo: el maíz sube un 63%, el trigo un 84%, la soja un 24% y el azúcar un 55%. Veremos cómo se traducen estas subidas en los resultados de Ebro Foods, por ejemplo.
Lo que es claro es que el QE está generando presiones inflacionistas que poco a poco van filtrándose a la economía real y que tarde o temprano se reflejarán en los tipos de interés. Llegados a este punto hay que plantearse dos cuestiones fundamentales: 1) ¿hasta qué punto es razonable un QE2 cerca de la banda alta de las expectativas, que genere una base inflacionaria en ausencia de demanda? y 2) ¿en qué nivel de la cadena productiva colocamos nuestra cartera?
Personalmente, si me pongo a mirar el mercado desde un punto de vista micro veo ideas muy atractivas por valoración y crecimiento, algunos sectores interesantes… pero si tuviera que fijarme en el mercado desde un punto de vista exclusivamente macro y dar una recomendación, utilizaría el clásico comodín de analista bursátil: “a corto plazo esperamos volatilidad, recomendamos ser extremadamente prudente y selectivos en este entorno de alta incertidumbre” (= ni puñetera idea). Si fuera David Bisbal lo remataría con una pirueta. Y en esta locura macro, de QE, de Currency War y de commodities disparadas, sólo puedo/quiero recordar a Warren Buffett cuando dijo:
“El letargo que raya en la holgazanería sigue siendo la piedra angular de nuestro estilo inversor”.
Vamos, que a corto plazo esperamos volatilidad y recomendamos extremar la prudencia...
Un saludo a todos.
José María Díaz Vallejo - Renta4 Institutional Equity Desk