El concepto de riesgo, en cuanto a la preservación patrimonial a largo plazo se refiere, ha cambiado de forma generalizada y peligrosísima desde el estallido de la burbuja de crédito. Y nuestra obligación como family office es advertir y proteger a nuestros Clientes y seguidores, del riesgo que se está apoderando de activos que hasta hace poco se consideraban (y aún la mayoría consideran) "seguros".
Cuando en alguna de nuestras conferencias comentamos que en este nuevo mundo financiero (New Normal) en el que nos hallamos inmersos, el concepto de Riesgo y de Preservación de capital ha cambiado radicalmente, algunos de los asistentes nos miran escépticos. Pero cuando les decimos que el Riesgo se está apoderando del tradicional asset allocation en la renta fija y que la preservación del patrimonio debe realizarse, más que nunca, en esta nueva normalidad mediante la adquisición de buenas empresas baratas en bolsa, el escepticismo se convierte en incredulidad generalizada. Y su pregunta/exclamación es la siguiente: ¿Cómo va a existir mayor riesgo en un depósito bancario, producto garantizado, deuda subordinada o bonos públicos y privados que en la bolsa?
Llegados a este punto debemos distinguir entre riesgo y volatilidad, entendiendo riesgo como la posibilidad de perder nuestros activos más allá de la temporalidad del corto plazo, de forma digamos permanente o a largo plazo (en relación a la vida inversora, por ejemplo). O sea, lo contrario de la preservación patrimonial a largo plazo, que debe ser el objetivo principal de la gestión de una fortuna familiar. De hecho, en Cluster Family Office utilizamos principalmente el concepto de "potenciales pérdidas a corto plazo", en lugar del prostituido y tergiversado concepto de riesgo confundido con volatilidad. Y en el New Normal más que nunca. Porque confundir Volatilidad con Riesgo al hablar de gestión de patrimonios en la actualidad es perder el Norte.
En la gestión patrimonial (que va muchísimo más allá de la gestión de una simple cartera y sus resultados a 31 de diciembre) la posibilidad de perder temporalmente a corto plazo no debe considerarse riesgo, siempre que tengamos la certeza de que nuestros activos recuperarán el valor perdido y ganarán a medio o largo plazo. De hecho debemos invertir exclusivamente en activos cuyo valor sea mayor cuanto más ampliemos nuestro horizonte temporal. En ese caso, nuestros activos podrán sufrir potenciales pérdidas a corto plazo, pero a medio y largo plazo el riesgo se reduce hasta su práctica eliminación.
Sin embargo, el hecho de que la mejor forma de hacer crecer y preservar el patrimonio a largo plazo sea la inversión en acciones de excelentes negocios a excelentes precios, no es sólo fruto del abuso reciente de la deuda (renta fija y demás garantizados bancarios). Ante eventos como el corralito argentino, o cualquier black swan o cisne negro impredictible, la Historia ha venido demostrando ya desde el siglo pasado que los activos empresariales son los que sobreviven mejor a las debacles financieras y geopolíticas. Mirad en el siguiente gráfico lo ocurrido en la última década con la renta fija y la bolsa argentina después de un evento de crédito. Óbviamente, los bonistas argentinos han sufrido una menor volatilidad, pero preferiría encontrarme en el lugar de los bolsistas, asumiendo una mayor volatilidad y un mayor riesgo de pérdidas a corto plazo. Pobres bonistas, que compraron la seguridad que les vendieron ingenuos, incautos y/o desalmados asesores. Observad que en los primeros meses del gráfico, antes del verano de 2001, los bonistas se sentían muy bien asesorados, listos, cómodos y tranquilos viendo como el resto de inversores en bolsa argentinos sufrían pérdidas superiores al 20%. Pero lamentablemente para ellos y para sus herederos, sus asesores no evitaron que siguieran confundiendo Volatilidad y potenciales pérdidas a corto plazo con Riesgo. Y queriendo evitarlo, renunciando a plusvalías mayores, lo asumieron para siempre sufriendo minusvalías irrecuperables (como quien haya comprado un inmueble en España en 2006/7 a precio de oro y brillantes)
Es obvio que la volatilidad que conllevan los precios de las acciones de las empresas en los mercados de bolsa, es alta. Y también es cierto que, si hablamos exclusivamente de volatilidad, los activos tradicionales de renta fija han mantenido históricamente una mayor estabilidad de sus precios, incluso en el ejemplo del default argentino mencionado antes, que los mantienen "estables" por debajo de la mitad de la par. Os recomiendo releer el artículo en el que podéis descargaros la presentación completa que realizamos hace unos meses en este sentido: "La insoportable levedad de la Renta Fija".
Pero para los escépticos anclados en la incredulidad hasta que la multitud los empuja a seguir al rebaño, les avanzaremos una perla que hoy por hoy es simplemente un estudio económico más, pero elaborado nada menos que por el Departamento de Investigación (toda una declaración de intenciones) del Banco Popular de la China. Su director, Jing Xuecheng, ha reconocido haber elevado a "relevantes autoridades" del Gobierno dicho informe encargado por los de arriba en el que se estudia la siguiente posibilidad: Convertir al menos parcialmente las reservas chinas de USD acumuladas en deuda soberana y Treasuries norteamericanos en acciones de empresas cotizadas. Según datos del Tesoro norteamericano, el peso de los Treasuries en manos del gobierno chino es de $1.1449 trillion (billones españoles) hasta el final del pasado mes de Marzo 2011. El peso total de reservas en divisas externas asciende a $3.0447 trillion (y subiendo debido a su balanza comercial), y en círculos políticos parece haberse intensificado la preocupación del gobierno chino por conseguir mejores rendimientos y preservación a través de fondos de inversión soberanos de nueva creación.
Aviso a navegantes escépticos y aborregados de los discursos banqueros y sus obsoletos conceptos de riesgo y asset allocations: Aumenta la preocupación del gobierno chino respecto al riesgo creciente que supone acumular renta fija tan tradicionalmente solvente como la del Tesoro de los EE.UU. Imaginad, pues, el riesgo que supone la deuda periférica europea y demás mundo desarrollado, o la corporativa con elevados índices de endeudamiento, es decir, la mayor parte de la deuda circulante entre los inversores. La reciente frase del Director del Departamento de Investigación del Banco Popular de la China, Jing Xuecheng es demoledora: "We need to safeguard and increase the value of our investments in America. Debt holdings in this case means all kinds of bonds, including U.S. Treasury bonds". Os deseo felices sueños.
Gráficos: Cluster Family Office
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