En este gráfico podréis ver cómo han evolucionado los índices Dow y Nasdaq en las 1000 sesiones de bolsa posteriores a sus mayores cracks de la História. Se han calculado como crash aquellas caídas de más de un 50% de dichos índices. Y como resultado obtenemos los colapsos de principios de los años 30, de finales de los 30 y principios de los 40, el desplome del Nasdaq de hace una década a causa de la burbuja de las puntocom, y lógicamente el reciente crash de 2008.
Como podréis apreciar en el gráfico, en la actualidad nos encontramos en tan sólo unas 600 sesiones de bolsa después del desplome, y el dilema es si estamos realmente tan sólo a la mitad del camino del rally de recuperación de los mercados, o por el contrario hemos agutado ya el rally alcista post-crash.
Cabe notar que el rally post burbuja tecnológica fue el más parecido al rally que venimos realizando desde Marzo de 2009 hasta hoy. Quizá el Sistema financiero haya cambiado demasiado desde los años 30 y 40 y no sean aquellas subidas comparables con lo que le ocurre a los mercados hoy en día. Quizá ni siquiera debamos comparar lo ocurrido hace diez años con la explosión de las puntocom con la burbuja de crédito actual.
Pero ahí está el gráfico y siempre resulta útil no olvidar el pasado para poder comprender mejor el presente y sobre todo el futuro. Y el futuro, en un escenario post explosión de la burbuja creditícia, es razonable buscarlo en las cotizaciones de las buenas empresas sin deuda. En cambio, mirar hacia el futuro basándonos en el tradicional mercado de renta fija, cada vez nos resulta más temerario, sobre todo cuando nuestra obligación es velar por la preservción y la correcta evolución de los patrimonios a largo plazo.
No obstante, sería también una decisión temeraria apoyar la preservación del capital a medio y largo plazo en inversiones que no superen claramente y de forma sostenida los índices de referencia. Ni siquiera sería prudente hacerlo mediante ETFs que nos aseguren unos rendimientos iguales a dichos índices. Eso no dejaría de ser una evolución de nuestros rendimientos muy mediocre, ya que el gráfico de más arriba no tiene por qué tener continuidad. Sólo mediante inversiones cuyos ascensos superen sistemática y sostenidamente las pendientes de los índices del gráfico, podemos confiar en la evolución adecuada de nuestro patrimonio. Todo lo que esté en línea de los índices o por debajo, dependerá demasiado de la evolución de los Mercados.
En definitiva, debemos conseguir para nuestro dinero la misma y exclusiva evolución de los excelentes negocios y sus correspondientes cotizaciones, y no mediocridad y el alto riesgo de la evolución de los Mercados. Y hoy, ante un inminente deterioro de la deuda, más que nunca.
Vía: Chart of the day