El Ibex 35 sigue inmerso en una fase de lateralidad y tras intentar perforar la parte baja del rango se ha dirigido nuevamente a la parte alta del mismo, con la ventaja de que ha conseguido aliviar la sobrecompra y se encontraría preparado para afrontar un nuevo movimiento al alza.
Si se observa el gráfico diario, se pueden distinguir dos movimientos muy parecidos en tiempo, recorrido y corrección. En ambos casos, la corrección ha sido mínima, se ha producido en tiempo y no en profundidad, y habla bien a las claras de la fortaleza que está demostrando el selectivo español.
Si se toma el movimiento iniciado a mediados de julio, se verá que el Ibex primero rompió la zona de resistencia y seguidamente consolidó con una serie de velas de tipo doji. En noviembre, sin embargo, se está produciendo esa serie de dojis por debajo de la zona de resistencia. A la espera de si se trata de una preparación para asaltar los 12.000 puntos habrá que pedir contundencia al movimiento que se produzca, así como el acompañamiento de los demás índices. Por de pronto, sólo el Dow Jones Industriales y el S&P 500 han superado sus máximos previos y únicamente el Industriales ha sido capaz de sostenerse sobre los mismos, en lo que puede ser una divergencia alcista o un peligroso fallo alcista, que además habrá gozado del bombo de superar los emblemáticos 10.000.
Los indicadores de tendencia, como el ADX y el Macd, deberían acompañar de la misma manera, reflejando la fortaleza y veracidad del movimiento, tal y como hicieron en julio. Hay que exigir, por tanto, una clara pendiente positiva a la media de 50 sesiones y a los indicadores.
La norma de los casos anteriores comportaría una primera subida vertical, que podría coincidir con el rally de fin de año, para posteriormente dar paso a una fase de consolidación lateral hasta completar 5 meses. Esa meta temporal podría coincidir también con los números de Fibonacci, como lo hicieron la caída de octubre de 2008 y la recuperación de marzo de 2009.
En el gráfico semanal, la cosa no está tan clara y no concede mucho desarrollo alcista. El Macd, como ya comenté al describir la subida de 1998, ha alcanzado niveles extremos de sobrecompra y se ha cruzado a la baja, y lo más probable es que ignore cualquier posible movimiento al alza y genere una divergencia. El ADX, por su parte, sigue despreciando el movimiento alcista presente, no considerándolo tendencial. Si se tiene en cuenta la vuelta en V, y si se toma un objetivo en puntos, cabría conceder recorrido teórico al precio hasta los 12.800 puntos, pero tanto ese patrón de vuelta como la media móvil de 50 sesiones están pidiendo a gritos una corrección y un retroceso hasta la zona de 9.800 puntos.
En la última semana se ha producido y mantenido un hueco alcista, que aún está por ver si puede ser de continuación o más bien de agotamiento. En esta escala no resulta claro si el precio todavía está inmerso dentro de un segundo movimiento (en rosa) que podría cumplir o no cumplir con su objetivo, o si se podría encontrar a las puertas del citado posible tercer movimiento alcista (en negro). En todo caso, hay que destacar que los niveles trazados en base a los números de Fibonacci coinciden con bastante exactitud con los niveles de soporte y resistencia del futuro del Ibex 35.
En base al segundo tramo se hallan los niveles ampliamente citados de 11.200, 10.870, 10.500 y 10.000. El objetivo alcista viene a coincidir además con el 61,8% de corrección de toda la caída previa, y el 161,8% coincidiría con la siguiente gran zona de resistencia del Ibex en 14.350.
En cuanto al presunto tercer tramo, su 38,2% vendría a coincidir con la gran zona de conflicto localizada en 12.129. También aparecen los 12.450 en el 50% y los 12.800 en el 61,8%, y el objetivo alcista se situaría próximo al retroceso del 78,6% sito en los 14.000 puntos. El 161,8% coincide con la ventana bajista con que se abrió toda la caída posterior. Además, el retroceso del 23,6% de la proyección encaja con un nivel que no se debería perder para seguir pensando en alzas: los 11.740 puntos.
En definitiva, encaje de bolillos con los ratios de Fibonacci, y momento de gran incertidumbre en el que todo es posible, desde una pequeña subida adicional hasta una gran subida o un descalabro mayúsculo, siendo lo más aconsejable no complicarse en exceso, esperar a la ruptura de niveles y darle un filtro suficiente como para poder considerarla cierta. Y todo sin olvidar, que para buena parte de los gestores e instituciones el año ya está resuelto.
Una cosa más, si finalmente termina rompiendo por arriba, las posiciones deberían ir encaminadas al corto plazo. Para el medio o largo plazo, se debería seguir esperando un retroceso a la zona de 9.800-10.000 puntos.