Hace justo un año alertábamos de unas condiciones muy poco favorables para estar sobreponderado en renta variable. El GdC SCORING llegó a marcar en enero de 2020 la peor lectura posible (+5) debido a la combinación de (i) multiplicador en contracción, (ii) temperatura en alerta y (iii) asimetría desplazada hacia cola negativa.
Hoy el GdC SCORING está en +2,7 y, a diferencia de entonces, en el mapa de probabilidades es la opción alcista la dominante actualmente. El multiplicador de la confianza ha cambiado de cuadrante y está en aceleración, mientras que la temperatura y la asimetría están en niveles neutrales.
En el post vamos a realizar un análisis muy sencillo sobre una variable que nos preocupa mucho: los tipos de interés. El indicador de Temperatura, hoy en neutral, es muy sensible a esta variable y queremos saber a partir de qué niveles podrían venir los problemas.
En la última década las curvas de tipos de interés de los principales emisores soberanos han pasado del 4-5% a cotizar en niveles negativo. Un desplome en la rentabilidad que tiene efectos colaterales sobre el resto de activos (valoración relativa) y también sobre las primas de riesgo (inversores fuera de hábitat buscando rentabilidad).
Nos vamos a centrar en el impacto de la referencia a 10 años de la deuda alemana sobre nuestros monitores de seguimiento de la valoración del mercado de acciones. Mantenemos constantes todas las variables (cotizaciones, beneficios, ratios) y solo movemos el tipo de interés para aislar el efecto. Y la conclusión a la que llegamos es la siguiente: si, durante la primera parte del ejercicio, el bund alemán se aproxima al 1%, tendríamos una alerta de las importantes en nuestros monitores (todos en zona de “venta”). Esta alerta podría verse matizada, por ejemplo, por una aceleración del ciclo de beneficios. Lo seguiremos muy de cerca.
En la última década las curvas de tipos de interés de los principales emisores soberanos han pasado del 4-5% a cotizar en niveles negativo. Un desplome en la rentabilidad que tiene efectos colaterales sobre el resto de activos (valoración relativa) y también sobre las primas de riesgo (inversores fuera de hábitat buscando rentabilidad).
Nos vamos a centrar en el impacto de la referencia a 10 años de la deuda alemana sobre nuestros monitores de seguimiento de la valoración del mercado de acciones. Mantenemos constantes todas las variables (cotizaciones, beneficios, ratios) y solo movemos el tipo de interés para aislar el efecto. Y la conclusión a la que llegamos es la siguiente: si, durante la primera parte del ejercicio, el bund alemán se aproxima al 1%, tendríamos una alerta de las importantes en nuestros monitores (todos en zona de “venta”). Esta alerta podría verse matizada, por ejemplo, por una aceleración del ciclo de beneficios. Lo seguiremos muy de cerca.
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