El precio del barril de petróleo WTI (West Texas Intermediate) marcó ayer un mínimo histórico desde que comenzó la serie de datos en 1983, al tocar su precio los -40,32 dólares por barril. Sufrió tal desplome, que el Mercado de Chicago, principal plaza donde se negocian los Contratos de Futuros del WTI, tuvo que autorizar que la cotización del barril pudiese entrar en terreno negativo.
La baja demanda de los derivados del petróleo ha provocado un estrangulamiento en la actividad de las refinerías, causando un sobre almacenamiento dejando sin espacio físico para el acopio de más reservas. Por si fuera poco, la cantidad de petróleo depositado en los propios barcos de transporte está alcanzando récords históricos.
Esta alteración o anomalía del Mercado (comprar un barril de petróleo y que además paguen por comprarlo) se debe al funcionamiento de los propios Contratos de Futuros. Un Contrato de Futuro, o simplemente Futuro, es un acuerdo de compromiso entre la parte compradora y vendedora a que en una determinada fecha futura (de ahí su nombre) y a un precio determinado, pactan intercambiar un activo (cualquiera), denominado Activo Subyacente. A la formalización del Futuro se conviene su precio, la cantidad y la fecha de vencimiento. Esas negociaciones se desarrollan de forma individual o en los propios Mercados de Futuros donde se realizan las transacciones.
el precio al que compradores y vendedores pudieron ponerse de acuerdo para hacer la transacción resultó ser negativo
Hoy finalizó el plazo en EE. UU. para el cierre de los Futuros del petróleo que se entregarán en mayo. Es decir, por contrato, el comprador tiene la obligación de adquirir, al precio previamente pactado, la cantidad de barriles que contrató para que se los entregasen en esa fecha. El almacenamiento del petróleo tiene un costo bastante elevado, a lo que hay que añadir la falta de espacio físico existente debido a la falta de demanda. Ante esta situación, los compradores optan por deshacerse de esa “mala” compra que hicieron en el pasado antes de que venza el contrato: no pueden adquirir más producto porque tienen a rebosar los almacenes de barriles adquiridos anteriormente y aún no han podido colocar en el mercado. Por contra, no hay nadie que se quiera hacer cargo de la posesión física de la cantidad de crudo asignada a ese contrato que ya está en la red de distribución para su entrega, porque se supone que los precios de los Futuros próximos van a ser más bajos que los actuales, lo que fulmina todas las posibilidades de compra del contrato que vence hoy. En esencia, el Contrato de Futuro que cotizó en negativo ayer sobre el WTI, es el contrato que expira hoy, con lo cual, los inversores que adquirieron ese contrato cobrarán por el petróleo que hayan comprado y, además, se llevan los barriles de crudo a sus casas.
La solución pasa por traspasar el contrato que está a punto de vencer a otro comprador que, posiblemente, también se encuentre en la misma situación. Para que eso ocurra, no queda otro remedio que bajar el precio del barril hasta que se encuentre contrapartida. Y así fue: el precio al que compradores y vendedores pudieron ponerse de acuerdo para hacer la transacción resultó ser negativo.