Los consolidadores de mercado han sido históricamente fuente de alegría para inversores. Especialmente, los que consiguen hacerlo mediante fusiones y adquisiciones. Las ventajas son claras: arbitraje entre mercado privado y público, efecto red, etc. Sin embargo, no hay que olvidar que, por su funcionamiento, también son el instrumento perfecto para ocultar fraudes y errores de la directiva.
Una de las historias de éxito es la de MTY Food Group, el cual franquicia una amplia gama de restaurantes en Canada y EEUU. Esta semana, su adquisición ha sido Imvescor. Sin embargo, el mercado no tomó con entusiasmo la dilución de acciones. Más allá de la forma de financiar la compra, me gustaría hacer un pequeño análisis de la compañía.
Imvescor es un franquiciador que acaba de completar un turnaround gracias a Frank Hennessey, su CEO. Los números avalan la estrategia: las inversiones en remodelar las instalaciones de los franquiciados han mejorado de manera considerable los resultados.
Más allá de la valoración de la compañía, la cual creo que se ha adquirido a precios más baratos de los que parece, me gustaría analizar la causa de la fusión. ADW Capital y Camac son propietarios del 18% de Imvescor y habían escrito cartas a Imvescor para que fuera vendida a una franquiciadora más grande en 2016. Debido a lo ilíquida que era la acción, estos Hedge Funds veían la venta a MTY o empresas similares como única alternativa.
ADW Capital (un hedge fund con un track record de más de 33% brutos anualmente) valoraba la acción a C$5.7. Sin embargo, se ha tenido que conformar con $C4.1 por acción.
La presión para completar la transacción no era de Stanley Ma, sino de Imvescor. Si, como parece, Frank Hennessey continúa en la dirección de Imvescor, la compra habrá sido una ganga (alrededor de 8.6xEBITDA18).