En general los expertos no sabemos qué pueden hacer los mercados y mucho menos las economías, las variables son muchas, pero está claro que en el largo plazo sí que tenemos una probabilidad de éxito mucho más alta. Eso sí, sabiendo elegir en qué invertimos y en qué producto lo realizamos.
Es por eso que estar siempre invertido es vital para cualquier planificación financiera, eso sí, en función de lo que se quiera conseguir y del perfil del riesgo del cliente. Recordar que el ahorro que destinamos a las inversiones se debe distribuir a: objetivos vitales, jubilación y aumento del patrimonio.
Esta forma de trabajar sirve para cualquier perfil de ahorro, desde el más bajo al más alto, puesto que desde menos de 50€ ya puedes invertir en acciones, fondos, etf´s, y productos del sector asegurador. Pero para saber donde poner ese dinero la planificación es la base.
Antes de seguir, recordar que parte del ahorro también se lleva a la protección, en este caso: fondo de emergencia y seguro de vida o fallecimiento. Así que, si estos 5.000€ son tu colchón de seguridad y no cuentas con más, no debes invertirlos. Solo se invierte aquel dinero que nunca se va a necesitar aunque se esté en unas condiciones terribles.
Pero si este no es tu caso esos 5.000€ podrían llevarse a:
*2.000 a un producto mixto de crowdlending con un tipo de interés fijo + renta variable
*1.200 a un PIAS para la jubilación
*1.000 en oro físico a 1 año con pacto de recompra
*800 en confirming, a 3 meses por ejemplo con renovaciones constantes
En el caso de que la persona tuviera capacidad de ahorro se podría hacer otro tipo de distribución, pero siempre buscando un sentido a la inversión, un para que, con un horizonte temporal y con un nivel de riesgo controlado.
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