Las ventas de viviendas en Estados Unidos que se publicaron ayer no merecen mayor comentario: simplemente fueron las peores de la historia. Aún peores que en el momento más álgido de la crisis hipotecaria. Una imagen vale más que mil palabras, así que tres imágenes deben valer bastante más.
El dato de ayer visto desde una perspectiva histórica, el peor de todos.
Y no parece que vaya a mejorar muy pronto, los meses de inventario disponible siguen bastante elevados.
Simplemente: un horror.