Quizás lo más remarcable y lo que resume todo son estas dos gráficas:
Como podéis observar, el crecimiento de la deuda más o menos ha sido proporcional al crecimiento del PIB de nuestro país, no obstante, desde el año 2001, la tendencia ha cambiado. La deuda se ha disparado, mientras que el PIB ha seguido más o menos su tendencia lineal, cuando en los últimos años debería haber seguido la misma tónica aprox. del endeudamiento.
¿Qué quiere decir esto? Pues simple y llanamente que desde el 2001 tenemos un problema que se nos ha escapado de las manos.
Curioso quizás dos hechos significativos de esa época en torno al 2001:
1. Es justo el año en que entramos en el euro y por tanto a tipos bajos
2. Es el año que empezó la burbuja inmobiliaria, con crecimientos de los pisos de más de dos dígitos.
Resumiendo, con nuestra maravillosa peseta, cuando perdiamos competitividad.... zas! devaluábamos y listo. Esto se perdió con el euro. Por lo tanto para crecer, lo que hicimos fue buscar otra solución, ¿y cuál fue? Endeudarnos, crecer a base de crédito.
Aquí no acabó la cosa, puesto que con los tipos de interés bajos, se desató una locura colectiva, permitiendo el acceso al crédito por parte de los bancos a cualquier persona con una nomina minúscula debido a los tipos de interés tan bajos. Los bancos, al ganar poco por el escaso interés, multiplicaron sus créditos para mantener o subir resultados. Más créditos, más negocio por menos beneficio por crédito, pero iguales o mayores rendimientos generales.
Esto, además, propició una burbuja inmobiliaria enorme, puesto que cómo se daban créditos a mansalva, creció la demanda de pisos y a su vez la especulación, y a su vez la construcción de cientos de miles de viviendas innecesarias.
¿Pero cuál es la realidad que nos muestran estas gráficas realmente? La realidad es que TODO este dinero prestado ha sido INÚTIL. Éste dinero, ha sido engullido, quemado, fagocitado. Puesto que pese a pedir tantísimos créditos y dinero prestado, el PIB no ha aumentado de la misma forma proporcional. ¿Qué quiere decir? Que hemos MALGASTADO, que hemos DEVORADO todo ese crédito sin crear riqueza real. Eso sí, los polítos de turno (PP época 2001-2004 y PSOE 2004-Actualidad) sacaban pecho de que España creciese al 3-4% mucho más que cualquier otro país, lo que no decían es que la deuda crecia 4 o 5 veces más. Esto nos dio a los españolitos una visión adulterada de la realidad y a creernos ficticiamente que las cosas iban viento en popa cuando estábamos sembrando vientos para recoger ahora tempestades.
Obvio lo que sucede ahora, la fiesta crediticia se ha acabado, ahora ¿cómo mantenemos ese crecimiento? Sabéis la respuesta, es imposible mantenerlo, se acabó el crédito, este no es infinito. Pero yendo más allá el problema ya no se reduce a como mantener el crecimiento, sino a ¿cómo pagar esa deuda si ya no crecemos más?
La respuesta, años y años y años de recesión y vacas flacas, de quiebras, de paro, de cambio de modelo, etc... ya se está precipitando, recordad, finales del 2008 (después del verano) y 2009 serán recordados. Es lo que hay señores, GAME OVER, la fiesta ha terminado. Duro despertar.
Recomendaciones: Maravillosos como siempre las 3 últimas nuevas aportaciones (posts) de Marc Vidal. Explica el petardazo de Martinsa y no sólo de ella sino de todo el sector inmobiliario. Pero quizás el último es el más significativo, vayámonos a Lourdes a rezar, porqué la que viene no dejará titere con cabeza. Más que gráfico el último párrafo, donde dice la deuda de las constructoras españolas.... ¿a que el gráfico de arriba coincide con lo que dice?
Santiago Niño Becerra hoy va más allá y redunda en todo lo que comentamos por aquí, todo va interrelacionado simétricamente:
1. Decrecimiento de la demanda por exceso de endeudamiento y menor crédito <-> Provoca paro.
3. Mayor productividad <-> Más paro
4. Crisis bancaria <-> Crédit crunch, menor credito
Pero, LO MEJOR SIN DUDA ALGUNA, nuestros amigos de fresh family office, cada post de estos chicos es en sí sólo una obra de arte. Lo que yo he intentado explicar, seguro que lo veréis con una claridad espasmosa en ésta maravilla de artículo.
Jaime
