EL 15 M
21-05-11
Para los despistados, hablamos del 15 de mayo del año 2011. No hablamos por ejemplo de 15 de marzo, que no recordamos que ocurriera nada especial.
Es decir, mañana hace una semana. Y resulta que un espontáneo movimiento social, comunicado y alentado por las llamadas redes sociales, se ha consolidado como lo que suelen llamar fenómeno social (qué aversión tenemos a las expresiones hechas y tópicas. Huimos de ella como la peste).
Hay muchas cosas de este movimiento que nos gustan.
Nos gusta que sea pacífico, que hasta la fecha no haya habido incidentes, al menos que sepamos. No está mal para un país que lleve soportando la violencia y el chantaje de ETA durante tanto tiempo.
Nos gusta que no tenga filiación política concreta, al menos de forma aparente. Otro tema será lo que ocurra después de las elecciones del 22 M y hasta las próximas Generales, allá por el otoño de este año. Como casi siempre, habrá algunos que abusen de la buena fe de muchos inocentes e idealistas.
Nos gusta que haya ocurrido en Madrid, ciudad libre, abierta, plural, donde nadie te pregunta por el DNI. Madrid es ahora la Barcelona de los años setenta. Ahora en Barcelona multan a los comerciantes si rotulan sólo en castellano y no en catalán. Fascismo puro y duro. Qué pena de Barcelona. Menos mal que quedan los barceloneses, ajenos a las idioteces de sus políticos nacionalistas/fascistas.
Nos gustan muchas de sus propuestas, para acabar con la casta política de este país: corrompida, huida de la realidad y de los problemas de la gente sencilla que con su trabajo y sudor pagan sus poltronas, su privilegios y sus diarias y supuestas comidas de trabajo a EUR 100 por barba (o más, en Horcher), cuando hay pensionistas que tienen que sobrevivir con EUR 400 al mes.
Nos gusta que sea un viento de aire fresco (rayos, otra maldita expresión hecha y tópica), y que indique un camino de regeneración, higienización y hasta expiación (nos hemos pasado) de la corrupta vida política de este país. Corrupta no por el dinero, que también, sino corrupta en sus chalaneos comunes; en la quiebra del cacareado Estado de Derecho, nombrando a jueces que son simples comisarios políticos, no brillantes y sagaces juristas; en la insoportable negociación con ETA, de la que es principal actor el actual gobierno, con la ilusa esperanza de que así no pierda el poder, y con la complicidad ventajista y cobarde de una oposición acomplejada y roma.
Nos gusta que haya ocurrido en la Puerta del Sol, símbolo de España (todavía casi toda España se sigue tomando las uvas de Nochevieja desde el kilómetro cero, para cabreo y estreñimiento crónico de los nacionalistas periféricos), recuerdo del dos de mayo, cuando toda una ciudad se levantó contra la tiranía de un déspota que, encima el muy esnob, se auto coronó emperador y concedió títulos aristocráticos a sus mariscales y demás secuaces. Napoleón es al siglo XIX lo que Hitler y Stalin fueron al siglo XX. Manda güevos con Napoleón. No le vemos ninguna gracia al que fue responsable directo de millones de muertos.
No estamos esta vez de acuerdo con las teorías conspiranoicas (con el 11 M, sí). Que si es la mano de Rubalcaba (hombre notable, sobre todo en su traición y maldad, pero no es un Dios que hasta pueda dominar las redes sociales espontáneas, desorganizadas y caóticas); que tendrían que haberse reunido en la Moncloa (dónde, en la A6, para que encima nosotros no podamos ir a trabajar o al Club de Campo a echar unas bolas de golf?).
Nada. El sitio idóneo es la Puerta del Sol. Además parecen que hasta limpian, los muy apañados.
Lo sentimos de verdad por los pequeños comerciantes de la zona. Deben estar hasta las napias. No digamos los bares de la zona. Porque por lo visto hay mucho gorrón en la Puerta del Sol. Mal hecho. Si no tienes pasta, te quedas en casa, macho, o haces ayuno, que siempre viene bien.
Nadie sabe qué ocurrirá con esta acampada en la Puerta del Sol y en otros lugares de la desvencijada y hasta desencuadernada España. Que irá a más, seguro. Que los grandes partidos reflejarán en sus programas electorales parte de sus propuestas, también.
Por una vez, España se ha levantado de forma cívica (aunque un poco gorrona), y hasta ha merecido primeras páginas en los periódicos extranjeros.
Primer aviso a la casta política: o cambian ustedes, o les cambiaremos. Basta ya de explotar y gorronear al ciudadano, coño.