Aproximadamente es como sigue:
El precio de conversión es el mayor entre los siguientes:
- 1- El valor contable del Banco popular.
- 2- La media de los 15 días anteriores a la suscripción.
- 3- La media de los 5 días posteriores a la suscripción.
El precio mayor que arroje cualquiera de las dos medias se multiplicará por 110% para obtener el precio de conversión.
Y todo eso se saca después de haberse doblado los precios del Popular en los últimos meses.
VENTAJAS
La única ventaja es cobrar el 7% el primer año y luego el Euribor más un 4% los otros tres años. Pero se va a pagar un 10% más del precio mayor de dos medias, hechas en días diferentes. No es descabellado pensar que el precio será un 12% mayor al que se podrían comprar las acciones en el mercado durante esos días.
12% dividido por cuatro años es igual al 3%. Porcentaje a descontar de los intereses que se cobren.
Siendo optimistas y asumiendo un 6% anual de promedio, menos el 3%, queda un ridículo 3%. Eso se lo puedes sacar a un plazo fijo sin asumir los grandes riesgos que hay que asumir en esta operación.
Tampoco podemos cubrir ese riesgo tomando una posición corta en el Banco Popular por el mismo importe de la suscripción de bonos, pues perderíamos dinero seguro: tendríamos que pagar los dividendos que están alrededor del 4%, además de desembolsar dinero extra en garantías y comisiones.
RIESGOS
Entre otros, el riesgo de perder el 50% del capital invertido, como ocurrió con los bonos convertibles del Banco de Santander que llegaron a perder el 67% y que en su día, oportunamente avisé de su peligro en esta entrada: Bonos convertibles del Banco de Santander
Copio lo que escribí entonces y que conviene recordar en cada una de estas emisiones:
El hecho de que se haya colocado fácilmente este papel vuelve a corroborar por enésima vez dos cosas:
1- El gran público sólo compra papel tanto de renta variable como de renta fija cuando se lo ofrecen insistentemente en las sucursales de las entidades financieras.
2- El gran público tiene un desconocimiento total de las emisiones que cotizan en los mercados secundarios de renta fija. Esta afirmación se puede comprobar fácilmente comparando las condiciones y la rentabilidad de las emisiones en circulación con las que están en periodo de colocación, que invariablemente resultan menos ventajosas.
Hay muchas formas de empapelar al público en los techos de mercado, y como si vendes acciones propias sale en los hechos relevantes de la CNMV, es mejor hacer este tipo de operaciones especiales.
La ampliación que colocaron días atrás a los inversores institucionales formaba parte de la misma maniobra: se les hace un buen descuento para que compren acciones, y ellos las compran porque las están vendiendo en el mismo momento en el mercado un 5% más caras. La colocación se publica como un éxito, y salen todos ganando menos uno: el accionista del Banco que nunca vende sus acciones.
CALL DE UPRO QUE VENCE MAÑANA
Para evitar la horquilla lo ideal es dejarla expirar.
El lunes o martes, tranquilamente, se vende la de octubre y se recompran los títulos de UPRO.
Aprovechando que los intereses que cobran por estar vendido de UPRO no son grandes, se podría asumir el riesgo de mantener los títulos vendidos. Si hubiera una corrección, el valor temporal que se sacaría por la venta de la call de octubre sería mayor que el que ofrece en estos momentos. Si no hay una corrección lo que se deja de ganar no tiene demasiada importancia.
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