Bueno, ya es hora de marcarse un post en plan práctico. Porque está muy bien el diagnóstico, el análisis, la opinión mejor o peor fundamentada en datos o en intuiciones... pero en algún momento hay que mojarse y empezar a buscar soluciones a los problemas colectivos. Por supuesto, ponerse a dar ideas tiene el riesgo de perder respeto y/o credibilidad, pero tengo la esperanza de que, entre ocurrencia y ocurrencia, alguna se cuele en un programa electoral. Os invito desde ya a opinar sobre estas ideas y a generar otras nuevas. Y no olvidéis lo siguiente: “ELLOS” NOS ESTAN SIGUIENDO. Pues bien, ahí va mi batería de propuestas económicas:
1.- Suprimir el tramo estatal del IRPF. No, no me he equivocado, he dicho el tramo estatal, no el autonómico. De hecho, me declaro firme partidario de la descentralización y de que las autonomías se hagan responsables, con el tiempo, de toda la imposición directa. En cambio, no creo que una ley -como ahora parece exigir todo el mundo- sea capaz de arreglar el problema de la deuda autonómica y municipal. La única solución es la responsabilidad y la competencia fiscal entre regiones ya adultas. Y no tengáis miedo a un pacto de caballeros entre comunidades. Como ocurre en la economía real, siempre aparece un outsider dispuesto a tocar las narices a los pactos.
2.- Eliminar los costes laborales (osea, la cuota empresarial a la Seguridad Social) durante los 5 primeros años de vida de una empresa. Dejando muy clarita la definición de empresa nueva.
3.- Programa de exenciones fiscales selectivas:
-
Para empresas exportadoras (recordemos que, en este momento, el sector exterior es el único motor que puede tirar de la economía).
- Para los contribuyentes que paguen seguros médicos privados o escolaricen a sus hijos en centros privados no subvencionados. Es justo que los que no utilizan los servicios públicos reciban algún tipo de compensación por ello.
- Para emprendedores que desarrollen productos o servicios en el campo de la tecnología y la innovación.
-
Para empresas que dispongan de un sistema de transporte colectivo para sus trabajadores. ¿Ya existe? Estupendo.
-
Para contribuyentes que cambien su residencia habitual por motivos laborales, sea desde el desempleo o desde una ocupación. La actual desgravación por movilidad geográfica es de risa, como todos los incentivos que exigen el cumplimiento de cienmil requisitos.
Por supuesto, nada de desgravaciones ineficientes como las que van a parar al ladrillo -me da igual que sea protegido o silvestre- o a la compra de secadores ecológicos.
4.- Sistema educativo universal, público y gratuito hasta los 18 años... Qué esperabais de un repelente liberal de izquierdas.
5.- ...pero la Formación Profesional y la Universidad deben buscar financiación privada... Estamos acostumbrados a que el Estado subvencione cualquier cosa, tenga o no tenga futuro laboral. Y las empresas están encantadas de encontrarse en el mercado con abundante carne fresca y titulada, con idiomas, vehículo propio y todos los extras de serie. Opino que las empresas deberían participar en el diseño, la financiación y la gestión tanto de la FP como de la Universidad, más allá de su desinteresada colaboración en programas de prácticas no remuneradas. Si las empresas quieren gente espabilada, que sean ellas las que pongan los medios para formarla. Por supuesto, esto exige darle unas cuantas vueltas al tema de las cotizaciones y de los impuestos que pagan las empresas, porque tampoco es justo que la solidaridad fiscal siga siendo ciega.
6.-...y la Fundación Tripartita debe ser liquidada. Porque no es más que un sumidero de dinero público para financiar patronales y sindicatos. Los cuales están empezando a estorbar en el mercado laboral por su nula representatividad.
7.- Abrir nuevos circuitos de financiación no bancaria. Por ejemplo, favoreciendo la conversión de sociedades mercantiles en laborales, incentivando la remuneración de los trabajadores mediante participaciones o acciones, ofreciendo seguridad jurídica a nuevas fórmulas como el crowdfunding o primando el ahorro-empresa. Es curioso que las familias estén siempre dispuestas a avalar o prestar dinero para que el niño se compre un pisito y no lo hagan para que la criatura se vaya organizando un medio de vida. Esto es un tema cultural, ya lo sabemos, pero no estaría de más facilitar el cambio de paradigma a papá y a mamá.
De momento me quedo aquí. Seguro que irán saliendo nuevas ideas y habrá ocasión para un propuestas (atrevidas) 2. Por cierto, no me extrañaría que algunas de esas ideas ya las haya tenido alguien, os aseguro que no era mi intención pisar ningún derecho de autor.
Sed benévolos con vuestros comentarios, que soy de vena yugular sensible.
Próxima semana: De dónde vienen y a dónde van las ayudas a los bancos.