Actualmente estamos sumidos en una profunda crisis económica mundial de la que tenemos consecuencias como la recesión, el disparado desempleo, la debilidad del sistema financiero y el déficit público. Algunos la equiparan con la crisis de 1929, el famoso "crack del 29" por el impacto macroeconómico; pero yo me atrevo a comprarla, incluso, con la primera crisis económico de la historia financiera: la burbuja de los tulipanes.
La burbuja especulativa de los tulipanes tuvo lugar en el año 1630. Estos magníficos años se vieron irrumpidos por el afán de un holandés llamado Frank Zondervan que un buen día dedice invertir 6.000 florines que tenia ahorrados en un bulbo de tulipán Semper Augustus, haciendo caso a las recomendaciones de su buen amigo.
Para esa época, los 6.000 florines eran una grandísima cantidad de dinero, tengamos en cuenta que con mucho menos, unos 2.500 florines, podiamos comprar 27 toneladas de trigo, 50 de cebada, 4 bueyes, 8 cerdos, 12 ovejas, 2 cubas de vino, 4 toneladas de cerveza, 2 de mantequilla, 3 de queso, una cama, un guardarropa y una jarra de plata, ¡que no es poco!
Los tulipanes eran unos bienes muy preciados por la sociedad holandesa, se consideraban piezas de coleccionista. En estos años el mercado de los tulipanes enloqueció, los precios ascendían sin parar, subiendo a un ritmo desproporcionado. Se generó la ilusión de que siempre se ganaba en el mercado del tulipán.
Sin embargo, en 1637 se detectó agotamiento en el mercado, ya que por primera vez en todos estos años no se logró vender una colección de tulipanes. En ese momento, muchos de los inversores empezaron a vender y salieron del mercado de los tulipanes con beneficios. Los precios bajaron con una mayor velocidad con la que habian subido, en tal punto, nuestro inversor Frank Zondervan, con 6.000 florines invertidos conservó sus tulipanes pensando que "todo lo que baja sube".
Pero esta vez no fue así, el precio de los tulipanes no subió, pues se habian convertido en un bien sin valor, y el país se vió afectado por una crisis económica derivada de la especulación con tulipanes.
Estos cliclos especulativos se han repetido a lo largo de los años: el crack del 29, la burbuja de las punto com en el 2000 y finalmente, la crisis actual de la burbuja inmobiliaria.
Esto verifica que la especulación es un síndrome social que el ser humano vuelve a repetir aún sabiendo las consecuencias que conllevará.
En relación a la burbuja de los tulipanes y la especulación, Fernando Trias de Bes, publicó el magnífico libro "El hombre que cambió su casa por un tulipán" donde se reflejan las consecuencias de toda burbuja especulativa y propone diez consejos para evitar ser victímas de estos crack:
10 consejos ante la especulación:
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Cautela permanente.
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Sacar conclusiones por uno mismo.
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Olvidarse de lo que ganan los demás.
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Conformarse cuando se tiene suficiente.
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Recordar las causas de la subida inicial.
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Calcular rendimientos implícitos.
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Invertir únicamente en lo que se conoce.
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No endeudarse, o hacerlo de manera cautelosa.
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Vender con pérdidas si es necesario.
... Porque no todo lo que baja, subirá.
Sell in may, and go away.