En el primer semestre de 2022 el número de hipotecas inversas firmadas en España escaló hasta las 238, frente a las 197 que se formalizaron en todo el 2021, según los datos aportados por el Consejo General del Notariado. Esto supone que en solo seis meses se firmaran un 20,8% más de hipotecas inversas que en todo el periodo del año anterior. A pesar de todo, las cifras siguen muy alejadas con respecto a otros países de Europa, ya que en el conjunto del territorio se llegaron a las 40.000 en el 2021. Es decir, que España no supone ni el 1% del total del mercado europeo, pese a ser el que más vivienda tiene en propiedad.
Por otro lado, el importe medio de las hipotecas firmadas en la primera mitad del 2022 ascendió hasta los 430.000 euros, lo que supone tres veces más que la valoración de una hipoteca media tradicional. En este mismo sentido, las tasaciones aumentaron un 62% con respecto a 2021 y la tasación media de los inmuebles valorados superó los 600.000 euros.
Por otro lado, el importe medio de las hipotecas firmadas en la primera mitad del 2022 ascendió hasta los 430.000 euros, lo que supone tres veces más que la valoración de una hipoteca media tradicional. En este mismo sentido, las tasaciones aumentaron un 62% con respecto a 2021 y la tasación media de los inmuebles valorados superó los 600.000 euros.
¿Qué son las hipotecas inversas?
Lo cierto es que existe un gran desconocimiento por este tipo de producto en España, a pesar de que puede convertirse en una herramienta útil de cara al futuro. La hipoteca inversa es una herramienta que funciona de la siguiente manera: el propietario, con una casa en propiedad y libre de deudas, acuerda con el banco recibir todos los meses una mensualidad durante toda su vida. Cuando la persona fallece entonces pueden pasar dos cosas: la entidad se queda con la propiedad si no hay herederos o los herederos pagan la deuda que la vivienda ha generado con el banco a cambio de volver a poseerla, aunque también pueden vender la propiedad.
Por ejemplo, sobre una vivienda que recibe una hipoteca inversa de 430.000 euros y el banco paga al propietario 800 euros mensuales como cuota durante diez años que vive más el propietario son 96.000 euros. Esa deuda puede ser saldada por los herederos vendiendo la casa o abonando la cantidad adeudada o bien el banco puede quedarse con la vivienda si no hay herederos.
Tal y como explica el Banco de España, “Al fallecimiento del titular, a los herederos les corresponde tanto la propiedad de la vivienda como la deuda acumulada con la entidad financiera, teniendo dos opciones: quedarse con la vivienda y para ello deben liquidar la deuda con la entidad, devolviendo el dinero prestado; o vender la vivienda, que en este caso el importe de la venta se utiliza para saldar la deuda contraída por los titulares de la hipoteca inversa”.
¿Para quién va destinada la hipoteca inversa?
Especialmente para personas mayores, ya que se necesita tener más de 65 años para pedirla, con falta de liquidez o que tienen que hacer frente a una deuda. Es una herramienta que podría expandirse en España en los próximos años debido a un aumento de los jubilados, una reducción de las pensiones derivada de la falta de viabilidad del sistema y a la gran masa de vivienda en propiedad existente.
¿Qué bancos la ofrecen?
Existen entidades más especializadas que se dedican a la comercialización de estos productos, pero la gran banca también cuenta con este tipo de productos. EBN acaba de lanzar su hipoteca inversa. Así, Banco Santander o BBVA cuentan con ofertas para este tipo de perfil de cliente que necesite liquidez y tenga una vivienda en propiedad.