Dentro de una subida generalizada de las materias primas, que en cierto modo recuerda a la que tuvo lugar en verano de 2008, antes del caos provocado por la quiebra de Lehman, el maíz ha conseguido la semana pasada superar los 7,7 dólares el bushel, tal y como se ve en el gráfico de los futuros.
De esta forma, el precio de los futuros ha doblado en un año. Las razones básicas de ese buen comportamiento son, por un lado, la demanda para la alimentación de ganado, y, por otro lado, la demanda para producción de bioetanol, cuyos márgenes se ven mejorados al calor de la subida del petróleo.
Hay quienes piensan que detrás de estas subidas de las materias primas está también la fuerte inyección monetaria que han hecho los Bancos centrales en los últimos años, en particular la llamada QE2 practicada por la FED americana desde septiembre pasado, uno de cuyos efectos no deseados ha sido incubar algunas posibles burbujas, como la de las materias primas agrícolas.
El pasado verano, en nuestro Gráfico semanal de 9 de agosto de 2010, recomendábamos ir “incrementando futuros del trigo, y de otras materias primas agrícolas y metálicas”. De entonces a hoy, como se ve en el gráfico, los precios se han disparado.
Tras las recientes y espectaculares subidas del futuro del maíz, pese a considerar que al ciclo de materias primas aun le queda recorrido a largo plazo, no compraríamos futuros del maíz en estos niveles, e incluso más bien venderíamos futuros a estos precios, a la espera de una corrección de los hacia niveles inferiores a los 700 centavos.
GRÁFICO DE LOS FUTUROS DEL MAÍZ EL ÚLTIMO AÑO: