El viernes vamos a tener la presentación de los presupuestos, que invariablemente vendrán con nuevos recortes. Una de los aspectos que nos encontraremos es la discusión acerca del impacto de los recortes en el crecimiento. De un lado nos encontraremos con la afirmación de que no van a afectar, y por otro lado tendremos personas que dan algunos números sobre lo que va a sufrir el PIB como consecuencia de esto.
Sin embargo, en esta tiranía de los números y análisis en las que estamos todos los días, olvidamos que es imposible determinar el impacto de unos recortes que aún no conocemos. En este sentido debemos entender que recortar una cantidad determinada afectará de distintas formas al entorno económico, según las partidas en las que se traduzca el recorte.
La economía no es otra cosa que un círculo, lo que al final nos lleva al multiplicador. Por tanto, cada inyección o recorte de dinero en la economía tiene un efecto completamente distinto. Al final cuando tratamos de decir un número lo que estamos es aplicando una media en función de las posibilidades de recortar, pero como todas las medias tienen el problema de que en determinados casos, la representatividad es escasa, debido a las variaciones y sobre todo debido a que la importancia de los recortes varía en función de las circunstancias.
Es fácil entender esto, si partimos que la macroeconomía no es más que una representación de cómo afectan determinadas medidas a cada una de las personas que constituimos el sistema económico. Supongo que no es demasiado difícil entender que en una determinada situación una bajada del sueldo de un 10% tiene unos efectos. Tenemos una situación inicial y una situación que luego pasa a ser la de esta persona. Evidentemente esto tiene unos efectos sobre su consumo, su confianza y sus perspectivas. Sin embargo, si al año siguiente nos encontramos con otra bajada de sueldo, también del 10%, esto provoca otros efectos, que se multiplican. Es decir, no es lo mismo la primera bajada de sueldo que las siguientes, de tal forma que los elementos negativos se multiplican.
Con cada una de las medidas que se nos ocurran ocurre exactamente lo mismo, cuanto mayor es la presión mayores serán los efectos para la misma medida, de tal forma que los recortes son mayores. Esta es una de las partes que explica la entrada en círculos vicioso.
La otra pata para esta silla está en imaginar en una persona que recibe un incremento de su renta del 10%. Cuando esta persona recibe una subida en un entorno en el que tenga problemas la efectividad de este estímulo será elevada. Sin embargo, de la misma forma que antes, cuando se producen nuevos estímulos la efectividad será cada vez menor.
La combinación de los dos factores, nos lleva a entender cómo mediante la reiteración de las mismas políticas una y otra vez, nos lleva a caer en un círculo vicioso que se acelera cada vez, ya que los estímulos a una parte de la economía son cada vez menos eficientes, y por tanto han de ser cada vez mayores para tener efectos, mientras que los recortes paralelos sobre la otra parte de la economía han de ser más importantes y sobre todo más dañinos porque estamos hablando de una situación cada vez peor. En definitiva cada una de las vueltas de tuerca nos acerca más al desastre en una loca carrera que no hace otra cosa que acelerarse con las patadas adelante que se dan.
Esto es algo que tenemos que tener perfectamente claro y tratar de evitar, pero sin embargo resulta que curiosamente nos cuesta menos entender los casos ajenos que los nuestros. El otro día nos hemos encontrado con un artículo en el economista donde se exponía la situación en Grecia.
Nos contaba que desde que el 12 de febrero se eliminasen los convenios colectivos y se diese prioridad absoluta a los acuerdos entre empresa y trabajadores, los sueldos cayeron un 20%, (¿nuestra reforma laboral no recuerda mucho a esto?). Esto acompañado de la subida de precios de los bienes básicos ha provocado el cierre del 30% de los comercios Griegos, lo que a su vez supone una caída importante de todos los proveedores de estos, mientras el paro se ha disparado al 21%.
Está claro que la economía Griega ha entrado hace tiempo en un círculo vicioso que se acelera cada vez más, pero de la misma forma, resulta que España ha tomado las mismas medidas que Grecia, tiene gran parte de los efectos comunes, los bancos que tienen la deuda española han sido rescatados igual que los griegos… En el caso Griego, está todo absolutamente claro y en el caso de España, la realidad es que también, aunque no interese transmitir este imagen o que nos negamos a verla porque somos nosotros.
Hoy necesitamos que el gobierno de España cambie el rumbo del círculo, pero sin embargo en las medidas que ha tomado hasta ahora no ha hecho otra cosa que seguir a pies juntillas lo que se ha hecho en Irlanda, Grecia y Portugal, países en los que al igual que el nuestro no nos hemos encontrado otra cosa que previsiones irrealistas que no se cumplen nunca y caídas cada vez mayores de la actividad económica en un círculo vicioso que estoy seguro que tendrá continuación cuando acabe esta semana.